Amada Mía

Capitulo 28

Carime

Cuando entramos a la casa de mis padres, mi cerebro pedía a gritos salir corriendo. Esta insegura de lo que iba escuchar ahí.

—Entremos— dice mi marido sacándome se mis cavilaciones.

Al entrar a la casa, mi madre me abraza, y el rostro de mi padre es de enfado, se que no le agrada la manera en como Armando y yo estamos tomados de la mano.

—Hija no sabes las ganas que tenía de verte — mi madre llora mientras me sigue abrazándome con fuerzas.

No respondí nada ya que no sentía lo mismo.

—Bien ya que estoy aquí, podrían decirme el motivo por el cual querían verme, tengo cosas que hacer— replique fríamente, eso es lo que ellos provocan en mí.

—Estas ansiosa Carime, veo que ya te llevas muy bien con tu comprador— comentó Jorge soltando una carcajada la cual me enfadó Inmediatamente, desistí la idea de levantarme a decirle sus cuántas verdades.

—Tal parece que eso le afecto señor Jorge— Mi esposo responde por mí.

Mi padre observa de mal modo a mi esposo.

—Bien te diré todo lo que deseas, con la condición que vengas seguido a vernos, como tus padres que somos y apoyarnos económicamente ya que he quedado sin trabajo y como puedo notar vives muy bien al lado de tu esposo o mejor dicho tu comprador. Él te puede dar una suma mensual y de esa suma puedes repartirlo con tus padres, de esa manera deberías ser agradecida por todo lo que hemos hecho por ti.

—Eres una escoria— Espeto Armando. Jorge empezó a reír.

No lo podía creer, que desgraciado resultó ser mi padre, ahora él quiere venderme la información, no se para que motivo deseo saber algo que ya no tiene remedio ya estoy casada.

Pero y mi madre ¿Por qué aún siento lastima por ella? Si no la tuvieron conmigo cuando no le importaron cederme a Armando como un simple pago.

—Así como escucharon el deber de Carime es mantener a su familia o la demandare como padre por abandonar a sus viejos enfermos.

—Eres un desgraciado de mierda— bramo Armando Furioso.

Todo esto es una maldita estupidez de parte de mi padre.

—Tú compraste a mi hija ahora yo quiero vender la información por la cual la ofrecí como pago.— Jorge encogió de hombro.

—Termina de hablar pedazo de mierda— réplica Armando apretando los nudillos, se nota que está enojado.

—Bien querida hijita, este señor que ves acá te compro doblemente ya que yo te iba a vender a un ruso, el cual me iba a dar mucho dinero por ti, pero déjame decirte cuáles fueron los motivos por el que llegue a este punto. Bueno uno era por tu madre que se encontraba muy enferma…

No podi creer lo estaba diciendo mi padre. Mis ojos se llenan de lágrimas pero las reprimo, esto es lo más feo que nunca pensé escuchar, y lo peor es que lo habla de una manera tan vulgar.

—Prosigo, resulta que este señor que vez aquí-. Dice señalando a Armando. Mi cabeza empieza a dolerme. – Me había prestado una suma de 200 millones de dólares, una cifra grande ¿Cierto? Y encima me sacó de la cárcel por un fraude que yo no cometí, cosa que nunca supe porqué entre a esa maldita prisión… El caso es que este desgraciado al prestarme los dólares me hizo firmar un contrato. Pero lo hizo al verme en un estado ebrio, es decir que no estaba consciente de lo que decía ese maldito papel—. El corazón me quería salir del pecho, mi padre siguió la conversación al verme a los ojos. —En el contrato decía que tú serías la garantía o mejor dicho la paga de mis deudas incluyendo una casa que tenía hace mucho, bueno en la que ahora viven.

Miro a Armando con terror, el hizo eso para tenerme, pensé que mi padre me había utilizado para saldar la deuda. Nunca se me cruzó en la mente que fue planeado por Armando.

—Tú hiciste eso para tenerme a mí, Lo planeaste todo Armando—

Inquiero nerviosa al saber la verdad.

—Todo es verdad— Respondió sin dejar de verme.

—A todos esto, nunca supe bien de esos papeleos hasta que este tipo aparece cobrando la deuda, en ese entonces tu apenas tenías doce años y vivíamos aquí ya que la casa antigua en la cual ahora vives la había puesto en venta por motivos de la enfermedad de tu madre y las deudas, me sentía desesperado ya no sabía cómo pagar esa suma de dinero, en ese transcurso apareció un Ruso muy joven, conocido de la familia, él te miraba con otros ojos, estaba enamorado de ti. Entonces la desesperación de ir nuevamente a la cárcel y perder lo poco que tenía me hizo decirle al Ruso que te vendería a él, pero luego este hombre apareció y protesto que tú le pertenecías, sacó los papeles con mi firma y me los mostró, incluso me pago unas cifras de más por llevarte con el cuándo cumplieras la mayoría de edad. Ese fue el motivo por el cual te utilice, sin ser consciente y ahora la empresa que teníamos se fue por el retrete, por una mala contabilidad, creo que Armando tiene mucho que ver.

Los ojos de Armando están puestos en Jorge y los de mi madre en mí.

Las lágrimas salen de mis ojos sin poder controlarlas, me levanto y le propinó una fuerte cachetada a la Bestia de mi esposo.

Por esa razón él sabe todo de mí, porque me vigilaba como un maldito pervertido.

—Debemos irnos— Replica tomándome del codo.

—¡Suéltame maldito loco!— Grité alterada

–Pensé que él— Señale a Jorge —Me había vendido a ti, ¡Pero fue lo contrario tú le hiciste firmar un papel para que yo fuera la maldita garantía!— Grite y lo golpeo con mi mano libre en su pecho.

¡No!... Dios mío…

Armando me levanto en sus brazos sacándome de la casa, yo pataleo con fuerzas para que me baje e incluso le muerdo el hombro y lo araño, me mete en el coche, pone el seguro y a los segundos el entra, arranca a toda velocidad, saliendo del barrio.

Puse las manos en mi rostro y me eche a llorar. Ahora no se en quien confiar.

Él lo planeó todo, incluso mandó a mis padres a la quiebra.

Maldición, ahora todo tiene sentido, Armando me ha estado vigilando desde hace mucho tiempo, para lograr su objetivo… y vaya que lo logro.



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En el texto hay: pasión, amor, venganza

Editado: 25.04.2024

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