Alguien te mira Sy

⚡ CAPITULO 6

El detective Gómez se levantó temprano de la mañana para ir al centro de investigación del contado de Georgia en su jornada de trabajo, pero antes bajo a desayunar con su esposa, sus dos hijos no se encontraban en casa porque llegarían el viernes por la noche, ambos habían Sido becados por atletismo en una universidad muy conocida del país por ser lo mejores en la secundaria y eso hizo que Sebastián se sintiera muy orgulloso de ellos a tal grado de permitirles mudarse al otro lado del condado con todo lo necesario, que él mismo le había suplido a sus hijos, lo único que debían hacer era seguir estudiando. Sierra en cambio no fue tan destacada en secundaria y eso se vio afectado porque ella en esos tiempos tenía sobre peso y se encerraba en un círculo de rechazo donde solo sus tres amigas de la infancia podrían entrar.

—¿No se ha levantado aún? —Preguntó él terminando de comer la tostadas que su esposa le había preparado.

—Es bueno que descanse, se levanta muy temprano cuando está en la universidad, ya sabes tú y ella son iguales.

—Lo sé, ya me voy amor así qué, nos vemos en la noche —Se bebió el último trago del zumo de limón y besó la boca de su esposa saliendo por la puerta de la marquesina, entró en el auto y abrochó el cinturón, su esposa se detuvo en la puerta de la marquesina en la parte de la casa y le dió a la tecla para que subiera el portón para que el pueda salir. Ella le sonrió con cariño y él lo devolvió.

—Ya sabés, tranquilo —Leyó las palabras en la boca de su esposa y afirmó con la cabeza saliendo de la marquesina hasta la calle, empezando a conducir todo derecho, unos minutos después se paró en el control del edificio de investigación y sin pasar la placa de identificación pasó por ser muy conocido en la agencia. Estacionó su carro y desabrochó su cinturón respiró profundo y salió del carro hasta llegar a su oficina compartida con sus tres compañeros.

—Buenos días compañeros, ¿Qué tenemos para hoy?

—Detective, buenos días —Saludó unos de sus compañeros, el agente Velázquez un joven de algunos veintisiete años, apuesto, fornido con la piel mestiza y ojos marrones claros.

—No tenemos mucho la verdad —Habló la detective Jhonson, era la más pequeña del grupo no solo de tamaño sino de edad, la joven pelirroja de algunos veinticinco años, había Sido pasante el año pasado y por su desempeño Sebastián la había dejado en el grupo.

—¿Cuéntame lo que tienen? —Dijo Sebastián sentándose en su silla. Un chico de piel morena y de ojos café entró precisamente con cafés en sus manos, cuatros café que los repartió a sus compañeros, ellos cuatro eran los nuevos encargados de este caso y a pesar de que la mayoría como este nuevo eran jóvenes que no llegaban a los treinta apenas, el departamento de investigación les había dado un voto de confianza por su gran desempeño el año pasado con un caso que habían finalizado. Este último joven tenía veintiseis años.

—Hemos descubierto que tiene un patrón —Habló Jhonson. Ella tenía esperiencia con psicópatas ya que, en su infancia y adolescencia estaba rodeado de ellos, sus tíos y su propio padre progenitor eran asesinos. Pero ella había Sido criada por su abuelo materno, la abuela y su madre habían Sido víctima de esos hombres, pero por suerte su historia había Sido diferente y ella es quien había ayudado a los detective de ese tiempo a apresar a esos delincuentes, su historia se llamaba secretos revelados porque literalmente como lo decía su título eran muchos secretos que debían salir a la luz y ella fue la causante de todo ese alboroto.

—¿Cuándo lo encontraron? —Gómez se inclinó en su asiento.

—a noche —Velázquez le pasó el Ford con todas las fotografías de las víctimas, aunque el detective Gómez no sabía que le estaba pasando exactamente hasta que abrió el Ford y la vio, aquella joven ya muerta con las misma heridas que la última. Hizo una cara de horror con cada imagen que pasaba.

—¿Por qué no me llamaron ayer mismo? —Cuestionó pasando cada hoja hasta llegar a la sexta chica, la última víctima de ese asesino.

—Estabas en su última—Dijo el joven mirando la fotografía—. Despedida, así que, no queríamos molestarte —Sebastian miró al joven del café y negó con la cabeza.

—Saben las reglas muchachos, Siempre y cuándo se trate del caso deben avisarme no importando la hora, de acuerdo.

—De acuerdo —Hablaron los tres sentados en frente de él al contrario del escritorio—. Me pueden decir cuál es el patrón además de esa x en cada mujer.

—Ahi está resaltado —Empezó a decir la detective Jhonson—. Sus cabellos, sus ojos, mire bien. Casi todas tienen lo mismo, su cuerpo. ¿Por qué se queda con su cabello si son del mismo color todos?

—¿Tendrá algún fetiche con ese color de cabello? —Cuestionó Sebastián Mirando las fotografías—. ¿Recuerdame el color del cabello?

—Castaño puede que sea un tono más claro o uno un poco más oscuro, Entonces no es una persona tan joven que digamos —Agregó Rodríguez el chico del café.

—No podemos descartar edades, pero es obvio que si estamos hablando del mismo asesino hace años debe estar algo viejo, no lo sé —Contestó Jhonson.

—Tal vez sean uno de tus tíos, ¿lo has visitado? — Cuestionó Velásquez ella lo miró con una mirada de desaprobación.

—La mayoría de mis tíos está en la cárcel o en el manicomio. No lo creó. Sí, hay dos sueltos, pero sé dónde están. No son ellos.

—¿No tenemos más? ¿Eso es todo? No llegó pistas nuevas, nada? —Los tres jóvenes negaron con la cabeza mientras miraban a su líder.

—Bueno, hay que tener en cuenta los patrones, él no volverá atacar en un buen tiempo, recuerden a veces simplemente desaparece cuando obtiene una víctima —Comentó Velásquez tirando el envase del café al safacon el cuál estaba de su lado, el agente Rodríguez le pasó su envase, Jhonson y Gómez seguían con café en sus vasos especialmente Gómez el cuál apenas había dado un sorbo

—El primer año fue cuando secuestró tres víctimas una de detrás de otra, el segundo secuestro dos, el tercer solo una y ahora a casi tres meses de este año elige otra más, literalmente dejo pasar otro año para agregar la número seis, tal vez tenga pensado elegir una más o simplemente desaparecer hasta el año que entra, no podemos saber que piensa este asesino —Indagó la detective Jhonson.




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