Capitulo 42

Armando

Estoy enojado, preocupado de todo un poco, doy miles de vueltas, sin saber que hacer, bueno eso creo, lo que si debo hacer es controlarme un poco. Ahora pienso una y mil veces como demonios logro encontrar ese sotano, mientras mi mente está maquinando miles de cosas a la vez me sigo preguntando como descubrió ese lugar ¿Será que recupero la memoria? ¿Qué provocó ponerse alterada?

¿Será que Amanda la llamo y le comento sobre la tumba de mi madre?

Dios tantas cosas en tan solo poco tiempo.

Suelto un suspiró cansado, me senté en una de las tantas bancas de la sala de espera, incline mi cabeza entre mis manos, sigo recriminándome mentalmente ¿Por qué mierda no le dije sobre nuestro pasado? Quizás si lo hubiera dicho nada de esto estuviera pasando.

Sabía que esto llegaría pero no pude evitarlo, ahora mi hijo está sufriendo las consecuencias, Carime entró en un estado emocional.

Carime todo este tiempo tenía amnesia disociativa descrita como pérdida de memoria, originada por un acontecimiento traumático o estresante, que produce una incapacidad para recordar información personal importante. Las personas tienen lagunas en su memoria, que pueden abarcar desde minutos hasta décadas de su vida. Eso fue lo que sucedió con ella.

—Señor, le traeré un Té—. Ofrece Javier sacándome de mi trance.

—No gracias, lo único que deseo es saber sobre mi esposa— Digo aún con mi trance.

El asiente alejándose, miro la puerta en donde entro mi esposa y aún no hay señal de ella.

A la media hora aparece un médico junto a Taylor.

—¿Cómo está mi esposa y el bebé?— Cuestionó con el corazón martillando.

—El bebé está bien y ella aún está en un estado de shock emocional que fue provocado por haber recordado el evento traumático de su niñez, eso abruma a la facultad mental, recordar el pasado de esa manera no fue bueno, ya que ella padecía de Amnesia disociativa— Explica de una manera rápida que logre captar rápidamente, niego tragando saliva, el nudo que está formado en mi garganta explota, un sollozo agudo sale de mi garganta, sin contenerme más las lágrimas salen a flote, esto me temía y ahora eso ha sucedido.

—Armando ella necesitará tiempo para sobrellevar el pasado, sé que saldrá del shock sólo debes darle amor y tratar de hablarle de las cosas hermosas que ambos pasaron, debes hablarle que dentro de ella está creciendo una vida y debe protegerlo. Persuadirla para que de a poco reaccione.

—Carime es muy vulnerable Taylor—Replico con la voz quebrada—Quiero verla ahora, o creo que me volveré loco.

—Está bien, se fuerte por ella. Esta despierta y sólo menciona cosas raras no logró entender muy bien, pero creo que esta alusinando, susurra sobre que la salven... Me imagino que son las cosas que vivió antes de haber perdido la memoria, trata de no alterarla por el momento.

Odio a esos dos pares, Jorge y Amanda. Pronto caerán en las rejas.

—Estas listo Armando.—
Asiento y luego le pido que me lleve ya con mi amor. El otro médico me palpa el hombro y se va. Taylor me indica que lo siga.

Al llegar a la habitación de recuperación, la veo recostada viendo hacia la nada, susurrando palabras sin sentido, esta vez no luce alterada gracias a Dios, pero me parte el alma verla de este modo tan silencio. Mirando en un punto fijo sin parpadear.

Esto es horrible. No quiero verla así, todo es mi culpa, ahora me siento castigado por haber sido un estúpido cabron con ella. Respiro sacando el aire que está estancado en mi pecho, llego hasta ella dejando un beso en su sien, le sonrió tocando la punta de la nariz, ladea la cabeza y me sonríe mostrando sus hoyuelos. La abrazo absorbiendo el olor de su cabello, cierro los ojos derramando mis lágrimas.

Carime me aleja de su lado, me tenso al pensar que me rechazaría pero sólo me sonríe y no dice nada, su mirada se pierde nuevamente en un punto fijo de la habitación blanca.

—Te dejaré a solas con ella, cualquier cosa no dudes en llamar—Me dice Taylor sacándome de mi distracción, pensé que el se había ido.

—Gracias— Le agradezco sinceró, asiente saliendo para dejarme con mi esposa.

—Carime, sabes quién soy yo— Pregunto mientras sujeto su rostro en las palmas de mis manos, muero por besarla y decirle cuanto la amo.

—No—. Dice tajante y se empieza a mecerse sin volver a replicar ninguna palabra.

—Soy Andrés, el niño al cual amas—Susurro cerca de ella.

—Andrés mi amor, ellos mataron a tu mami—Dice y mira para todos lados—Vendrán por mí y no quiero, necesito salir de este lugar por favor, no quiero que me golpeen como lo hicieron con ella, yo vi todo fue lo más horrible, mi nana estaba pidiendo Auxilio y nadie la ayudo

—Shss, nada te va a suceder porque yo estoy contigo, ellos prontos estarán en la cárcel por lo que le hicieron a tu Nana Diana, cuando ellos paguen por todo, ella podrá descansar en paz.

Carime coloca ambas manos en su rostro, solloza y dice que no le hagan daño, repite lo mismo una y otra vez, me rompo a llorar al ver miedo en sus ojos azules.

Se que sus padres falsos la indujeron para que no tenga ese recuerdo de ese horrible acontecimiento, por esa razón Carime no tuvo recuerdos de su niñez.

—Andrés, crees que ella este a salvo.—Pregunta mirándome esta vez.

—Ya lo esta cariño. Diana esta en un mejor lugar, Sana y salva.—Digo tartamudo.

Jamás pensé que todo lo vivo en esa época la dañara tanto. Nunca llegué lo imagine, Juzgue a Carime completamente por culpa de sus padres. Mi venganza me cegó totalmente.

—Mi Nana Diana ahora esta en un lugar mejor y a salvo. —Susurra sonriente.

—Ella ahora te va cuidar desde donde esta.— Exprese con un nudo en la garganta.

Me alejo de su lado sintiendo que se me hace pedazos el corazón y el alma. Jamás llegué a imaginar que este día pasaría. Solo ruego a Dios que Carime logre pasar esta etapa.