Amada Mía

Capitulo 41

Carime

Estaba aburrida en mi encierro, pasaba leyendo durante estos tres meses, con costo y salia a cenar donde la casa del amigo de mi esposo, por otro lado tenia que cuidarme, me encontraba alegre por haber recibido la mejor y la peor noticia, bueno la mejor fue la noticia de mi embarazo y la mala fue la enfermedad de mi madre, que aún me tiene demacrada.

Hace un mes tuve que dejar la universidad he incorporarme por linea, no quise ese método pero  tenía que hacerlo por que el loco de mi marido tenia miedo que me encontrara con Miguel.

Quizás piensa que lo traicionare. Ah que abrumador es pensar tanto.

Mientras leo un capítulo mas de Infieles mi movil  vibra indicándome un mensaje de Kiriath.

Estaba tan buena la historia y la otra que me interrumpe.

Leo lo que dice y lo borro inmediatamente, no sé porque él sigue llegando a buscarme a la universidad bueno es que ya no estoy ahí tampoco, problemas es lo que menos deseo.

¡Ah! Por otro lado pronto voy a estar de cumpleaños, mi mejor regalo es estar embarazada, tengo cuatro meses de embarazo  estoy emocionada, mi bebé está creciendo sanamente gracias a Dios. Y otra cosa, mis dos nuevas amigas mayores me han regalado muchas ropitas muy lindos para mi bebé, gorros, suéter, mamelucos, incluso un bello moises. La señora Mireya se ofreció en querer ser la madrina y la señora Ivania me pidio que ella estaría encantada de ser la abuela. Eso me hizo sentir triste ya que por un momento pensé en mi madre. Me pregunto cómo estará con su tratamiento, suspiro cansadísima.

Llamo a Beatriz a pedirle una merienda, mi estómago gruñe de hambre. Por Dios bebé cálmate o me harás engordas como una vaca. Miro hacia el jardín perdiéndome en ese extraño árbol de repente se me viene un recuerdo en mi cabeza.

Una mujer llorando y pidiendo ayuda ¿Porque no la puedo ver? Solo puedo oírla. Sigo viendo al exterior y se me viene a la cabeza el sótano que está metido entre el pequeño montoso bosque, dejo todo sobre la cama y bajo por el balcón, sólo espero no caerme. Caigo de pies sin lastimarme, miro para todos lados por suerte el jardinero no me ve, me escabullo por las vallas de Rosas, me detengo para ver si nadie observa este lado, por suerte no.

Camino con pasos rápidos, hasta llegar al portón de madera, mis piernas tiemblan al caminar con rapidez.

¿Por qué no recuerdo nada de esta casa, si antes eran de mis padres? Debería de recordar mi infancia en esta casa, de por sí está casa nunca la tuve presente en mi niñez.

La puerta de madera vieja cruje por lo podrida que está, me preguntó si ese escalofriante sótano le pertenecía a mis padres. Camino hasta el fondo del pequeño bosque al llegar me detengo y empujó la puerta vieja.

Entró con mucho miedo, me detengo al entrar a un cuarto sucio lleno de telarañas, un escalofrío invade todo mi cuerpo, miro alrededor, me abrazo a mí misma, de repente un dolor se instala en mi cabeza provocando que me caiga de rodillas, me levanto con dificultad y antes de sostenerme resbaló con varias sabanas viejas, el dolor en mi cabeza se intensifica, gritó al sentir como si la cabeza se me va desmembrar de mi cuello, cierro los ojos por inercia. Varias imágenes aparecen como película. Un niño llorando y una niña junto a él, son los mismo de mi sueño, golpes y más golpes, llantos, gritos... ¡Nooo! Que pasa me duele toda la cabeza, la vista se me nubla.

—Duele— Me quejo.—Que me está pasando— Susurro para mí misma

Nuevamente las imágenes se instalan pero diferente, la niña le dice al niño más grande que ella lo quiere, la imagen de esos dos están iluminándose estoy a punto de verlos.

Rubia, ojos azules, vestido azul,ella se parece a mí... Dios mío soy yo de pequeña y él es Andres el hijo de mi nana. No puede ser...

Necesito salir de aquí cuanto antes o mi cerebro explotara.

—Armando sácame de aquí— Pido entre llanto, quiero levantarme del suelo y no puedo, varios recuerdos pasan como flash en mi mente, mi padre golpeando al niño llamado Andres yo suplicando que pare de lastimarlo. No Dios mío duele recordar, duele todo lo vivido cuando era pequeña, ellos son malos, muy malos.

<<Cuando seamos grande te sacare de este horrible lugar para casarme contigo>> Esa soy yo diciéndole al niño.

Te quiero mucho Andres y tú me quieres— Él solo ríe y negaba pero luego me dijo que me quiere.

<<Algún día saldré de este lugar, me iré y trabajare duro, para cuando llegue ese momento juro que te buscare y me casare contigo>>

Dios mío esa voz es de Andres, ese niño me gustaba mucho, mis padres lo tenían encarcelado en este sótano horroroso, día y noche suplicaba para irse de este lugar. Lloro a gritos, al recordar muchas cosas, entonces, otras imágenes en cámara lenta, veo mi imagen corriendo debajo de la fuerte lluvia torrencial, las tormentas eléctricas resonando y un grito desgarrador en medio de la lluvia, me veo caminando entre las flores, llego al gran árbol de cortez y ahí está Diana entre lágrimas suplicando que la ayude.

—No... ¿Por qué? No...no...no ¡Diana! Ayúdenla por favor... que alguien ayude a mi nana— Estoy gritando como una loca pidiendo auxilio necesito despertar de esta pesadilla, me sujeto la cabeza con fuerzas me sacudo a mí misma para que se vaya esas imágenes desgarradora... camino dentro del sótano en círculos, tratando de reaccionar de mi trance pero es imposible.

Todo está oscuro me veo a mi misma llorando cerca de mi nana, en ese instante aparece una mujer sosteniendo con fuerzas a Diana y detrás de mí, unas manos fuertes me tapan la boca... la mujer que está detrás de mi nana, la golpea con un concreto en la cabeza, un chorro de sangre recorre por su rostro, mi corazón se acelera, muerdo la mano del que me sostiene, corro como una loca pero antes me quedé paralizada al ver los dos matándola a golpes y luego la luz de los relámpagos iluminan a esos monstros de personas.



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En el texto hay: pasión, amor, venganza

Editado: 25.04.2024

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