Capitulo 55

Armando

Es increíble que Carime desee ver a esa mujer, estoy indignado por su actitud.

—Le pediré a uno de los choferes que me lleve—. Dice mirándome fijamente.

Suspiro y resoplo antes de hablar.

—Yo te llevare— Le digo con tono molesto, dirigì la mirada a Ivania, ella se acerca le entregó el niño y la niña a Mireya, pido que me los cuide—Vamos entonces— Ella asiente deposita un beso en la sien de Esme, luego a de Elijah, nos encaminamos en uno de los coches de la casa.

Ivania la llama pero mi esposa no se inmuta en detenerse, cuando a Carime se le mete algo en la cabeza es difícil detenerla. Mientras conduzco en dirección al reclusorio de mujeres pienso en que mierda desea esa mujer, el silencio dentro del coche se sentía horrible seré sincero no podría estar enojado con mi esposa eso jamás, antes me cuelgo. Cuando voy a hablar su mano acaricia la mía.

—Solo deseo saber qué es lo que quiere, no puedo odiarla ella me amo a pesar de todo— Su voz suena débil, acaricio su mano para luego depositar un beso en el torzo, le sonrió para que sepa que la apoyare en su decisión.

Al llegar estaciono el coche en el parking del reclusorio. Carime se frota las manos con nervios sobre su vestido.

—Contrólate mi amor, todo estará bien— Le animo aún que no deseo que vea más a esa mujer. Pero ni modo.

Tomo su mano adentrándonos al horripilante lugar. Me acerco a la mesa donde atienden a las visitas.

Nos informan que Amanda se se encuentra en la clínica de este lugar, está agonizando, no la trasladaron al hospital por petición de ella, ya que no tiene a nadie, los familiares que están en el extranjero le dieron la espalda totalmente.

—¿Qué tendrá?—Cuestiona Carime con la voz temblorosa. La verdad a mí no me importa en lo absoluto ella es una asesina mato a mi padre y a mi madre eso jamás se lo perdonaría.

Una de las encargadas nos guía hasta la pequeña clínica, al entrar el hedor a orín y a suciedad, tapó la nariz a mi esposa y camino a su lado cogiendo su cintura, cuando entramos a un pabellón donde están tres mujeres conectadas con varios cables. Pobres me imagino que no las mandan al hospital público porque no tienen familiares quien cuiden de ellas.

—Ahí está— Musita Carime, pongo mi atención y la veo, su aspecto es deplorable, su rostro esta pálido como una hoja de papel en blanco, varios cables tienden de su mano, mi esposa gime al ver a la que pensó era su madre.

—Hija ven acércate— Pide Amanda con dificultad.

—Hola— Le saluda Carime.

Ella se acerca tomando la mano de Amanda, ella le pide un abrazo por un momento, quiero decirle que no pero Carime es un ángel y aun que se lo niegue sé que lo hará.

Mientras se abrazan, Amanda llora pidiéndole perdón. Por que hasta ahora cuando la muerte se le acerca busca cómo arrepentirse.

Llamo a una de las enfermeras que está merodeando los cuartos, le pregunto el estado de salud de esta mujer.

—Ella tiene cáncer terminal, morirá en cualquier momento— Dice masticando un chicle mientras coquetea

Que lastima pero se lo merece por todo lo malo que hizo en el pasado, la vida le está pasando factura.

—Señor ¿En que más le puedo servir?— Cuestiona la estúpida enfermera, pasando su asquerosa lengua por su labio, hago una mueca de asco y serio replicó.

—Debería largarse hacer su oficio a mi usted no me sirve de nada.

Ella me mira con intriga sale del cuarto con pasos rápidos hasta tropieza con la escoba. Estúpida algunas mujeres piensan que por su belleza puede conseguir cualquier hombre, pero conmigo se jodieron, soy hombre de una sola mujer.

—Armando— Me llama Carime con sus ojos cristalizados. Me acercó a ella tomo su mano y deposito un beso, Amanda baja su rostro al verme.

—Amanda ¿Para qué llamaste a mi mujer?— Preguntó sin dejar de verla con lastima.

—Quiero pedirles perdón por todo lo que hice en el pasado, invente una enfermedad pero no pensé que de verdad lo estuviera, este es mi castigo por haber hecho cosas malas—habla con dificultad.

—Ya te perdone pero no entiendo porque razón tanta maldad hacia mi Nana ella era muy buena—Replica Carime.

Eso mismo me preguntó yo, porque razón maltrato a mi madre y luego la asesino a sangre fría. Aprieto los nudillos con mucha fuerza, estoy tratando de apaciguar mi temperamento.

—Ella era bonita, tenía el amor de mis padres, incluso el de Jorge, mis padres la amaban como si fuera su hija y a mí no me tomaban en cuenta— Dijo y luego tocio con fuerza, apreté la mano de mi pequeña su rostro lucia triste.

—Eso no justifica que la hallas matado—. Espete furioso.

—Lo sé y ahora me arrepiento de todo. Diana sabía que Carime no era nuestra y cuando nos iba a delatar con la autoridad Jorge te quito de sus brazos cuándo eras pequeño— Me mira fijamente y luego a mi esposa que se notaba sorprendida por toda la confesión—La amenazó con hacerte daño a ti, y por esa razón ella se quedó trabajando para nosotros y lo otro es que Jorge odiaba y envidiaba a tu padre porque se metió con tu madre y no solamente eso, tu padre tenia mucho dinero, empresas ganaderas y cafetaleras, prácticamente Jorge quiso adueñarse de todo, primero se hizo pasar como un buen amigo de él, para luego hundirlo y robarle las empresas, tu padre era un buen hombre que no imagino las malas intenciones de mi esposo, cuando se enteró que Diana y tu padre estaban muy enamorados y se casaron, Jorge lo mando a matar,

— Tu lo mataste— Vocifere molesto.

—Lo siento mucho, espero puedas perdonarme—niego furioso. Carime me mira con lastima.

—Continua.

—Jorge odiaba profundamente a tu padre le dijo a muchos que tu padre escapo robándole mucho dinero cuando todo era lo contrario, todos sus socios pensaron que Miller era un ladrón y entonces el odio se intensifico hacia ti.

Suelto la mano de Carime y camino dando vueltas, coloque mis manos en mi sien me sentía mal. Aturdido, ellos mataron a mis padres y luego hicieron conmigo lo que quisieron, me duele todo esto incluso me duele no poder perdonarla no quiero, ella se merece mi odio.