10 | Coeficiente

Ella no me llevó, yo me fui porque quise.

— ¿Qué pasó ahora? —preguntó Rouse ya estando fuera.

Me encogí de hombros sin darle mucha importancia.

— Solo estaba molestando un poco a Allison, pero está más enojada de lo acoatumbrado.

Mucho más, se creía toro de rodeo. ¿Intentó agredirme de verdad? En fin, una desquiciada.

— Pero, ¿qué ocurrió?

— Olvidó guardar un par de notas en el sistema de la universidad, y ahora tiene que corregirlas antes de que cierre el proceso, por eso está bastante estresada.

No estoy diciendo que fuera para menos, solo digo que no hubiera ocurrido si hubiera sido más responsable. Como con mis documentos, por ejemplo.

Rouse se sorprendió, mostrando preocupación.

— Sí —asentí ligeramente—. No reaccionó muu bien. Ahora que lo pienso, nunca la había visto tan molesta como ahora.

Se iba a quedar calva de jalarse los pelos así. Que alguien la amarre, en una de esas capaz y agrede a alguien de verdad.

— Es que, no creo que eso sea algo ligero, Liam —eso me sonó a otro regaño.

— A ver, tampoco es la gran cosa —me crucé de brazos—. Quiero decir, es solo un error, tsmpoco es necesario que se altere de esa forma.

— Ya tiene una advertencia por parte del rector —explicó—, no le pueden dar otra. Podrían echarla de la universidad.

Me quedé pensativo. Está bien, sí, me sorprendí un poco al escuchar eso. Es cierto que Allison había mencionado algo parecido allá adentro pero estaba ocupado molestándola como para tomarme en serio sus palabras.

— No tenía idea de que las cosas estaban así de mal para ella —dije tras reflexionar.

Es decir, técnicamente, lo sabía, pero no había caído en cuenta de que a lo mejor sí que era grave.

— Liam, ella tiene la beca porque la mensualidad no le alcanza para pagar la universidad. Si se la quitan, no tendrá cómo seguir estudiando—me miró con reproche—. ¿No crees que ahora sí te pasaste un poco?

Bueno, me sentía un poco culpable. Solo un poco.

— ¿Puedo preguntar algo? —cuestioné. Ella aceptó y yo me tomé unos segundos para formular la pregunta que tenía en mente—. No quiero ser grosero, pero... eres muy cercana a Allison, y sé que siempre te has llevado bastante bien con ella. Pero, ¿por qué eres su mejor amiga? Quiero decir... son muy diferentes.

— Pues —levantó los hombros—. Me gusta mucho pasar tiempo con ella, supongo que no lo entenderías porque la relación entre ustedes—señaló con los dedos—, es algo complicada. Quizá si los dos no compitieran todo el tiempo por quién sabe más que el otro, se llevarían bien.

Yo no competía con nadie. Era ella quien hacía todo un show por cada pequeño logro que tenía.

— No es simplemente una competencia de quién sabe más. Es ella la que empieza todo el tiempo. Detesto que todas sus actitudes sean tan inmaduras.

— Pero consideras que eres mejor que ella, ¿no? —me quedé callado.

Claro que lo era, pero admitirlo abiertamente frente a otros, que no fueran ella, me hacía arrogante. Sin embargo, sentí que Rouse quería escuchar una respuesta sincera.

— Pues, creo que lo soy. Mi promedio habla por sí solo, y las reiteradas veces en lo he demostrado también.

— Bueno. Ella piensa lo mismo de ti —dijo—. He ahí el problema.

Se me olvodaba que esta chica era de la facultad de ciencias mentales. ¿Me estaba psicoanalizando?

— Eso es muy infantil —respondí—. Es un hecho que yo soy mejor que ella. No debería ofuscarse por eso.

Soltó una risa.

— Es bastante subjetivo, me parece.

No era subjetivo, había pruebas y estadísticas. Incluso mi cociente intelecutal estaba más arriba que el de ella. No había lugar a debate. No lo decía en serio, ¿verdad? Rouse nunca me había molestado, pero estaba cuestionando mis habiliades intelectuales.

— Con respecto al otro tema. Tal vez es cierto que me pasé un poco, pero ella me estresa y siempre está tratando de ganarme en todo, solo quise hacer lo mismo por una vez.

— Creo que deberías pedirle disculpas.

¿Qué? No.

— No, no voy a pedirle disculpas. Ella me ha molestado desde que nos conocimos, ¿por qué debo ser yo quien pida perdón?

Y fuera de eso, estaba seguro de que le iba a importar un rabano mi disculpa. Probablemente iba a ignorarme o respondería siendo sarcástica como era habitualmente.