Alerta! Chica Nueva ©

Capítulo 13.

13. Salvados, por ahora.

 

Cassie

Camino por los pasillos del instituto con una sonrisa en mi rostro. Quién me viera en este momento, pensaría que sufro de un caso de bipolaridad porque hace menos de una hora me encontraba más furiosa de lo que cualquiera pueda imaginar, y ahora, sonrío como si nada hubiese pasado.

Lo cierto es que el enojo se marchó tan rápido como llegó cuando salí del salón y las paredes, cubiertas por fotografías, aparecieron delante de mis ojos. Porque el que me hayan dado un golpe, no quiere decir que he perdido la memoria. Sino que aún recordaba que hoy iba a ser la segunda parte de mi plan de venganza, porque claramente, no me iba a quedar satisfecha con haber visto a los chicos con sillas pegadas en sus traseros y un agujero hecho en sus pantalones. Faltaba algo más.

«El recuerdo de lo sucedido».

Llego a mi casillero para tomar los libros de mis próximas horas de clases, y no puedo evitar reír al ser testigo de las reacciones de los estudiantes al observar las fotografías esparcidas por las paredes, los casilleros e incluso en la cartelera de noticias. Con pasos normales me dirijo a la cafetería, escuchando en el camino los comentarios, chistes y risas por la nueva decoración del instituto.

—¡Hola! —exclamo, presentándome en la mesa que se encuentra el responsable de que mi día haya mejorado. El chico de lentes se sobresalta al escuchar mi voz y lleva una de sus manos hasta su pecho.

—Me has asustado —comenta.

—Lo he notado. —Me siento enfrente suyo, sin pedir permiso, dejando mis libros a mi lado—. ¿Por qué tan asustado?

—¿No es obvio? —Niego, y echo un vistazo a la fila para comprar el almuerzo. La cafetería, aún, se encuentra algo vacía por el espectáculo de afuera, pero en nada, los estudiantes comenzarán a llegar y la fila se hará extensa—. Temo por mi vida.

Frunzo el ceño y presto toda mi atención al chico de lentes.

—¿Qué temes por tu vida?

—Así es —afirma.

—¿Por qué?

Andrew me ve, como si la respuesta fuese clara.

—¿En serio, Cassie? Creí que eras más inteligente.

—¡Hey! Lo soy, pero no leo mentes para saber qué es lo que te atormenta.

Él rueda los ojos, y hace a un lado sus libros que reposan encima de la mesa para impulsarse hacia adelante, como si quisiera contarme un secreto.

—Temo por lo que hice —habla entre susurros.

Imito su acción, excepto por la parte de los libros, ya que a los míos los he dejado reposando encima del banco en el que me encuentro sentada.

—¿Qué hiciste? —pregunto.

Su ceño se frunce y sus lentes se mueven un poco hacia adelante. Él los acomoda para que vuelvan a su lugar.

—¿Estás jugando conmigo?

Niego con un movimiento de cabeza. Pero ahora que lo dices...

—¿Has escuchado sobre que me han golpeado la cabeza?

Asiente.

—Todo el instituto ha escuchado sobre tu ridículo accidente. La chica nueva que fue golpeada por un estúpido pájaro —se burla.

—¡Que no fue el pájaro el que tuvo la culpa! —exclamo. ¿Acaso todo el mundo tiene algo en contra de un pobre animal indefenso? ¿Cómo puede golpearme un pájaro con un balón? Estoy segura que el rumor lo inventó Asher.

Él se encoge de hombros.

—Eso es lo que dicen en los pasillos —explica. Bufo con molestia. Los estudiantes de este instituto no saben nada—. Y bien, ¿qué tiene que ver el que te hayan golpeado?

¡Cierto!

—Que debido al golpe no recuerdo mucho las cosas que sucedieron en los últimos días —miento.

Me encuentro de maravilla con respecto al golpe que recibí, pero jugar un poco con él no hará daño. Después de todo, Andrew se lo merece. Aún recuerdo su insistencia con la palabra cambio, mientras comenzábamos con el plan.

Andrew abre sus ojos y regresa a su lugar.

—Es decir, que ahora estoy solo en esto porque a pesar de que quiera mandarte a ti al frente, no lo recuerdas y pueden decir que estoy inventando todo para salvarme del castigo que me darán. ¡Ah, pero Helena también ayudó! Si me castigan de por vida, ella también se vería afectada, pero... ¿Y si también lo niega? ¿Qué haré? ¡¿Qué haré?! —Las palabras fluyen con tanta velocidad de su boca, como una máquina.

Ruedo los ojos, volviendo a sentarme en mi sitio.

—Cálmate, ¿quieres? —pido—. Claro que lo recuerdo todo, tonto. Y déjame decirte, ¡has hecho un trabajo increíble!

Él me manda a callar y observa hacia ambos lados.

—No grites, pueden descubrirnos —susurra.

—No seas exagerado, Andrew. Nadie sabe de qué estamos hablando, puedo estar felicitándote por un trabajo práctico. —Me encojo de hombros al terminar de hablar.

—Oh, sí, tienes razón. —Lanza un suspiro antes de volver a observar hacia ambos lados—. Pero tengo miedo, Cassie.



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En el texto hay: amor, chicossexys, bromasyvenganzas

Editado: 28.07.2019

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