Alya Dança

2. Rebel Blood.

The blood in my veins

Cada día suele ser una agonía para Rebel, el primogénito y, único heredero de la familia Blood. El tener una carga tan pesada sobre sus hombros, le hace cuestionarse una y otra vez ¿ Por qué carajos sigue con vida? A su corta edad ya entendía lo suficiente. Entendía a la perfección cuando esconderse, cuando dar su opinión, cuando salir de su escondite, cuando comer, cuando tomar un baño..... cuando sonreír, cuando tener sexo.

Todos y cada uno de sus pasos estaban totalmente premeditados por su familia, todo lo que suele hacer durante el día, es anotado en una bitácora. La cual, suele revisarse todos los días al ocultarse el sol.

Rebel froto su cabeza con ambas manos y dejo salir un alarido de dolor, grito hasta quedar completamente ronco, dejo salir todo el dolor que llevaba guardando durante tanto tiempo. Dejo caer su cuerpo al suelo, cayendo sobre sus rodillas y enterrando su rostro ensangrentado y amoratado entre ellas. Tratando de ocultar todo aquello que esa noche lo delata.

Una mano pálida y totalmente escuálida le invita a tomarla, le invita a tomar su mano.

Rebel, clava su mirada en esa mano pálida y llena de cicatrices, no hay un solo lugar limpio de ellas. Es como un lienzo en el cual se esculpió la mas hermosa de las piezas de una obra de arte gótica, totalmente..... macabra. Su mirada le siguió hasta dar con la pulsera que adornaba su muñeca. Una zafiro en forma de pirámide flotaba a su alrededor, Rebel trago saliva y con sus mano temblorosa y su cuerpo casi laxo, la tomo. Trago saliva varias veces y se puso de pie. Sus rodillas dolían, su cuerpo temblaba de dolor y miedo. Era una gelatina a punto de disolverse.

__ Por favor, por favor..... ayúdame.

Las palabras emitidas por Rebel fueron tan secas y carentes de emoción que, hasta el animal mas hermoso podría salir corriendo. Sin embargo, la persona que se encontraba frente a él, no tenia miedo de nada. Al contrario, disfrutaba de todo lo que en esos momentos estaba pasando.

Rebel, mordió sus labios hasta hacerlos sangrar y, su cuerpo se estremeció, cuando la mano escuálida y llena de cicatrices se cerro alrededor de su muñeca, tirando de él hasta quedar cuerpo a cuerpo. Su cercanía era tan electrizante que, hasta la mas leve chispa podría iniciar un fuego incapaz de apagarse.

Su nariz se restregó en la mejilla de él lo olfateo una y otra vez, gravando su aroma, impregnando su esencia en el cuerpo de Rebel. Saco su lengua larga y delgada, como el de una serpiente y lamió los labios de Rebel. Dejando completamente paralizado a Rebel. El corazón de este comenzó a latir después de mucho tiempo.

Un calor abrazador inundo a Rebel, por primera vez en veinticinco años su corazón de nueva cuenta anunciaba su regreso. Sus mejillas de inmediato se llenaron de un rosa cálido, dejando ese rostro expuesto al ser frente a él.

__Eres una festín que no puedo dejar pasar tan fácil.

__¿Quién eres?

__La pregunta es ¿Qué soy?

La voz de una mujer fue lo que Rebel escucho, una voz dulce y llena de vida, una voz totalmente diferente a lo que había escuchado a lo largo de su corta existencia. La calidez emitida le hizo sentir una paz que nunca ante había sentido.

__Tengo sed.

Susurro Rebel. La mujer tomo una pequeña cantimplora de piel de su cinturón y se la ofreció, este, al verla, abrió sus ojos a mas no poder y retrocedió un par de pasos. La mujer, sonrío, a pesar de tener la capucha puesta sobre su cabeza, se estaba divirtiendo con lo que estaba pasando.

__¿No tenias sed?

Rebel negó con la cabeza varias veces y se removió en su propio lugar.

__ ¿Muñequito? ¿Acaso tienes miedo de mi?

Rebel pasaba su mirada de la cantimplora al rostro que no lograba ver bien a la perfección por la capucha que lo cubría.

__No, no es eso.

__Deberías tenerle miedo a los vivos, tener miedo por una simple cantimplora, me hace querer golpearte hasta sacar a relucir ese color rojizo que tanto me gusta de ustedes.

Rebel lo miro un niño asustado y sus manos de nuevo comenzaron a temblar. El tono empleado no era para nada cálido, al contrarió, emitía un aura totalmente diferente al de hace unos momentos.

__Eres un perro, un lindo perro.

Bajo la mirada de la mujer, Rebel se sentía totalmente a su merced, quería salir corriendo, quería escapar pero, cuando estaba a punto de dar el paso para huir, algo le impedía moverse.

__ No importa quien soy. Lo que importa es, a donde vas. No importa cuantas veces intentes huir de mi presencia, al final, siempre terminaras haciendo lo que yo desee.

Eres el pago, que la familia Blood me ha entregado. He esperado tanto tiempo por ti que, ya no se cuanto mas pueda seguir controlándome para no terminar contigo en estos momentos. No logro saciar mi curiosidad por ti. Tienes tantas facetas que me tienes un tanto intrigada. He estado al pendiente de todo lo que haz hecho y, no me canso de verte una y otra vez, pasar por lo mismo.

Dime una sola cosa Rebel ¿Qué estas dispuesto a dar por una venganza digna de ti?

Las lagrimas brillaban en los párpados de Rebel, bajo la mirada y analizo sus palabras. Apretó sus puños y se armo de valor para soltar unas cuantas maldiciones.

__¿Qué estas dispuesto a entregarme por hacer pagar a los que te hicieron esto?

__Lo que desees.

Las palabras suaves emitidas por Rebel, hicieron que la mujer lo mirara con mucha mas curiosidad que anteriormente.

El olor a pino y bosque inundo las fosas nasales de Rebel y este, busco por todos lados, sin embargo, solo había una oscuridad profunda.

Una brisa helada lo dejo paralizado unos instantes.

__Un venado me daría mucho mas pelea que tú, muñequito.

Rebel se quedo petrificado cuando sintió como fue levantado por esa brisa, envolviéndolo por completo y dejando su cuerpo laxo pero consciente de lo que a su alrededor estaba sucediendo.




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