Alerta! Chica Nueva ©

Capítulo 18.

18. Muchas bromas para un solo día.

 

Cassie

Observo la deliciosa y completa hamburguesa con extra queso que reposa en mi bandeja junto a mi bebida de naranja.

Observo la aburrida y completa ensalada multicolor que reposa en la bandeja de Helena junto a una bebida dietética.

—¿Qué dijiste que tenía esa ensalada?

La dueña de ella, rueda los ojos.

—Ya deja a mi ensalada tranquila —me reprende.

—Es que tiene tantos colores en un plato que temo lo que pueda producirte —comento.

—Lo único que tiene son vegetales, diferentes vegetales. Por lo que no va a ocurrirme nada. Los vegetales son saludables y ayudan a bajar de peso —explica.

Vuelvo a echarle una mirada más a los supuestos vegetales que contiene. Lo que me sorprende es la cantidad de colores distintos que contiene la ensalada o ¿será que jamás les había prestado tanta atención a los vegetales?

Recuerdo que desde que era pequeña, jamás me han gustado los vegetales. Si podía pasar de ellos, era algo genial. Sin embargo, no solía ocurrir seguido. Mamá decía que los vegetales eran sanos y que para crecer debía comerlos a todos.

Trago el pedazo de comida que se encuentra en mi boca y tomo un sorbo de mi bebida mientras observo a mi alrededor. Sin poder evitarlo, debo rodar los ojos al percatarme que los adolescentes de la mesa de adelante ríen al observarme.

Ahora que me encuentro en las paredes del instituto, soy el centro de atención de los estudiantes, y lo detesto. Detesto llamar la atención. Detesto ser el centro de atención de ellos.

Con las chicas quedamos en deshacernos de las fotos, tomándonos el horario del almuerzo pero como se podrá ver, el apetito nos lo ha impedido. La comida ha ganado. La comida siempre gana.

Y nos ha ganado dos veces porque las fotografías están en las paredes del instituto desde ayer.

—¿Crees que aparezcan, Cassie? —La pregunta de Megan provoca que deje de prestarle atención a los estudiantes, que desde ayer me observan y se ríen con burla.

«¿Acaso nunca fueron bañados por pintura blanca?»

—Lo harán —afirmo, o eso es lo que espero porque no quiero seguir siendo el centro de atención. Sin embargo, sé que lo harán o uno de ellos lo hará.

Asher Black vendrá.

La presencia de alguien se hace presente en nuestra mesa, alzo mi mirada al pensar que es él... pero no.

—Hola chicas. —El gemelo que ahora está de nuestro lado tiene una bandeja en sus manos y sonríe, quedándose de pie enfrente de nosotras.

—Puedes sentarte, Jad —le indico, al notar que el chico sigue de pie después de unos minutos.

Sonrío al notar que se ha quedado ensimismado observando a Megan e intentando que los ojos de ella hagan contacto con los suyos. Ambos aún siguen distanciados, y lo sé porque Megan nos ha contacto el motivo que la mantiene alejada de él.

—Sí, claro —su voz no es tan alegre, como al principio. Megan no ha levantado la mirada de su bandeja con comida. Con la cabeza baja, Jad toma asiento al lado de Helena.

Vuelvo a concentrarme en mi comida o en lo poco que queda de ella. La inquietud que tengo en este momento provoca que mi apetito sea mayor, al que ya tengo, y coma con velocidad. Unas manos se posan en nuestra mesa y ahora sí, elevo mis ojos para encontrarme con los suyos. No obstante, tampoco es él.

Dispuesta a insultar a la persona que me ha ilusionado, elevo mis ojos y frunzo el ceño al percatarme que tengo delante de mí al primo de mi amiga. Su rostro mantiene una sonrisa de oreja a oreja, mientras observa a los que nos encontramos presentes en la mesa.

—Hola —saluda.

—¿Chris?

Megan y Jad observan con confusión a la figura desconocida que decidió hacer presencia en nuestra mesa. Helena, su prima, lo ignora y bebe de su bebida con cero azúcares.

—Hola, Cassie —saluda el chico. Rodea la mesa hasta quedar a mi lado y sentarse en el asiento libre que tengo a mi derecha—. ¿Cómo estás?

Algo aturdida por su presencia, acabo por responderle unos segundos más tarde de lo normal.

—Bien, supongo. ¿Tú qué haces aquí? —No puedo ocultar la sorpresa de verlo y tenerlo entre nosotros, como un estudiante más del instituto.

—Soy... —Las palabras del chico con sonrisa perfecta quedan en el aire cuando, ahora sí, la presencia de cuatro chicos aparece delante de mis ojos y de los ojos de la cafetería entera.

«La tercera es la vencida, ¿no?»

A los ojos del cabecilla y responsable de la nueva decoración del instituto con las risas y burlas hacia mí, no le es nada complicado buscar nuestra mesa y encontrarme en ella. Desde la distancia puedo apreciar el enfado que siente y una chispa que no logro descifrar con exactitud de qué trata.

—No me lo creo. —Helena se encuentra anonadada, al igual que todos en el lugar.

—Yo sí. —La sonrisa de oreja a oreja que aparece en mi rostro es notada por Asher, quien comienza a caminar hasta mí.

—¿Quiénes son? —pregunta, confundido, Chris.



#4905 en Novela romántica
#1950 en Otros
#497 en Humor

En el texto hay: amor, chicossexys, bromasyvenganzas

Editado: 28.07.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.