Amada Mía

Capitulo 39

Armando


Un molesto ruido provoca que me caiga de la cama, mi celular suena a punto de explotar mis tímpanos, por suerte Carime duerme como una jodida piedra. Me levanto del piso, recojo el móvil y antes de contestar se corta la llamada. Maldición, es una llamada de David.

Observó la hora en la mesita, son más de las diez de la mañana.

—¡Es tarde!—exclame entrando a tomar una ducha, se me había olvido que teníamos un asunto pendiente. Le devolveré la llamada.

Por goloso me pasa todo esto, creo que el señor Jairo ya está enterado de la noticia, solo espero que lo tomen a bien. Aplico champo y jabón líquido por todo mi cuerpo desnudo, el aroma de mi mujer sigue impregnado en mi piel. Pensar en las cosas de ayer me pone como una jodida caldera.

La noche de ayer la pasamos entregándonos como dos conejos sin descanso, las posiciones que mi esposa quiso probar me dejo súper rendido, me pregunto si el embarazo la tiene así. Mi pene se pone duro al momento de sentir sus manos posarse en mi fuerte abdomen. Carime es indescriptible, creo que he creado una morbosita.

—Tenías planes de ducharte solo— cuestiona rozando mi labio.

—Amor, te note muy dormida, no quise despertarte— digo agitado. Joder sus manos son una maravilla, le abrí las piernas con mi rodilla, coloco un dedo en su entrada húmeda por la excitación.

—Estas preparada para calentar el desayuno—bromeó un poco, no entiendo de donde aparece este Armando no suelo ser de esta manera, pero ella ha quebrado mis límites de seriedad, es la única con la que podría jugar, reír y sentirme inmensamente feliz y más ahora que dentro de ella crece el ser más importante para los dos.

—Estoy más encendida para calentar la rica carne— jadea al introducirse mi pene en su vagina.

—Eres una pervertida nena— ríe y se pasa la mano por mi cuello. –Te amo Amada mía, me has hecho cambiar de una manera impresionante, ere el ser más importante para mí— susurro moviéndome dentro de ella.

—Te amo mi amor— Respondió despacio, luego grita al llegar al orgasmo, la embiste dos veces más, me corro dentro de ella, la respiración se me acelera por la corrida que acaba de dar. Sin duda alguna, este fue el mejor desayuno para empezar la jodida mañana.


Al terminar de vestirme formalmente, baje al salón buscando a mi esposa. Ella se ve hermosa con su vestido verde y su cabello largo en una trenza de lado, sonrió al pensar por todo lo que ha sucedido en la ducha, últimamente ella esta traviesa y atrevida. Rápidamente se me borra la sonrisa al darme cuenta de que muchas cosas sucederán al ella enterarse de quienes son realmente Jorge y Amada.

Respire aflojando la corbata ya que me sentía sofocado, siento una opresión en mi pecho, no quiero que ella sufra, sé que tiene recuerdos repentinos atravez de pesadillas, no quiero perderla, menos ahora en su estado. No sé qué hare o como actuare cuando llegue el momento en que Carime recupere la memoria. Dejo mis pensamientos a un lado al sentir mi celular vibrar. Mientras Carime desayuna animadamente, entro a mi oficina, descuelgo la llamada respondiendo preocupado por lo que se avecina.

—Armando, mis amigos están al tanto de todo, les mostré la prueba de ADN. Se han sorprendido mucho, incluso Ivania entro en un estado de shock emocional, esta que no para de llorar, podrías venir con ella. Pide David… Suspiro negando, no creo que sea el momento no con tantas emociones encontradas.

—Lo siento David no creo que sea buena idea por ahora, Carime está pasando por momentos difíciles— David suelta un suspiro. — Iré a hablar con ellos, ahora mismo— Aseguré levantándome del escritorio.

—Está bien Amigo, te esperamos— dicho eso cuelga la llamada.

Me paso las manos por el rostro. Solo espero que todo salga bien, y que los Castillo tengan paciencia. Me despedí de mi esposa, prometiéndole llegar temprano para la cena.

Mientras conducía en dirección a la casa de David pienso en cómo hablar con Jairo y su esposa. Me imagino que querían saber de Jairo y Amanda. Que frustración, por otro lado esos malditos según están rumbo a los Ángeles disque para tratar el cáncer, toda esta mierda me suena a falsedad, se avecinan complicaciones, no se que va a pasar pero debo apresurarme en meter a esos dos en la cárcel.

Al llegar parqueo el coche en la entrada, bajo y antes de entrar al interior de la casa, respiro hondo, me digo mentalmente que ellos posiblemente tendrán paciencia respecto a no contarle a Carime sobre su verdadera identidad.

—Armando— me saluda David con un apretón de mano.

—David, no reunimos nuevamente—digo sonriendo de lado.

—Vamos a hablar con ellos y quitarles la confusión de la cabeza.

Asentí caminando tras él, las manos me sudan, jamás pensé implicarme de esta manera con mi esposa, antes de casarme con ella mi objetivo era vengarme de sus padres por medio de ella, sin darme cuenta, cambie mis ideales al no resistirme al amor que Andrés tenía guardado desde su niñez.

Cuando entramos al living, veo a la señora Ivania llorando amargamente, la esposa de David la consuela mientras la abraza.

—Señor Armando— dice una voz gruesa a mi espalda, giro encontrándome con unos ojos azul cristalino como los de mi esposa, el Señor Jairo me mira con gesto triste, su rostro luce diferente al de aquella vez en que nos presentaron.

Los saludo con asentimiento y a la vez un apretón de mano, la señora Ivania viene a mí tomándome de ambas manos, me siento mal por ellos.

—Armando, por favor dime dónde está mi hija— su voz se quiebra y sus manos tiemblan sobre las mías, su esposo la abraza, le dice que primero debemos sentarnos y aclarar las cosas.

—Solo puedo decirles que el parecido de Carime con ustedes me sorprendió muchísimo, por esa razón la curiosidad me gano hasta llegar al punto de averiguar sobre ustedes y sobre ella— ellos me miran sorprendidos.

—Aun no logro entender todo esto, como es posible que mi hija fue robada en nuestras propias narices y nosotros que pensábamos que había muerto por haber nacido prematura, la doctora nos dijo que su pulmón no se había desarrollado muy bien— Relata Jairo con lágrimas.



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En el texto hay: pasión, amor, venganza

Editado: 25.04.2024

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