♡ Cap. 2 Sueños♡

—Mandemos todo al carajo y seamos felices—comenta mientras estamos acostados en mi habitación y él acaricia mi cabello.

—Pero nuestras familias nos necesitan, debemos de ayudarlos para estar juntos sin ninguna amenaza.

Él dirige su mirada hacia mí, me sonríe con esa perfecta sonrisa de dientes derechos y blancos con la que fue bendecido y que enamora a cualquiera.

—Mi querida Sofía, siempre poniendo primero la seguridad y felicidad de los demás antes que la tuya—besa mi frente.

Me sienta en sus piernas y soy consciente de que tengo las mejillas de un fuerte carmesí —Pero no quiero que te hagan daño— susurra, con su mano me quita un mechón de cabello y lo coloca atrás de mi oreja ocasionando en mí un increíble cosquilleo en mi piel.

—Hare lo imposible para que estemos juntos—acaricia son suavidad mi mentón y se acerca hasta que sus labios se juntan con los míos en un beso dulce y tierno.

Sus labios son lo más exquisito que existe. Sin poder evitar mis deseos muerdo sus labio inferior.

Dominic se pone encima de mí, me sigue besando con cariño. Mi cordura se nubla en el momento en que su mano toca mi cintura y entre caricias empieza a ir más arriba.

Todo mi cuerpo responde a él haciendo que todo mi ser sienta una gran corriente eléctrica.

—¡Sofía! ¡despierta! — escucho la voz ronca de mi hermano y caigo en la triste realidad que era un sueño—Se te hará tarde hermanita.

Empiezo abrir mis ojos poco a poco para poder acostumbrarme a la hermosa luz del sol y veo a mi hermano a un lado de mi cama. Noah abre aún más las cortinas color azul cielo para que los rayos del sol me animen a levantar.

—¿Qué hora es? — pregunto.

—seis cuarenta —me levanto de un brinco —¿Por qué no me despertaste antes? —exclamo y entro a toda velocidad al baño, me doy una ducha rápida, me lavo los dientes y con mi cabello húmedo y limpio puedo llevarlo suelto.

—Tienes el sueño pesado, muy pesado, date prisa que los dos llegaremos tarde.

Mi hermano se retira de mi habitación y aprovecho para dirigirme a mi armario, tomo unos jeans, una playera color lila y unas zapatillas del mismo color.

<<Solo han pasado 10 minutos, tiempo perfecto para llegar al colegio.>>

Cuando acabamos de desayunar ambos nos subimos al auto e iniciamos el viaje.

Mi hermano siempre me lleva a la preparatoria para el después irse a la universidad, él está cursando su último año y al graduarse tiene muchas posibilidades de que suba de puesto en su trabajo ya que él no trabaja en cualquier cosa, él está en la empresa del arquitecto más famoso e importante de todo Chicago, Ryan Jones. Admiro a mi hermano por trabajar y estudiar al mismo tiempo, muy pocos logran soportar tal responsabilidad.

Hemos llegado al colegio . . .

—Adiós hermanita nos vemos al rato, cuídate.

—Adiós hermanito, igual cuídate y mucho éxito.







 

—Envidio tu suerte Sofía, no ha llegado el profesor—murmulla Dylan, mi mejor amigo quitando su mochila de una silla para que me pueda sentar.

—El universo me adora, pero como sea te debo una—abrazo a mi amigo.

—Ya debes una cuenta bastante larga querida Sofía.

Dylan Fernsby es mi mejor amigo desde primer año, debo decir que es muy guapo, es alto y deportista. Su mandíbula está un poco marcada, con pómulos aristocráticos y una nariz perfilada. Sus labios son carnosos y tienen un rosado precioso. El arco de cupido parece que fue hecho con delicadeza y su labio inferior está acompañado de un piercing casi imperceptible.

Sus ojos son de un color verde precioso. Su cabello es negro ébano el cual hace contraste con su piel blanca y cremosa y cae sobre su frente y orejas. Tiene dos tatuajes, uno en el brazo derecho de un león que luce profesional y bien hecho y en el costado de su cuello tiene escrito su nombre en árabe. Es muy callado, pero conmigo y las chicas habla hasta por los codos.

—¿Un sueño nuevo?— pregunta mi mejor amigo, con malicia. 

Dylan junto con mis amigas, son los únicos que sabe de estos sueños tan extraños con el engreído pero guapísimo capitán de americano Dominic Jones. Al inicio creí que eran simples sueños por varios encuentros poco agradables qué había tenido con él.

Pero todo eso cambio cuando cada sueño era constante, cada vez era mas real. Los sueños que he tenido en el último mes han sido con Dominic, solo con él.

Y los sueños son románticos y tristes, para ser exacta son más bien extraños.

—Un sueño nuevo efectivamente, ya no hay noche en la que no aparezca Dominic.

—Tal vez estas enamorada de él y tienes un lazo especial—se encoje de hombros.

—¿Enamorada de ese idiota? Estás loco.

No creo que sea amor y un lazo especial menos, esto es más grave de lo que imagine y me asusta.

Como todo adolescente Dylan y yo vamos a la cafetería, el cual es el paraíso para mí, donde hay comida estoy yo. Ambos compramos unos sándwiches y como si no hubiera un mañana los devoramos en segundos.

Nos dirigimos a la mesa donde esta las chicas del equipo de voleibol Nicole, Alessa y Peige. Son mis mejores amigas, fuera y dentro de la cancha. Al principio Dylan se sentía cohibido por ser el único chico, pero ahora . . .

—Ahí viene mi pareja de novios favorita—grita Peige, ella es una chica blanca, cabello castaño claro y ondulado, sus ojos son verde olivo claro, rostro perfecto sin imperfecciones. Ella enamora con sus ojos a cada chico de Northside.