Amada Mía

Capitulo 44

Armando

Como era posible que pasara tantas cosas en poco tiempo.

Estaba empezando a pensar que todo lo sentía como si fuera
en nuestra contra, mi esposa sangraba y encima tenia dolor bajo su vientre esto
que le está pasando es malo y no quiero imaginarme lo peor.

—Vamos a ir a la clínica, sostén tus manos con fuerza
alrededor de mi cuello—Le indico levantándola en mis brazos.

Bajo las escaleras despacio, le informo a Beatriz que la
llamare al rato, su rostro refleja preocupación.

—Tengo miedo, no quiero que le pase nada a mi bebe, — Musita
aferrada a mí, le hago un gesto a Javier para que abra la puerta del coche.

—Te aseguro mi amor que todo estará bien con nuestro
bebé—Ojalá que así sea, porque no soportaría que ella se consuma en la
tristeza.

Carime asiente hundiendo su rostro en mi pecho, Javier sube
adelante y conduce, no es necesario darle ordenes, él ya sabe lo que sucede ya
que la pijama de mi esposa esta manchada con su sangre.

Oh Dios mío por favor que este sano nuestro pequeño, esta
vez ella colapsaría de tristeza.

—Todo va a estar bien amor—Acaricio su brazo, beso su
cabello le susurro palabras tranquilizadoras. Antes de llegar a la clínica
privada llamo a Taylor para informarle lo que está sucediendo, solo me dice que
llegue y me atenderá una ginecóloga de turno. Taylor es médico general pero no
es ginecólogo, no entiendo porque razón lo llame, debe ser la desesperación.
¡Te pasas de idiota Armando!

Al llegar Javier estaciona el auto en la entrada de la
clínica, bajo despacio sujetando bien a Carime ella solo sollozaba, lo bueno es
que el dolor se le quito, ahora sólo esperemos que nuestro bebé se encuentre
bien.

Después de varios exámenes realizados por la amable
ginecóloga, Carime sonrió y yo sin entender el porqué de su repentino cambio,
la doctora le sonríe igual.

—¿Qué sucede?— Quise saber porque mi esposa sonríe después
de días sin hacerlo.

—Ella esta presenciando las pataditas de los bebés. Seguramente
sólo dormían.

—Los bebés, ósea son Gemelos.

Sonreí de par en par al oír eso. Que alegría Dios gracias,
por un momento llegue a imaginar lo peor, resulta que ahora no es uno bebé si
no que dos.

—Amor ya nuestros bebés está sano.

—Todo está bien, debe descansar mucho y con los pies en
alto, por suerte sólo fue un pequeño susto por hemorragia. Casi la mitad de las
embarazadas de gemelos sangran en el primer trimestre. Si el sangrado es mayor
que una regla, deberán acudir a urgencias para que te valoren, a veces este
sangrado se debe a la hemorragia de implantación y ocurre muy precozmente. No
se preocupen los gemelos está sano y el próximo mes si desean pueden realizar
una eco grafía para ver los sexo.

Asentí disfrutando la sonrisa de mi esposa.

El día fue hermoso, aprecie verla alegría en su mirada, en
estos momentos está con sus verdaderos padres, mientras que sólo la observo
desde la habitación, sé que al ella enterarse que la señora Ivania es su madre
se va a sentir muy feliz, por el momento no diremos nada hasta que nazca
nuestros hijo.

Mi celular suena con una llamada entrante, descuelgo sin ver
de quien se trata.

—Diga.

—¡Señor Armando! Las autoridades atraparon a la señora
Amando, debe venir a la Estación 5 — Exclama Javier al otro lado de la línea.

—Bien ven por mí—. Le ordenó con una sonrisa de
satisfacción, sé que pronto atraparan a malnacido de Jorge, al igual que lo
hicieron con esa mujer.

Llegue a la estación de policía a verificar si realmente era
Amanda la que tenían en custodia, mi sonrisa se ensancha al saber que es ella.

—Qué alegría me causa verte encerrada— Le digo a través de
la pequeña ventanilla.

—Esto me las vas a pagar, creíste que nunca nos íbamos a dar
cuenta de quién eres en realidad— Espeta con tono áspero.

—Bueno lo supe desde que llegaron a decirle a mi esposa que
tenías cáncer terminal cosa que es falso y la verdad me importa poco si me
descubrieron o no, ambos van a pagar cada una de las fechorías que hicieron,
empezando mi encierro, el asesinato de mi madre, el de mi padre y el robo de
una niña hace 21 años.

Los ojos de Amanda se abren por la sorpresa, su rostro
cambia de color.

—No tengo la menor idea de qué mierda hablas, Carime es mi
hija, yo la tuve en mi vientre, en cuanto a tu madre tenía un amante en la
mansión que sabes tú si el la asesinó, buscas culpables sin pruebas.

Aprieto los nudillos controlando la ira que se está formando
en mí interior 

—Eres tan falsa y mentirosa, ustedes mataron a mi madre,
según la querías como tu hermana, pero estabas celosa de ella por ese motivo me
alejaron de su lado. Tu por celos y él para amenazarla con matarme, según por
mi progenitor, el cual les “robo” me encerraron en ese maldito sótano para que
ella este ahí atada junto a ti y así no ir a las autoridades a confesar ese
secreto que ella sabía muy bien. Mi madre conocía de sus secretos por esa razón
no quisiste que ella se fuera de esa casa, pero no fue suficiente tenerla como
tu maldita criada, quisiste matarla y lo lograste, ahora vas a pagar con
creces, porque de mi cuenta corre que tú y ese mal nacido nunca salgan de este
lugar,  que será tu infierno. Créame que
se van a podrir aquí. —  Su mirada es
lástima pero conmigo se jadío. Me siento satisfecho por haber descargado todo
lo que tenía guardado en años.

—No tienes pruebas, además yo quería a tu…— La interrumpo
rápidamente.

—Pruebas—Rio irónico.—Si supieras lo suficiente que tengo,
Jorge le robó toda las empresas a mi padre y luego lo mando asesinar y tu
Amanda fuiste la asesina— Amanda baja la cabeza negando. Ella cree que no se
nada del horrible sufrimiento de mi padre, esa casa le pertenecía a mi Padre y
a mi madre al igual las empresas que el malnacido de su esposo  le robo, por suerte mi padre había dejado un
fuerte poder y una cantidad considerable de dinero con un amigo de confianza y
por parte de mi abuelo, todo eso con el fin para que yo lograra tener lo que
ahora tengo.
Me levante de la silla y sonriente salgo del lugar.
Lo único que logre escuchar fue un grito de llanto.

Muy tarde para lamentarse.


Los días pasaron como viento en popa, Carime se encontraba recuperándose
con las terapias de poco a poco, por otro lado ya se encuentra en el sexto mes
de embarazo, los sexo de los bebés no lo quisimos saber por ahora, sus estudios
quedaron sin finalizar, ni modo pronto lo hará, primero es su salud y luego lo
demás. Para su supuesto cumpleaños no quiso mucho sólo comer pastel de
chocolate y helado, Ivania nos contó que ella nació un 31 de diciembre y pues
yo ya lo sabía ya que vi los expedientes reales, de poco a poco Jairo ha estado
cambiando los papeles de Carime para quitarle ese sucio apellido y ponerle el
que realmente le pertenece desde su nacimiento.

—Sabes que casi no me acuerdo mucho pero yo te regale una
cadena de perlas color azul alrededor tenia cristales cuando éramos pequeños si
mal no recuerdo. —Cuestionó nerviosa. La miro sin pestañear ella casi siempre
me pregunta por nuestro momento juntos, cuando éramos niños.

—La tengo guardada ¿Quieres verla?— Pregunto tocando la
punta de su nariz.

—Sí, quiero verla— Respondió sonriente.

Busco entre mis cosas más preciadas, dentro del cofre lo
encuentro junto con las cosas de valor que eran de mi madre 

—Jamás la utilice pero la guarde con mucho amor, para cuando
te tuviera para mí— Le cuelgo la cadena en su cuello. Carime sonríe mostrando
sus hoyuelos.

—Te amo mi amor, la primera vez que te vi tuve la corazonada
de haberte conocido, pero era obvió que no tenía memoria de mi niñez, me siento
culpable, perdóname por todo— Niego tomando su rostro en mis manos.

—Olvidemos el pasado y vivamos el presente y un futuro
prometedor, en donde nuestros hijos crezcan con amor— Toco su vientre ya
abultado, bajo la cabeza dejando besos por su hermosa pansa.

—Te amo y contigo quiero llegar a viejita.

—Te amo más Carime, tú fuiste, eres y serás mi primer amor,
deseo que sea siempre. Perdóname por todo el daño y los malos ratos que te hice
pasar— Por Dios ella me tiene como un bobo enamorado.

—Gracias por cuidar de mí en estos meses en que pase un
momento difícil en cuanto a ver recordado nuestro horrible pasado— Acaricio su
cabello largo.—Sabes cómo quisiera que ellos no fueran mis padres, me duele
llevar su sangre en mis venas— Susurra mientras lágrimas caen de sus ojos.

—No te preocupes Amada mía, ellos no son tus padres—Digo sin
percatar de lo que habló. Ella frunce las cejas y antes que replique palabra
alguna, la tomo del cuello acercando sus labios a los míos.

La amo tanto que sin ella mi vida no sería la misma. Carime
es la única mejor que ha hecho cambiar en todo los sentidos.



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En el texto hay: pasión, amor, venganza

Editado: 25.04.2024

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