Capitulo 56

Cinco años después.

CARIME

Han pasado Cinco hermosos años la he pasado al lado de mis seres queridos. La vida me ha enseñado muchas cosas, buenas y malas.

Las buenas es tener a mi esposo y a mis hijos junto a mí, mis padres, hermana y amigos, ellos son lo que día a día me hacen sonreír feliz y sentirme protegida, lo malo fue pasar todo aquello incluyendo no tener más hijos, a pesar de los años, siempre pienso en todo eso. Me siento algo melancólica pero debo dejar de pensar en ello. Es un día muy especial y no quiero arruinarlo, en fin les contare que he finalizado dos carreras en la universidad ya hoy es mi graduación. Cuando era más joven y me encontraba en la estudiando Diseño gráfico, pero luego con el tiempo me decidí por Psicología, no me pregunten por qué ya que no tengo ni la menor idea del porqué me afane por esa carrera sin embargo mi pasión por el dibujo siempre esta intacto, hasta me han reconocido en varios museos del país por mis cuadros.

Mientras me seco el cuerpo, mi amado esposo se encuentra en la ducha junto Elijah ambos están dentro de la tina echando espuma por todo el piso, ambos ríen a carcajadas de seguro alguna locura le conto Armando a su hijo. Me acerco a mi hija, ella juega con las muñecas sin prestarme atención, suspirando entro al gran armario en donde guardo mis vestidos de marca entre ellos está el que ocupare ahora mismo, fue un regalo por parte de mi amor.

Lo saco del perchero y la observo es muy hermoso, color rojo vino el cuello es alargado, me lo pongo deslizándolo por mi cuerpo, me deje el cabello suelto, aplico remiel y un poco de sombras, aplico pintura ee labios en tono bajo, al finalizar me calzo mis sandalias altas de color rojo

—Estas hermosa Amada Mía, serás la envidia de todas esas mujeres— Comenta mi esposo muy cerca del lóbulo de mi oreja.

—Deberías irte a vestir solo nos queda una hora y además no hagas eso enfrente de los niño— Le reclamo por su irresponsabilidad.

—No te diste cuenta cuando se fue a su habitación—Dice mientras sus manos aprietan mis nalgas.

—Armando puedes controlarte hasta la noche, Esme puede vernos— le digo y ruedo los ojos, su comportamiento es infantil, creo que mis hijos son más serio que su padre, donde sea metido la Bestia

—Bueno mi amor me alistare para que no te alteres, tomate las cosas con calma falta una hora entera, ya verás seré un torbellino, al igual cuando estoy en la cama— Azota mi trasero, ríe encaminándose en su armario, este hombre me pone loca con sus palabras libidinosos.

Le dije a Beatriz que alistara a Esme con su vestido de princesa, y que le colocará su tiara, ella se vera como una verdadera princesa, Elijah lo vestirá Armando a él le encanta hacer eso.

Me baje al living para esperar a mis dos hombres y a mi princesa, me encuentro a mis padres esperando por mí, los saludo con un fuerte abrazo, le pregunto por Jade y me informan que se encuentra en la casa de Junior.

Mi hermana menor lleva una relación de 5 años con el hijo de Mireya me alegro por ellos, al parecer se quieren desde pequeños.

—Hija mía te vez espectacular, me siento orgulloso de ti— Me dice mi padre abrazándome de nuevo, a los segundos mi madre se suma.

Después de los interminables minutos, Armando baja junto a mis dos pequeños, mi varoncito está vestido al estilo de su padre y mi hija a como una princesa junto a su tiara, los 3 están elegantes.

—Mami soy toda una princesa — Replica mi Esme.

—Claro que eres, pronto serás la reina de esta casa mi amor

—¿Listo ahora nos podemos ir?— Inquiere mi esposo, asiento tomando las mano de los gemelos.

Al salir de casa, mi esposo subió a los niños luego me abrió la puerta del copiloto.

La autopista se veía repleta, me sentía aturdida, el tráfico era horrible a estas horas, peor en este mes, Armando toma mi mano y las soba, en susurro me dice—Tranquila cariño ya veraz que llegaremos a tiempo— Le sonreí serena.

Cuando llegamos, aparca el coche en el estacionamiento de la universidad, bajamos junto con los gemelos, tomo la manito de Esme y Armando el de Elijah, camino hasta donde se encuentra varios de mis compañeros, el gigantesco y elegante patio de la universidad se veía repleto, beso la mejilla de mi hijo y la de mi hija, luego la de mi esposo, pero esté pone sus labios atrapando los míos.

—Ve por tu titulo, te lo mereces—Nos abrazamos unos minutos, me coloque en fila para cuando llegue mi turno.

Les dedico una sonrisa a mis dos mejores amigos, ellos se notaban muy alegres, sus manos están entrelazadas, se ve que su amor es puro y verdadero, como lo es el mío, ellos finalizaron primero la universidad y ahora trabajan juntos en una muy buena empresa.

Después que todo termino, baje y abrase a mi amor, luego a mis hijos y a mis padres. Kiriath y Jacobo se me acercan dándome un fuerte abrazo prometiéndome que siempre estaremos juntos, la emoción era maravilloso, tenerlos como mis amigos desde que empecé a estudiar la secundaria, fue lo más bonito de mi juventud.

—Felicidades mi amor, ahora te llevaremos por tu regalo—Comento mi esposo mordiéndose el labio inferior, una cosa estoy segura, cuando él hace eso se trata de puro sexo. Asentí mordiendo mis labios al igual que él.

Le pedimos a mis papas que cuiden de mis pequeños, ellos como siempre no se niegan, los amo montón y estoy agradecida de gran manera con mi esposo, ya que gracias a él mi vida cambio, conocí mi doloroso pasado, pero con ello conocí muchas verdades uno de ello fue saber de mis padres biológicos, lo otro de las mentiras de Jorge y de la vida que tuvo los padres de Armando, realmente fue bueno a ver sido la paga de esa deuda así puede descubrir tantas cosas que jamás terminarían de agradecer a mi esposo porque el fue un ancla desde el momento en que descubrió que yo no era consciente de lo que hacían esas malas personas. Dejo de pensar todo lo pasado para concentrar en mi presente, en mi ahora, mi pequeña Familia.