Capítulo 1

Alysa.

Debes tomar una decisión.

Vamos Alysa, respira y mantén la calma, eres la Luna, eres la figura de autoridad, debes saber que hacer.
Me muerdo el labio con fuerza, estoy aterrada.

¿Qué pasará con la manada si huyó? ¿Qué pasaría con Susi y conmigo si me quedo a luchar?

Tal vez Uzziel venga rápido junto con los guardias y podrán salvar todo.

<< Uzziel, por favor, te necesito >> digo a través de nuestro enlace, pero no recibo respuesta.

—¡Luna! —habla alguien golpeando la puerta —la última orden del Alpha fue que la ayudáramos a escapar, están por entrar a la mansión.

Nos matarán si nos quedamos.

Pero él va a volver pronto.

Antes de salir de la habitación tomo un labial y escribo "Estaremos bien, te amó" sobre espejo para cuando Uzziel regrese y no nos encuentre no se preocupe tanto.

Salgo de la habitación de prisa y me dirijo a la habitación de Susi; con cada paso que doy mi corazón late con más fuerza, la desesperación y la impotencia recorren mi organismo al observar a través de los cristales el desastre que hay fuera.

—Vamos a salir —digo con una sonrisa fingida —ponte zapatos rápido —ordeno tomando una una mochila y comenzando a depositar camisetas, pantalones y ropa interior de Susi con rapidez.

—¿Estas bien mami? ¿Dónde está papi? ¿Qué es todo ese ruido? —cuestiona con su tierna vocecita, me aclaro la garganta antes de responder, tratando de evitar las ganas de llorar.

—Todo está bien, él está arreglado todo —sonrió antes de tomarla de la mano para salir de la habitación.

—Por aquí Luna —me guía uno de los guardias hacia la puerta trasera, cargo a Susi y me apresuró a seguirlo.

Me hace una seña que guardemos silencio y nos demos prisa.
Intento caminar tan rápido como mis piernas me lo permiten, preferiría ir en auto, pero llamariamos mucho la atención y no nos dejarían ir.

A fuera todo es un completo caos, los lobos de mi manada corrían de un lugar a otro, unos intentaban ayudar a los heridos, otros intentaban crear un círculo alrededor de nuestra casa para que no llegaran, intentaban defendernos a Susi y a mí.

Mi corazón se encogia cada vez que mis ojos chocaban con mis lobos, ellos daban lo mejor de sí, y yo lo único que podía hacer es huir.

Y ni siquiera eran personas preparadas para luchar, pero aún así no les importaba dar su vida para defendernos.

—Vamos Luna —dice el guardia tomando a Susi en sus brazos y tomando mi muñeca acelerando mis brazos —no vea hacia atrás, ellos estarán bien —asiento no muy convencida.

Juro que todos esos malditos van a pagar.

Nos adentramos al bosque siguiendo el pequeño camino que llevaba al límite de la manada, conocía bien este camino, es donde salíamos a caminar con Uzziel por las mañanas.

Uzziel ¿Él estará bien? ¿Y si esta lastimado? Sus ojos ojos verdes vienen a mi mente al recordarlo.

Al llegar al límite de la manada me detengo de golpe haciendo que el guardia se detenga y me observe extrañado.

—Puedo sola de aquí para allá —digo tomando a mi hija entre mis brazos —ve a ayudar a los demás.

—Pero Luna, el Alpha ordenó llevarla a una de las manadas aliadas —dice reusándose a regresar.

—Ve, es una orden —digo con autoridad, la cual en este momento no se de donde la sacó, él hace una mueca dudando —no te preocupes, yo conozco el camino a la manada del norte —digo con un intento de sonrisa.

En la manada del norte, son nuestros aliados desde hace años, y el Alpha es primo de Uzziel, por lo tanto nos recibirán.

—Pero...—yo niego. —Por favor cuídese —responde con una pequeña sonrisa y despidiéndose con la mano antes de darse la vuelta y comenzar a correr hacia el campo de batalla.

—Mami... —intenta preguntar Susi haciendo un puchero.

—Ahorita no Susan, mira vas a tomar mi mano y correr con todas tus fuerzas sin hacer ruido —ordeno, ella a punto de llorar asiente —ahora —tomo su manita y comienzo a correr con ella a mi lado.

No puedo correr muy rápido pues Susi no lo hace, corremos, corremos sin parar, cuando Susan ya no pude la cargo en mi espalda y sigo mi camino lo más rápido que puedo. Aún estamos cerca, si nos atrapan seguramente nos asesinaran.

Siento que mis piernas van a doblarse en cualquier momento, mi respiración es un desastre, al igual que mi mente.
Cada recuerdo lindo viene a mi mente atormentadme cada vez más.

Fue la única manada que me recibió cuando no tenía nada, fue la única que me trató como persona.

Tengo miedo.

Mucho miedo, miedo a perder a mí familia, todo lo que amó está pendiendo de un hilo y parte de esto es mi culpa; yo convencí a Uzziel que fuera él junto a los guardias.

Me detengo cuando siento que ya no puedo más, hasta el aire lástima mi garganta al pasar.

—Vamos a parar un momento —digo sentándome sobre la tierra y colocando a Susi sobre mis piernas, tomo el teléfono y el poco dinero que llevaba en el bolsillo trasero y lo colocó en la mochila de Susi —todo va a estar bien cariño —digo acariciando su cabello.

—Papi va a venir por nosotras ¿verdad mami? —cuestiona levantando la cabeza, yo asiento.

—Ahorita nos vamos a quedar un tiempo con el primo Gabriel y luego va a llegar papá ¿si? —ella asiente feliz.

—¿Cómo vacaciones? —pregunta, yo asiento con una pequeña sonrisa — mami ¿Por qué el guardia me cubrió los ojos mientras veníamos? —inquiere frunciendo el ceño.

—Estaba jugando —miento.

A mi alrededor sólo veo árboles por todos lados, se que ya no estamos en Asmen, si sigo el camino, pronto llegaremos a la zona libre, es como un pequeño punto de licántropos, pero sin ser una manada; y quizá mañana estemos en Baslan, la manada del norte.

Ay Diosa, por favor ayúdanos.

Nos quedamos un momento en la misma posición, mientras escucho la pausada respiración de Susan, que solo se recostó sobre mi pecho y se durmió.
Tomó el teléfono nuevamente y llamó a  Gabriel rogando que me responda, luego de varios tonos responde.