Amada Mía

Capitulo 38

Carime.

Armando entra a la habitación a toda prisa. Lo miro toda coqueta.

—Gracias por traerme a la cama, estaba cansada y no quería subir las escaleras— Expreso mordiendo mi labio inferior.

—Corazón me darás las gracias de otra manera, quiero escucharte gritar mi nombre— Susurra seductor.

Por tan solo escucharlo se me moja más rápido la ropa interior de encaje, su modo de hablar de esa manera, coqueto y seductor provoca que miles de moléculas viajen por toda mi piel.

Armando cierra la puerta de habitación le pone el seguro, se quita la molesta ropa quedando desnudo, mis ojos viajan por todo su dorso desnudo, sus enorme trasero y ni decir de su enorme pene ya listo para la batalla.

—Todo eso me pertenece. — Murmuró elevando las cejas.

—Soy todo tuyo mi amor.

Recorro su bien formado y musculoso cuerpo, su gran miembro avivado sólo para mí. Viene hasta la cama se pone de rodillas, me quita las sandalias y luego el vestido, quedó sólo con sujetador y ropa interior.

—Estas lista para pasar toda la tarde y la noche teniendo sexo con esta Bestia—. Susurra lamiéndose la lengua.

—Estoy lista mi amor, soy toda tuya este día. Hazme gritar tu nombre, quiero sentir que pueda tocar las estrellas y sentir las galaxias a mi alrededor.

—Todo te hare sentir hoy, mañana y siempre.

Asiento elevando mi pierna a su pectorales, el me quita la diminuta ropa interior, la huele aspirándolo mi aroma. Vaya que excitante.

—Me encanta tu olor— Dice absorbiendo por la nariz. No puedo creer lo que me provoca su gesto morboso.

—Te quiero hacer gritar mi amor, pero por ahora sólo haré que gimas ya que nuestro bebé está creciendo y no deseo lastimarlo— Es real este hombre. Toca mi vientre, baja la cabeza y deja un beso cerca de mi ombligo, luego me abre las piernas, hunde su rostro en mi intimidad. Mi boca se abre al sentir como muerde mi clítoris, pongo mis manos en su cabello negro y sedoso. Me encanta, me vuelve loca todo lo que hace su deliciosa lengua. Estoy a punto de explotar en su boca. Me muevo mientras chupa mi clítoris, siento miles de estrellas estallar dentro de mi.

—Armando ya estoy lista, acabaré en tu boca.

Estoy agitada. Mi esposo me ignora y lame más fuerte mi interior, mi cuerpo se tensa, al experimentar como una bola de fuego se forma en mi vientre sin dar crédito a nada, mis fluidos salen a flote mojando mi muslo… tengo mucha pena, mi esposa se detiene para luego limpiarme y seguir su juego de hacerme correr este maratón.

—¡Carime me encanta tu sabor— Exclama mi esposo levantando la cabeza sonriendo.

—Armando es muy vergonzoso, perdón no quise mojarte la boca.

—Shsss. Te amo princesa y tenlo por seguro que este día lo disfrutaras— Expresa encantado, al instante besa mis piernas, su lengua roza cada partícula de mi piel, sube hasta mis pezones ya duros por la fuerte excitación provocada por él, los muerde sin ser brusco, chupa como si él fuese un bebé alimentándose, su gran pene está posicionado en mi entrada a punto de hundirse. Eso hace que mi cuerpo vibre más y más, la Carime morbosa despierta, enredo mis piernas alrededor de la gruesa cintura de mi amor. Bajo una mano y tocó su duro, largo y grueso pene.

—Estas muy atrevida Amada mía.

—Todo con tal que me penetres de una vez—. Musite y luego pasa mi lengua por su cuello.

—Me matas nena, eres tan deliciosa que jamás escúchame bien jamás me cansaré de chupar tus deliciosos pechos, ni siquiera de dejar de besar estos deliciosos labios.

—Te amo Armando— . Beso su boca, manoseo su pene de arriba abajo. El baja la mano y sujeta su miembro y me penetra despacio.

Grito sin ser escandalosa, nuestras lenguas se entrelazan, mi vagina aprieta el pene rígido de mi esposo, el jadea y se mueve con rapidez en mi interior, provocando que desee gritar más de placer pero me da vergüenza así que no grito.

Estoy en el cielo disfrutando de la Luna y las hermosas estrellas, así como me lo prometía.
Varios espasmos recorren desde la planta de mis pies hasta llegar a mis piernas subiendo en mi vientre, se pone en tensión hasta que hay una especie de explosión y es como si todo mi cuerpo se descontracturase. Es la primera vez que siento esta extraña y nueva sensación. (Podría ser por causa de mi embarazo según libros maternos), llego al placentero orgasmo, a los segundos él me acompaña, arqueo la espalda para disfrutar la liberación de mi estupendo marido, el me aprieta con fuerzas, su boca busca la mía desesperado nos besamos como dos locos necesitados, se vacía dentro de mí, gruñe al sentir como mi vagina no lo suelta, creo que esto aún no finaliza ya que mi marido es un hombre potente.

—Eres un toro— Comento coqueta.

—Eso y mas— Responde besándome. Armando se recuesta, me toma de la cintura recostándome encima de él.

—Princesa esto apenas comienza— Dice pícaro y nuevamente nos besamos apasionados como dos individuos necesitados de amor, pasión y sobretodo placer infinito.

No puedo creer que me haya tocado un marido caliente, sublime y un perfecto maestro del sexo, estoy que no aguanto las varias veces que he llegado al clímax.

Al finalizar Armando me toma en sus brazos, ambos estamos sudorosos, me lleva hasta la bañera y me deposita para luego entrar y seguir con lo que estábamos haciendo.

Increíble estoy que quiero seguir sin descansar, quizás el día de mañana no pueda caminar pero no importa.

—Te amo amada mia, eres lo que necesitaba durante todo este tiempo. Jamás me voy arrepentir de lo que hice para tenerte.— su confesión me enamora más.

Si bien no fue justo lo que hizo, sin embargo nuestro amor floreció con espinas para lugar brotar pétalos coloreadas de amor combinado con pasión.

—Yo te amo aun más amado mío. Ahora agradezco al destino por haberte puesto en mi camino.

Armando me abraza. Besa mis labios succionando mi lengua. Sus manos recorren mi piel mojada por el agua.



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En el texto hay: pasión, amor, venganza

Editado: 25.04.2024

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