Alerta! Chica Nueva ©

Capítulo 11.

11. Especial Megan Black.

 

Megan

Mi abuela sonríe mientras caminamos hasta la estación de buses. Uno de sus brazos se encuentra entrelazado con el mío, y el otro, lleva una bolsa con un cuenco repleto de sus famosas e inigualables galletas caseras, hechas por ella misma.

—Dile al chiquillo insolente de tu hermano que lo quiero aquí antes de que el año acabe. Dudo que los entrenamientos le ocupen tanto tiempo de sus días —comenta cuando nos encontramos en la fila de personas que tomarán el bus con destino a Portland.

—No te imaginas lo feliz que estuvo Asher cuando comenzó los entrenamientos. Ahora más que nunca se encuentra trabajando para recuperarse de su rodilla —cuento, y sonrío al recordar la alegría de mi hermano mayor.

Su sonrisa gigantesca y sus ojos achinados por la felicidad, no pueden borrarse de mi mente cuando llegó el lunes anterior, corriendo a casa para contarnos que el médico y el entrenador Jobs permitieron que comience con un leve entrenamiento.

Si hay algo que él ama es el fútbol americano, y la noticia no pudo ser mejor recibida por su parte. Es casi oficial que con este avance pueda jugar en el partido final de temporada, y último, que juegue en el instituto. El año que viene, Asher comenzaría la universidad y será todo un universitario, al igual que los chicos y mis nuevas amigas. Pero, lo triste será que el año que viene estaré completamente sola.

—Me lo imagino, mi pequeño Asher. —Sus ojos brillan, cristalizados por la emoción y el recuerdo de lo que le sucedió a mi hermano.

—No te preocupes, abuela. Antes de que acabe el año, todos vendremos a visitarte —prometo.

Ella sonríe y las arrugas de alrededor de sus ojos se acentúan aún más.

—Avísame con tiempo porque planeo hacer un festín de bienvenida —comenta con felicidad.

Su sonrisa me contagia y sonrío.

—Eso haré, abuela. Pero sabes que no es necesario.

—Claro que sí. Son mi familia y, además, quiero hacerlo.

—De acuerdo, si es lo que tú deseas. —No quiero contradecirla, al contrario, quiero apoyar la idea que tiene. Solo quiere festejar que todos nos volvemos a juntar en familia, después de tanto tiempo.

La fila comienza a avanzar, las personas guardan su equipaje y suben al bus al terminar. Por mi parte, solo debo guardar un bolso de viaje mediano.

Este viaje a casa de mi abuela, fue planeado antes de que comenzarán las clases. Pero por varios motivos, no pudimos realizarlo. Ahora, debido a que los profesores no nos mandaron a estudiar para exámenes importantes, pude tomarme unos días para poder visitarla.

Desde un principio, la idea era visitarla en familia; mamá, Asher y yo. Sin embargo, mamá no podía tomarse los días que habíamos acordado porque en su trabajo la necesitaban de último momento. Asher estaba en los principios de sus entrenamientos, y a pesar de que ama a nuestra abuela, no podía viajar y perder la oportunidad que le estaban dando de comenzar a entrenar.

Por un momento, creí que lo mejor sería que los tres llamáramos a la abuela y le contáramos el por qué no íbamos a ir a visitarla. Pero no quería que su ánimo decayera. Por lo que decidí viajar sola y pasar los días que habíamos acordado con mi familia.

No le comuniqué con anticipación a ella que mamá y Asher no irían, pero creo que ella lo intuyó cuando me subí al bus para marcharme de Portland y le escribí un mensaje que decía que me encontraba en camino hacia allí.

Sus ojos iluminados de felicidad y un cálido abrazo me recibieron con mucho entusiasmo y cariño cuando llegué. Al principio, no hablamos del resto de mi familia, pero cuando la noche llegó y mamá llamó para preguntar si había llegado bien, el tema fue sacado y le conté lo que había sucedido para que no pudieran estar aquí.

Su rostro había tomado algo de tristeza porque su ilusión de tenernos unos días a su lado, era grande. Sin embargo, no dejó que esa mínima tristeza se notará en los días que compartí con ella.

—Voy a extrañarte, mi preciosa Megan —habla con dulzura.

Sonrío.

—Yo también, abuela.

Sus cálidos brazos me envuelven en un abrazo de despedida.

—Dile a tu madre y a tu hermano que los quiero mucho —susurra en mi oído. Se separa de mí para besar ambos lados de mis mejillas con cariño y me observa, recorriendo todo mi rostro, como si quiera tener un recuerdo mío.

—Lo haré.

Me entrega la bolsa con el cuenco de galletas y vuelve a envolverme en un cariñoso abrazo, para después dejarme partir. Mi turno de subir al bus llega, solo tengo mi celular y las galletas en mis manos. Mi bolso lo guardó un hombre, encargado de los equipajes. Me siento en mi lugar correspondiente. Me tocó el lado de la ventanilla, por lo que puedo observar a mi abuela.

Su mano se alza y la mueve de un lado a otro, despidiéndose de mí. Imitó su acción y con una gran sonrisa en mi rostro, me despido de ella cuando el bus comienza a marchar con lentitud hasta la carretera.



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En el texto hay: amor, chicossexys, bromasyvenganzas

Editado: 28.07.2019

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