Alice slave girl

3

El largo e incómodo trayecto a una casa ubicada a las afueras de Lekunberri, se hizo eterno para la dulce pequeña que se refugió en el asiento trasero de ese auto.

Sinceramente no podríamos saber en que pensaban, aunque lo deseáramos, pero, sabemos que ese hombre tiene la mirada más macabra que podría existir.

Y los escalofríos que producían en la piel de la pequeña niña eran impresionantes ya que la recorría de pies a cabeza.
Ella tenía la certeza de que sería el inicio de un inevitable fin, al cual ella fue sometida, por aquella mujer llamada Brigitte.

La palabra hogar suele causarnos un sentimiento de alivio, pero ella, al escucharlo, no siente más que escalofríos.

A través de la ventana, a lo lejos, divisa una casa, blanca, solitaria, sobre todo grande. El suspenso de sentir como el auto se va a acercando cada vez más, hace que ella se encoja en su asiento con el nerviosismo a flor de piel.

La incógnita de no saber que pasara, la hace temblar, y todas sus emociones se hacen visibles en esos grandes ojos grises.

Al llegar a aquella casa, con el corazón palpitándole frenéticamente, ella baja de aquel auto apestoso, caminando detrás de aquel hombre alto y extraño, hasta la puerta de entrada, una gran puerta color negro azabache, con signos de estar bastante gastada.

Ella solo encoje su nariz en señal de desagrado y continua su trayecto dentro de la casa, hasta que un olor a putrefacción y descomposición le inunda las fosas nasales y la obliga a retorcerse de lo apestoso que es. Pero al ver la cara de satisfacción de aquel hombre, al sentir aquel asqueroso olor, hace que la invada un terror que llegue a calar sus huesos y la recorre de pies a cabeza. Y con una voz temblorosa y casi inaudible dice ...

- ¿U-usted lo está disfrutando ?, este olor tan desagradable.

La mirada de él solo la hace retroceder unos pasos, hasta escucharlo decir con una voz tan macabra y asquerosa.

-Es la fragancia más exquisita del mundo, pero tu escaso conocimiento de las verdaderas fragancias no te deja apreciarla correctamente.

Dice con un tono tan soberbio y malicioso que deja claramente sorprendida y algo angustiada la pequeña niña.

Cada sentimiento que reflejado en su cara, eran como puñales para cualquier persona que la mirara, pero, para él, era tan satisfactorio y emocionante que sonreía, pero de la manera más escalofriante que podrías imaginarte. Te dejaría helado, con un miedo que tu instinto te obligaría a correr y no parar hasta que tus piernas estén completamente deshechas.



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En el texto hay: misterio, suspenso, terror

Editado: 20.06.2020

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