Alguien te mira Sy

⚡ CAPITULO 2

Sierra estaba caminando por los pasillos de la universidad, se dirigía hacía el patio para ir a la siguiente clase, la joven no se percataba de que alguien la seguía desde atrás, ella estaba tan ajena de todo, justo antes de salir de aquellos pasillos universitarios la persona que la perseguía se puso delante de ella asustando a la joven, pero al ella ver a la persona que estaba frente a ella solo puso en blanco sus ojos, el sujeto era su ex novio, Joe, un apuesto joven de veintidós años, alto y buen porte, con un cabello castaño y unos ojos oscuros.

—Hola preciosa.

—¿Qué quieres Joe? —Preguntó ella con mala gana, desde que terminaron aquel chico no la dejaba en paz y siempre que podía insistía en que vuelvan, pero la chica estaba cansada de aquello, no quería volver con él y solo deseaba que Joe la dejara tranquila.

—Quiero muchas cosas; en especial te quiero a ti —Sierra volvió a girar los ojos y siguió caminando—. Por favor Sierra te extraño, tus besos, estar contigo en la cama como antes, ¿Por qué no acepta volver conmigo? —Ella suspiró al escucharlo, repetía lo mismo casi siempre.

—Mira Joe no voy a negar que fue bastante lindo lo que vivimos pero ya es pasado, algo del ayer —Dijo ella y él sonrió con ironía y después cambio su expresión tomando el brazo de la joven sujetándolo con fuerza — Joe me estás lastimando.

—¿Te lástimo? Tu me lastimas a mí al no querer volver conmigo, entiende que soy la mejor opción para ti.

—¿Que dices? —Ella frunció su ceño.

—Si digo que vamos a volver es porque así será, admítelo aún me amas.

—Sueltame idiota —Ella logró soltarse de aquel agarre —. Yo no volvería contigo ni aunque me pagarán un millón ¿Me oyes? Jodete y no me vuelvas a buscar —La chica intento irse, pero el la detuvo.

—Tu eres y serás mía.

—Nunca fui tuya, no por que tuvimos muchas noches de sexo quiere decir que lo era, ahora no me vuelvas a joder la vida de verdad Joe, hablo en serio déjame en paz —Ella caminó alejándose de él, está no era la primera vez que él hacía aquella escena y ya hasta empezaba a darle miedo.

La chica casi llegaba al pasillo del aula, sabía que a este no llegaría tarde, en el camino solo se iba reprochando y culpando por haber sido capaz de ser novia de ese chico, sus otros tres ex nunca fueron tan patanes e insistente como este, nunca tuvo problema con ningunos y ahora tenía más que un problema tenía cientos con Joe, recordó que al principio de su relación las cosas eran perfecto, en su primera cita se dieron su primer beso y en la segunda cita tuvieron sexo y desde entonces siguieron saliendo hasta que decidieron tener una relación que al final no salió bien. Eso era todo, otra relación más fallida.

Tres meses de novio bastaron para que ella se diera cuenta que en verdad no lo amaba, estaba con él solo por lo bien que se la pasaban y lo bien que él se veía, por esas ardientes noche de pasión, no había amor ni nada por el estilo, solo deseo, cuando terminaron ella pensaba que ya todo había terminado, de que él entendería y la dejaría en paz pero no, al día siguiente él estaba persiguiendola por todos partes sin darle espacio.

Sierra entró al aula donde estaban algunos alumnos que solo esperaban la entrada del maestro, en esta clase ella estaba sola ya que ningunas de sus amigas compartían está materia, minutos después un señor de unos cuarenta y cinco años entró, era un hombre un poco robusto, con un cabello castaño con indicios de canas, era un hombre de bien porte, él se veía que años atrás tenía un poco de sobrepeso, el hombre entro al aula y miró a todos sus alumnos.

—Saquen todos su libro y abran la página 102 y comiencen a leer, luego les haré varias preguntas para ver si sus cerebros fueron capaces de grabar algo de lo que leyeron —Habló él, se sentó frente a su escritorio y de su portafolio sacó un libro y una libreta la cuál usaba para escribir las calificaciones de sus alumnos.

Durante quince minuto cada alumno estuvo leyendo el libro que el maestro le asignó, luego los detuvo y empezó a hacerles preguntas, a Sierra les tocó algunas de las preguntas y las respondió correctamente, aquella clase acabó y ella siguió su rumbo a la cafetería en donde se encontraría con todas sus amigas, ella solo deseaba que su ex novio no vuelva a aparecerse frente a ella nuevamente y de que siga insistiendo una y otra vez.

Llegó a la cafetería y antes de ir a la mesa donde estaban sus amigas fue a buscar que comer, tomó una bandeja y en ella colocó un plato de ensalada y una maltadeada, al terminar de buscar su desayuno la chica fue hasta la mesa en donde sus tres amigas estaban, Maya, Mirza y Helena; Maya era una joven de buen parecer, ojos azules, pelo rubio y alta, Mirza en cambio era más baja que Maya; pelinegra y de unos profundos ojos negros y por último Helena de un abundante cabello pelirrojo, alta y ojos verds, Sierra era la chica de color del grupo, su piel bronceada con su cabello castaño y sus ojos avellanas sin duda eran jóvenes muy hermosas.

—Hola chicas —Saludó Sierra sentándose.

—Aún no me explico ¿Cómo puedes comer eso? —Preguntó Helena con cara de asco y señalando la ensalada de la joven que consistía en brócoli, coliflor, pepino y repollo.

—A mi me gusta y además sirve para tener un cuerpo sano —Respondió Maya a defensa de Sierra.

—Es que ella esta obsesionada con eso—  Comentó Mirza.

—¿Recuerdan que hace cinco años sufrí de sobrepeso? Pues no quiero volver a esa etapa de mi vida, así que seguiré con esta obsesión —Fijó Sierra.

—Ella tiene razón, estos cuerpos no solo se debe cuidar con ejercicios, también con una sana alimentación —Agregó Maya.

—Habla la otra obsesionada —Musito Mirza mientras comía una rebanada de pastel de queso.

—A mi tampoco me gustan las verduras, pero lo que estas comiendo o te mata o te hace más fuerte —Dijo Helena señalando el plato de Mirza la cual seguía con todo el glamour comiendo su pastel.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.