Amada Mía

Capitulo 19

Armando

Estaba conmocionado al escuchar cada palabra que salía de su boca mientras estaba delirando.

Todo este tiempo ella ha sabido que sus padres son unos asesinos, sin embargo se lo guardo durante años fingiendo demencia. La observo con odio al verla sufrir internamente por su pecado.

 

—Diana no fui yo, no te mate, no. ¡No!, Ellos fueron yo los vi, no puede ayudarte. ¡Perdóname!

 

Carime sabe todo lo que sucedió aquel horrible día. Pensé que había perdido la memoria, pero tal parece que ella siempre supo quiénes fueron los asesinos de mi madre. ¡Que mierda es todo esto! Me hacerco a zarandearla de un lado a otro para que despierte de su pesadilla que de seguro es su maldita consciencia, su cuerpo está sudoroso y frío, repite una y mil veces el nombre de mi madre.

 

—Diana, Diana, Diana… Yo no— grita alterada.

 

—Despierta ¡Mentirosa!— me hierve la sangre al amarla tanto, es una falsa. Maldita sea, ella sabe quiénes asesinaron a mi madre. Carime todo este tiempo lo ha sabido.

 

—No… suéltame, ¡no me hagas daño! ¡POR FAVOR! No ¡Auxilio, Andrés! Sácame de la alberca— súplica en su pesadilla.

 

Me separo de ella y lloro como un maldito loco, tengo ganas de matarla y sacarla de mi débil corazón, si tan solo ese día al sacarla de la alberca y al reaccionar me hubiera reconocido o me hubiera dicho que mi madre se encontraba agonizando yo no sería este monstro que ahora soy y madre no estuviera muerta.

 

Mi corazón esta lleno de odio, hasta no ver a los culpables tras las rejas y sufriendo, no estaré bien.

 

Sé que Jorge y Amanda tienen que ver, según ellos, mi madre desapareció de la mansión junto a dos empleados que robaron dinero, joyas y a saber que más, da la casualidad que ella estaba involucrada en el robo ya que transcurrió en los días que desapareció. Amanda y las criadas decían que Diana se había ido del país con su amante. Se reían y burlaban al hablar de mi madre, nunca creí en esa absurda calumnia, en ese lapso de su desaparición me dispuse en buscar evidencia y la encontré.

 

Nadie supo nada de su desaparición, hasta que me entere y la encontré muerta después de 20 días enterrada aún lado del gran árbol de cortes, ella fue sepultada como un animal por las mismas personas que la mataron.

 

Después de esos días la Familia Lozano desaparecieron, fue en ese entonces que me convertí en lo que soy y peor aún al saber que nunca nadie supo de ese asesinato. Al mes logre escapar de ese infierno, conocí al señor Marcos Miller, mi abuelo paterno él era uno de los hombres más rico de Honduras, me confesó como murió mi padre injustamente por culpa de esa familia. Al parecer Jorge provoco un mal manejo de dinero y de las empresas en la que era socio con mi padre y fue en ese momento que se quedo con todo el dinero y empresas de mi padre acá en Nicaragua.

 

Mi pobre padre murió envenenado.

 

Al conocer a mi abuelo él me llevo a mi país natal me inscribió con el nombre y apellido real de mi padre, me dio estudios incluso me dejo toda su herencia ya que era su único nieto y mi padre era su único hijo. Al mi abuelo enfermar y hacerme un hombre preparado falleció y luego regrese a Nicaragua con mis mejores armas convirtiéndome en esto que ahora soy, tengo mucho en tan salo poco tiempo. Por años me pregunté si realmente Jorge y Amanda fueron los asesinos pero lo tengo más que comprobado. Yo tomaré la justicia por mis propias manos, pero antes van a sufrir las consecuencias de sus actos.

 

Aprieto los puños con fuerza al pensar en todo ese doloroso pasando, si Carime me hubiera dicho no estuviera haciéndole todo esto, la amaría como se merece y todo lo que un día nos confesamos en el sótano lo estuviera cumpliendo.

 

Dejo de lado mis pensamientos para concentrarme en mi esposa, ella balbucea en su pesadilla, llora y se aferra a las sábanas, se nota que está sufriendo en su interior.

 

Salgo de la habitación dejándola sufriendo mientras duerme. Entro a mi despacho, me sirvo una copa de coñac, doy varias vueltas sin tener una P*** idea de que hacer, me senté en el sofá y apreté la copa en mis manos. Tengo tantas ganas de hacerle pagar todo el dolor que sufrí por años.

Jamás pensé que me doliera tanto descubrir que ella nunca perdió la memoria. Ese día que la encontré dentro de la alberca a punto de morir ella fingió no conocerme incluso cuando la llevaron a su casa aún seguía encerrado pero no tuvo la mínima delicadeza de ir en hablarme o por lo menos darme una pista de lo que había sucedido.

Abro mi lapto entro a los Archivos guardados, entre ellos busco varias imágenes y videos de cuando contrate a un detective para vigilarla al ella regresar del extranjero juntos a esos malditos.

Incluso un fiel trabajador se hizo pasar por chófer para saber todo referente a ellos. Lo que me indigno fue darme cuenta que a Jorge caer en la ruina no la pensó tanto en querer vender a su propia hija al Ruso para que le devolvieran su empresa.

Carime aún no sabe todo lo que sus queridos padres quisieron hacer con ella. Ese Magnate la iba prostituir o vender sus órganos o peor ponerla a venderla en una subasta con el mejor precio, tuvo mucha suerte conmigo ya que en mi caso jamás le haría eso, venderla para matarla o prostituirla. Lo mío solo es hacerla sufrir y recordarle que fue testigo de como mataron a su Nana y ella no hizo nada para denunciar lo que vio.

Nada…

Me hierve la Sangre en pensar todo ese acontecimiento.

Negando dejo el vaso en la mesa de mi escritorio. Entro a mi habitación y sin saber porque me acosté a su lado, queriendo sentir su aroma.

Maldición la Amo y no se qué hacer?

 



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En el texto hay: pasión, amor, venganza

Editado: 25.04.2024

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