⚡ CAPITULO 11

Publiqué estos tres capítulos hoy porque no habfa más hasta el domingo, por algunos inconvenientes. Así que del 11 hasta 13 fue publicado hoy. Disfruta la lectura.

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El carro entró a la marquesina a las una y diez de la noche y cuando entraron a la casa por la puerta de ese lado su madre los esperaba despierta sentada en el desayunador, ya que; la puerta de la marquesina quedaba al lado de la cocina, detrás más específicamente, pasaron el pequeñito pasillo y dieron con ella.

—Llegaron.

—Sí, cielo. Ya vamos a dormir —Contestó Sebastián.

—¿Cómo la pasaste en la fiesta? — Preguntó a su hija mientras caminaban a las habitaciones.

—Nada fuera de lo... Ah, me encontré con Joe.

—Otra vez.

—Siempre me lo encuentro mamá, pero es que está vez se puso medio impertinente porque está ebrio, y se peleó con un chico que me estaba acompañando —Dijo cruzándo sus brazos, la joven había terminado con el chico precisamente por eso, no tenía control con el alcohol, cuando eran novios la mayor parte del tiempo la pasaba bebiendo con el novio de Maya y sus otros amigos, a Maya no le molesta eso de su novio, pero Sierra era diferente; ella quería una persona que no solamente este estudiando en la universidad sino que tenga sus pies sobre la tierra, cosa que Joe nunca tuvo.

—De verdad que no se cansa ese muchacho. Ustedes terminaron hace un mes y aún sigue molestando.

—¿Lo sabías también? Vale, me siento ofendido —Musitó Gómez llendose a la habitación, Sierra suspiró profundamente pensando que no tenía suerte con los chicos—. Tendrás que volver hablar con sus padres Sebastián, ¿Sebastián?

—Se fue a dormir, déjalo está cansado. No te preocupes yo hablaré con él cuando regrese a la universidad.

—Pero ya todos hemos hablado con él, excepto tú padre.

—Mirza todavía no lo ha puesto en su lugar todavía.

—Entonces que lo ponga en su lugar, no me gusta nada de que esté insistiendo tanto.

—A mi tampoco, buenas noches.

—Buenas noches cariño —Le dió un abrazo y entró a su habitación, Sierra terminó de llegar a la de ella para irse a dormir, se quitó la ropa y el cansancio se apoderó de ella al tirarse en la cama.

Al día siguiente su padre no fue a trabajar, había pedido el día para disfrutarlo con su esposa e hija, esa mañana se levantaron más temprano de lo normal para salir a un viaje a un lugar parecido a un bosque, o un jardín porque lo más que tenía era flores en todo su pasto, era menos espeso porque no tenía tantos árboles, era un lugar que visitaban las personas en esos días soleados en dónde hacían mucho calor, iban allí para pasar el día, hacer picnic y diferentes formas de compartir, el lugar era perfecto para una primera cita que era lo que mayormente se hacía y lo más importante de este lugar es que aparte de hermoso era gratuito.

—Llegamos —Anunció él, no le había dicho a Sierra a dónde iban cuando se montaron en el carro está mañana ya su esposa lo sabía porque habían venido anteriormente, llegaron casi al medio día porque el lugar estaba alejado de su comunidad, pero valía la pena su viaje.

—Wow papá, esto es impresionante —Exclamó Sierra sacando su mochila del carro.

—Aquí fue nuestra primera cita, luego otras más verdad? —Habló su madre mientras caminaban buscando un lugar para sentarse.

—Luego nació tu hermano —Contestó su padre mirando a Sierra, está negó con la cabeza.

—Tenia que dañar su felicidad. ¿Por cierto a qué hora vienen?

—No, ninguno de ustedes nos dañaron la felicidad, de hecho fue todo lo contrario. Nos trajeron más —Contestó su madre.

—Ellos vienen para acá, ya salieron hace rato de la universidad, les mandé la ubicación, pasan por esta calle cuando entran a este lado del condado — Sebastián se detuvo mirando si encontraban un lugar en específico.

—Sí, pensé que iban a llegar a la casa —Después de caminar varios minutos se detuvieron debajo de un árbol enorme, habían varias personas, sobre todo parejas jóvenes y una que otras casadas con hijos pequeños.

—Les dije que podían irse a la casa y esperarnos allá, pero no quisieron. Quieren disfrutar un momento de familia, y bueno bienvenidos sean, hace tiempo que no lo hacemos —Habló su padre tendiendo unas sábanas verde en el suelo.

—Hay que disfrutar la vida, es muy corta — Comentó Sierra sentándose.

—¿Por qué dices eso? —Cuestionó su madre.

—Es una frase que Helena dijo una vez. Esa vez no quería salir de una fiesta entonces dos viejos empezaron a pelearse —La joven empezó a desarrollar su historia mientras sacaba una cámara fotográfica de su mochila—. Y uno le dió una puñalada a otro y bueno, creo que se murió el que estaba herido y después de eso ella lo dijo.

—¿Ustedes estaban en un lugar dónde habían personas peleandose con arma blanca? Eso es peligroso por Dios! —Hablo su madre sacando la comida que se iban a servir.

—Nos fuimos en ese momento.

—¿Te has sentido en peligro alguna vez? —Cuestionó su padre interrumpiendo la conversación.

—Pues, aaah! —Gritó Sierra cuando de repente fue interceptada por la espalda, se volteó y le tiró un manotazo a la persona culpable de aquel susto—. ¡Idiota!

—Alex! Ya te he dicho que no le hagas eso a tu hermana —Lo abucheó su madre con el ceño fruncido, este abrazó a su hermana riendose.

—Hola Sierra —Su otro hermano la saludó tranquilamente con un abrazo y luego saludó a su padre mientras Alex seguía abrazando a su madre.

—Ya, despegateme que tengo calor —Se quejó con su hijo—. Y no te lo voy a volver a repetir no quiero que sigas asiendo eso a tu hermana, le puedes causar un infarto.

—No puedo evitarlo, me gusta oír su ruidosa voz gritar cada vez que la veo —Sierra le dió una mirada de desaprobación y este sonrió sentándose a su lado, la abrazó y besó su mejilla.

Empezaron a comer cuando su madre le sirvió a cada uno un guisado que había preparado, Sierra miró a toda su familia junta sonriendo y charlando se sintió afortunada de poder aún disfrutar de algo así, a esta edad lo normal era que todo el mundo hiciera su vida o se mudará de casa a la universidad, pero su familia era diferente, una familia excepcional y quería que su futura familia fuera parecida a está, que aunque pase el tiempo seguiría siendo muy unida.