Capítulo 1: Aquí y allá.

Dushrangg, aldea del este.

—¿Se encuentra bien? —alguien pregunta.

Mis ojos duelen cuando intento abrirlos, puedo sentir los rayos del sol sobre mi rostro y me causa molestia cuando intento mirar a mi alrededor. Hace tan solo un momento me quejaba de mi vida mientras compraba bebidas, no puede ser que haya pasado toda la noche fuera de casa.

—¡Su alteza! —una voz gruesa se escucha a lo lejos — ¡Esta aquí!

iMs parpados se separan de golpe, como un impulso enorme que viene desde adentro, el sol brilla en lo alto y el cielo, de un azul bastante encantador, es lo primero que puedo ver, escucho voces murmurando a mi alrededor. 

—¡La encontramos!

Una sensación extraña y desconocida invade mi cuerpo, el aire huele diferente, un poco dulce quizá. Siento la hierba bajo mis manos y el calor abraza mi cuerpo. No sé qué sucede o donde estoy justo ahora, se supone que estamos en invierno.

La cabeza enorme del tipo que grita me desconcierta aún más, lleva un casco negro y mientras intento procesar mi entorno, sus ojos conectan con los míos.

—¿Esta herida, princesa?

Debo haber enloquecido, porque hace unas horas vagaba por la carretera renegando de mi horrible familia y de repente volví al siglo pasado.

Seúl, Corea del sur.

Miro a mi madre fijamente, sus ojos no esquivan los míos, pero tampoco oculta la incomodidad que siente justo ahora.

—Hazlo por esta vez, Sunny. Recuerda que pronto será su boda —habla bajo, mientras deja algunos billetes en mi mano — está muy estresada.

—Que envíe a su propio hijo.

—Tiene treinta, ¿Como va a enviarlo por unas bebidas? —me da una mirada de reproche y lo único que me queda es suspirar resignada — Ve, aún es temprano.

Reviso el reloj en mi muñeca, son las ocho en punto, es de noche y hace frio, claramente no quiero ir por unas estúpidas bebidas. Sin embargo, decido dejar de protestar, porque no ganare nada con eso y porque mamá ya tiene suficiente lidiando con su horrible hermana.

Es la menor de cinco hermanas y por estúpido que parezca, en esta familia se tiene muy en cuenta la jerarquía de edades, algo agotador e incluso anticuado, pero la entiendo, porque yo soy la menor de toda esta familia. 

Calzo mis pies y entonces salgo de casa, el clima frio choca en mi rostro, es agradable y refrescante, el inicio del invierno siempre me ha agradado, además es tranquilizante salir de esa casa llena de locos. Si lo veo desde un lado positivo quizá gane algo.

El camino es un poco largo, debo cruzar un puente bastante solitario e incluso esperar un semáforo, pero al final logro comprar las bebidas y como recompensa un buen aperitivo para mí. La calle se encuentra inusualmente sola, teniendo en cuenta que siempre hay mucho tráfico y sé que no debería pensar mucho en eso, pero en realidad si me inquieta un poco.

Mi camino de regreso se hace más lento, voy comiendo con calma, no quiero volver para escuchar a la histérica de mi tía llorando por sus preparativos. Se ha casado ya dos veces, debería tener suficiente experiencia ahora.

Además, ¿Qué tiene de especial el casamiento? Las personas solo van a criticar el lugar, la comida, a la familia de los casados y el vestido de la novia, después de dos matrimonios esto es más una exhibición del novio que una ceremonia amorosa. Lo más probable es que su esposo termine divorciándose de ella, porque es una mujer insufrible y detestable, porque todos en la familia son unos entrometidos y el motivo más importante, porque el abuelo aún existe.

Y no quiero ser malinterpretada, yo adoro al abuelo, es la persona a la que más admiro y quiero, pero si fuese uno de sus yernos también querría huir de él, es un hombre demasiado imponente, da miedo solo mirarlo. Un veterano de guerra que se casó muy joven, severo y demandante con todos a su alrededor, dueño de un par de edificios y de un exitoso negocio de telas, siempre quiso tener un heredero al cual dejarle sus propiedades, el problema es que después de cinco intentos seguían llegando señoritas y entonces se cansó de intentar, además la abuela decidió darle fin a su deseo absurdo al igual que negarle el acceso a su útero. 

Entonces lo más absurdo sucedió, si no tendría un heredero tampoco dejaría morir su legado –es un viejo anticuado y orgulloso– cada uno de sus yernos abandono su apellido y la familia Choi se extendió favorablemente. Si, tengo suerte de estar en su lado bueno.

Un resplandor extraño me hace detener a medio camino del puente, es demasiado brillante y duradero para ser una estrella fugaz, la curiosidad me obliga a observarlo. Lo que sucede a continuación me impresiona aún más, un cuerpo, que no logro distinguir bien porque olvidé mis malditos lentes, cae a unos metros de mí y el golpe es tan fuerte que incluso sacude un poco el puente.

—¡Largo de aquí! 

Es una voz fuerte y un poco ronca, parece ser una mujer y aunque no puedo verla con total claridad si puedo darme cuenta de lo imponente que es, su sola presencia sumado al hecho de que pudo levantarse en una sola pieza después de esa horrible caída me tiene temblando un poco, no lo negare.

Mi cuerpo no responde al instinto natural de huida y lo único que se me ocurre es intentar ocultarme, porque todo esto me da escalofríos y porque naturalmente soy alguien que evita el conflicto, así que me aferro al barandal del puente haciéndome pequeña e intentando no ser vista.

La situación parece empeorar también, frente a la extraña, en la carretera que pasa bajo el puente y a muchos metros de distancia aparece de la nada algo enorme, tan grande como un maldito edificio, es una figura negra y aunque parece solida sus bordes irregulares me confunden, su presencia es de verdad aterradora, logro ver más de tres pares de ojos regados por su cuerpo y todos brillan de un color naranja muy llamativo, su brazo se extiende hacia el puente y entonces el cuerpo de la mujer sale disparado hacia el cielo.