♡Capitulo Final♡

CARIME.

Lo veo agradecida, realmente este hombre me sorprende cada día.

—¿Qué es Armando?— Toca la punta de mi nariz, saca las llaves y me las da.

—Puedes empezar a contratar personal para tu consultorio —Me le quedo viendo con los ojos bien abiertos.

—Es en verdad o me estas cargando una broma— Niega y besa mis labios.

—Por ti todo a tus pies, di a construir un edificio, para que tengas tu propio consultorio clínico para terapias, no quiero que trabajes para nadie— Susurra besando mis labios

Mi esposo deja la copa en la mesa que esta junto a la cama, quita la mía y me quita las llaves, dejándolas a un lado, toma mi cuello con delicadeza, besa mis labios con mucha ternura, en menos de un minuto se deshace de mi vestido, su lengua recorre mi cuello llegando hasta mi sostén de tubo y me las quita de voladas, su exquisita lengua chupa mis pezones erguidos, cada parte de mi cuerpo vibra por amor a este gran hombre, lo amo, no se que pasaría si no lo tuviera junto a mi. Armando se levanta de la cama quitando toda su ropa, mostrándome su cuerpo bien torneado y definido, me muerdo el labio por ver semejante escultura en frente de mí, me pone caliente como una chimenea, abro mis piernas para que haga conmigo lo que le plazca, soy toda suyo, soy su amada.

—Es la mejor vista que puedo presenciar en este instante mas con este calor—Comenta con palabras lascivas, se pasa su lengua mojada por sus labios, se acerca a mí me coge de la cadera levantando mis piernas hasta quedar en su frente, cierro los ojos cuando su boca chupa mi vagina… Su torturadora lengua provoca que me agite, el orgasmo está apunto de golpearme, pego un grito fuerte sin importar que los de la otra habitación me escuchen, Armando no para su recorrido en mi sexo, me siento en el cielo.

—Armando me estas volviendo loca.

—Eres sumamente deliciosa, mi hambre hacia ti aumenta cada día, puede pasar mil años mi amor, pero jamás dejare de amarte a ti y a tu cuerpo— Cada palabra provoca que me excite y sobre todo que me enamoré más de él.

Mi esposo se posiciona en mi entrada, sus dedos hacen pequeños círculos sobre mi vagina, gemí excitada y jodidamente necesitada de su pene dentro de mí.

—Armando me estas aniquilando cuando juegas de esa manera —Espete con la voz agitada, se hecha a reír mientras me frota, eso hace que apreté las sabanas, para no gritar de lo rico que se siente.

Entra en mí con una fuerza brutal, eso me enciende aún más, me muevo al son de sus embestidas, nos besamos con amor y pasión, nuestro cuerpo unido en uno solo provocando hormigueos como la primera vez en que mi cuerpo se unió al suyo. Mi pulso se acelera al sentir que el éxtasis está a punto de llegar, me muevo con más rapidez, nos besamos desesperadamente, nuestro placer llega juntos golpeando nuestros sentidos, el calor sobre mi interior es excitante mi hombre se des vacía dentro de mí, su boca no para de chupar mi cuello y sus manos acarician mi piel erizada.

Al finalizar de entregarnos nos miramos fijamente, sonreímos sin decirnos ni una sola palabra. Dicen que no solo con palabras se describe el amor, es muy cierto ya que sus ojos se iluminan cada vez que me mira, lo amo.

Nos abrazamos entrelazando nuestras piernas, mi cabeza se encuentra recostada en su duro pecho, mis manos alrededor de su brazo.

Pasamos una increíble noche juntos, caminando en la orilla de la playa, cogidos de las manos y mirando las estrellas luminosas del cielo, solo faltaban la presencia de mis dos seres más preciados, mis hijos.

Al día siguiente, fuimos a ver a las focas danzar en la piscina era un espectáculo único, como quisiera que mi Elijah y Esme estuviera aquí, me imagino que estarían muy emocionados con todo lo lindo que hay en este hotel. Los extraño tanto que me encuentro ansiosa por irme ya.

Los dos días finalizaron de maravilla, nunca voy a olvidar este hermoso detalle, de por si ninguno, porque Armado los hace inolvidables, durante estos cinco años me ha demostrado su verdadero amor hacia mí y sin duda alguna el es perfecto.

Al llegar a nuestra casa entre corriendo a la habitación, observe a mis hijos, Elijah aun dormido, me acerco a él y dejo varios besos en toda su carita, se quejaba pero se inmutaba en levantarse, y mi princesa Esme estaba saliendo del baño, al verme corrio hacia mi…

—Mami te extrañe mucho.— Dijo con su dulce vocecita.

—Yo los extrañe mucho mas—beso su mejilla a lo que ella sonríe feliz.

Dos días sin ellos era una tortura, amo a mis hijos y a su padre, ellos son los seres más importantes para mí, Armando entra sonriente, se acera a la cama y deja un beso en la cabecita de Elijah, toma en brazos a Esme y la abraza. Mi hija ríe a carcajadas al sentir la barba de su papá hacerle cosquillas.

Luego se acerca a mí hijo y le habla— Mi amor ya estamos en casa, mamá y papá te extrañamos mucho a ti y a Esme —Le decía Armando con ternura. El realmente ama a sus hijos, Elijah es una parte de mí y de Armando, Esme es igual tiene mitad de cada uno, no quisiera que crezcan tan rápido porque sé que se irán de mi lado cuando sean adultos.

—Esme y Elijah se parecen a ti— Le digo a mi esposo, él niega mirándome fijamente.

—Tiene ambos genes mi amor, un pedacito de ti y un pedacito de mí, los dos son nuestros retratos vivos— Expresa para luego guardar silencio por unos instantes sonríe y vuelve a replicar—Carime ustedes son mi razón de existir, quiero que siempre lo sepas—. Acaricia mi mejilla. Nuestra hija nos mira sonriendo y luego se baja de los brazos de su papá.— Esme nos está dando privacidad— Susurra acercándose a mi.

—Esme es reservada con tan solo cinco años— Armando mira hacia la puerta y asiente, coloque mis manos en su rostro y con amor le expreso —Armando Te amo, gracias por cada amor y cada cumplido, me buscaste y te casaste conmigo como me lo prometiste en ese sótano. Te acuerdas—. Asiente apretando mi cintura suspira hondo, besa mis labios con un sonoro beso.