Rico y sacrilegioso

Tenía que recalcarlo porque me inunda...

Tenía que gritarlo porque profundamente salvaje. Y salvajemente tranquilo.

- Perdón y permiso... qué querés y dónde firmo?

Pará! Quiero contarte una peli paralela, y también quiero nutella y no necesariamente estoy enterada de si pueda ingerirlo.

No pares... y no vuelvas al itsmo de Las Fauces del que no esté al alce. Solo yo entiendo, no te preocupes por lo que estás sintiendo.

Quiero que te despidas del vivo.

- Hecho, mi Señor.

Segura?

- Si...

Ya va a cuadrar...

Te prohibí la primera persona para cuidarte del agujero.

Funcionó... ya está.

Sos.

El tiempo es importante. Cada segundo cuenta... bebé.

Me voy a marchar hacia Ámsterdam para saber lo que se siente comprar hongos en un kiosko y hacerles ñam.

Acordate del tiempo y de las hormigas...

de la rima hacerte amiga en su medida justa. Para verte quiero verte de la forma que me asusta, sin que me asuste... incluso puede que me guste olvidarte cuando Marte se me posiciona en la cloaca del arte... transparente, gigante, cristal y algas... agua marina, mi amor.

Que cuando tengas un niño venga con algo más que pan y que el bien que dan multiplique por cien. Relaje... men. Abduzca pero no ahora... estoy ocupada con la batidora.