Almas Bífidas.

Capitulo 2: Su alteza.

El sentimiento de que todo esto es solo un sueño raro parece irse esfumando poco a poco, con cada segundo que paso aquí comienzo a creer que algo está muy mal con mi cabeza.  

Después de despertar en un campo extraño, rodeada de flores y mucho césped, lo mínimo que espero es que alguien salga de algún lugar a decirme que todo esto es solo una extraña broma. Porque me niego a creérmelo. 

—El viaje no tomara mucho tiempo —el mismo tipo con casco y armadura me habla — podremos ahorrarnos algunos kilómetros de camino una vez lleguemos al portal. ¿Ya se encuentra mejor? 

—¿Quién demonios planeo todo esto? Si es una maldita broma... 

—Nunca nos atreveríamos, su alteza —interrumpe mi intento de amenaza y quisiera que su voz no se escuchara tan sincera — Te llevaremos a casa, para que puedan atenderte. He hecho una revisión física, pero quizá el problema sea otro. —realiza un gesto con su boca que me hace entrecerrar los ojos. 

—¿Ahora me tratas de loca? 

Y su respuesta es girarse hacia los cuatro tipos restantes que lo acompañan. Definitivamente algo no está bien. 

Dejo que me guíen hacia nuestro transporte, pero antes de eso debemos bajar la empinada colina en la que me encontraron, así que en el proceso intento reconocer algo del lugar, pero todo es nuevo para mí. Hay muchas flores, tienen colores brillantes que además desprenden un aroma muy satisfactorio, es como perfume o como el algodón de azúcar recién hecho, también el clima se siente bien y no soy fan del calor, pero el ambiente tiene una calidez que envuelve agradablemente mi cuerpo, nunca me había sentido así. 

No hay casas al rededor, todo es una vasta extensión de prados y lo que parecen ser terrenos de siembra aparecen a lo lejos, el paisaje es como una pintura. El camino hacia abajo no es muy largo, pero supongo que al llevar las incomodas armaduras se les dificulta bajar con rapidez, así que solo sigo el ritmo porque no se cual se supone es nuestro transporte. 

—Bien... ¿y el auto? —pregunto al llegar. 

—Este es nuestro transporte. 

Y como si todo lo demás fuera poco, sucede lo más surreal del día. Un oso, o lo que parece ser uno, porque es grande y peludo como debería ser un oso normal, pero al mismo tiempo su apariencia es diferente; tiene el pelaje abundante color gris que se mezcla con el blanco, manchas pequeñas doradas y negras concentradas en su rostro que luego se esparcen por el resto de su cuerpo, los ojos azules y brillantes, muy intensos, tiene la cola bífida y no sé si sus patas no duelen por el largo de sus garras, pero se ven mortales e incluso llegan a clavarse un poco en la tierra, es magnífico y aterrador. Es algo asombroso de ver. 

—¿Qué se supone que es? —pregunto anonadada. 

—¿De verdad no los reconoce? Usted misma los entrena, su alteza —responde uno de los hombres. 

—Nunca he visto algo como esto. 

Con el corazón acelerado y la mano temblorosa intento acercarme lentamente, puedo ver como su piel se contrae anticipando mi toque y aunque resopla e incluso su respiración se acelera un poco no se mueve o altera, deja que hunda mi mano en su pelaje, me sorprende lo suave que se siente al igual que la temperatura que desprende, está realmente caliente.  

—¿Como se llaman? —mi voz suena un poco temblorosa, intento hablar con cautela. 

—Son Athrokis —los cinco me miran y aunque no puedo interpretar que piensan, ellos intentan ser pacientes— ese que toca es suyo, su nombre es Aniky y ha estado con usted desde que era una cría.  

Mis manos tocan con más confianza su pelaje, nunca he visto un oso más que en fotos o videos, pero si tuviera que compáralos este animal serio por cerca más grande que un oso polar adulto, y eso me aterra, pero se comporta tan dócil ahora mismo que me produce satisfacción poder estar cerca. De repente, cerca de mi mano, abre un ojo que no había notado en absoluto, lo que me hace sobresaltar, pero intento que la impresión no me haga espantarlo.  

Por supuesto que tiene cuatro ojos. 

—Es hora de irnos. 

Con ayuda logro subir sobre el lomo del animal, tiene una especie de arnés que rodea su cuerpo y permite que mis piernas se ubiquen en una posición cómoda, sin que me vaya a desgarrar o algo así de doloroso. En este punto, si esto de verdad resulta ser un sueño va a ser el mejor que he tenido en mi vida. 

A pedido del hombre que nos dirige los animales van a un paso normal, al parecer le asusta que no pueda resistir un viaje rápido porque se supone que no recuerdo como montarlos. Debería saber cabalgar uno de estos en mi propio sueño. 

—¿Ahora a donde iremos? —pregunto acercándome un poco más a nuestro guía. 

—Te llevaremos al palacio —su rostro gira para observarme bien — necesitaras un buen diagnóstico médico.  

—¿Por qué me habla con tanta confianza? —pregunto y su entrecejo se arruga al escucharme — digo, ha dicho que soy una princesa desde que desperté, pero se dirige a mí con mucha familiaridad. ¿No deberías usar honoríficos? 

Logro escuchar como intenta retener una carcajada, pero se recompone al ver mi ceja levantada. No bromeo. 

—Es un grave caso de pérdida de memoria —no responde mi pregunta, solo habla para sí mismo y me ignora adelantándose. 

Me resigno a solo seguir el camino mientras soy escoltada y aprecio los alrededores mientras avanzamos, todo el paisaje es demasiado hermoso, un poco surreal, pero agradable, los campos que nos rodean son de la misma flor que me rodeaba hace un rato, esa de olor dulzón, algunas de las personas que se encuentran trabajando nos saludan al pasar y sin querer ser grosera les devuelvo el saludo con entusiasmo, aunque me gane un par de miradas extrañadas de parte de mis guardianes. 

Comienzan a aparecer más casas mientras avanzamos, y pronto nos encontramos entrando a lo que parece un pequeño pueblo, las casas son lindas, con ladrillos grandes que se cubren de enredaderas y detalles de madera en las puertas y ventanas que las hacen destacar mucho. Las personas nos observan, murmuran entre ellas y unos cuantos se atreven a sonreírnos y saludar. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.