Ámame Sin Que Sea Mentira [en Curso]

Capítulo 04

 

Stella

—¿Piensas entrar tarde otra vez? Que por mi no hay problema, pero ¿Segura que estás bien con las consecuencias que traerá eso?—pregunta en un pequeño susurro reclinada sobre la mesa para estar más cerca.

—No, en realidad creo que nos deberíamos ir— suelto mordiendo mi labio inferior de los nervios—. No puedo bajar más aún mi promedio y pues ni modo, si nos habla ¿lo ignoramos?

—¿Ignorarlo? Seguro, me parece una buena idea, ni que estuviera tan guapo como para reconsiderarlo— dice mientras gira un poco su cabeza y lo observa—. Aunque sí está muy guapo, es una pena que vayas a arruinarlo.

Me giré por inercia, sin pensarlo, no pude evitarlo, estaba a unas 3 mesas a la izquierda tras de mí.

—¡Que no voltees!—levanta la voz pero sigue siendo un susurro apenas audible.

No sé que pasó, fue cuestión de segundos, no sé si sintió nuestra mirada sobre el, si simplemente tuvo las ganas de girar su cabeza hacía nuestra dirección sin ninguna razón en especial o su amigo frente a él había notado las intensas miradas de Leah y le a hecho vernos, pero nuestros ojos se encontraron.

No tuve tiempo de reaccionar, y otra vez lo olvidé todo, mi cerebro se bloqueó e ignoró todo a su alrededor, si se suponía que no debía de verlo, si todo lo que tenía que hacer era salir de aquí e ir a la siguiente clase, incluso la voz de Leah advirtiendo qué no debería verlo, de momento no existía nada más que su ojos grises conectándose con los míos a la distancia, creo que ni siquiera podía asegurar si estaba respirando y todo empeoró cuando lo vi bajar la mirada observando un punto fijo en el suelo, parpadear un par de veces y fruncir levemente el ceño.

Sabía lo que significaba, estaba siendo malinterpretada de nuevo... a sus ojos no se miraba bien, lo arruine otra vez, porque no puedo dejar de ser el desastre que soy, mi corazón dolió al saber que éste día aún podía empeorar, nada estaba saliendo bien, quería explicarle pero seguro ni siquiera me creería, lo sé porque yo no lo haría y pues supongo que está bien, tal vez sea lo mejor, para él, para mi, para un nosotros inexistente.

Mi cerebro volvió a conectar con el razonamiento y giré a ver a Leah.

—Bueno ¿Creo que es hora de irnos?

—Yo creo que no...

—No tenemos tiempo, solo vámonos.

—Voltea.

—No tiene caso, solo vámonos.

—Stella, cállate y voltea.

—¿Por qué ahora quieres que voltee?

—Hola.

Mis músculos se tensaron y me quedé completamente inmóvil al escuchar su voz a mi lado, temí girarme y encontrarme con su mirada, no quería verla, no así, no con esos ojos que juzgan las acciones que he hecho sin querer, lo que menos querría es que el tampoco creyera en mí, y sé que no lo hará por eso me dejé consumir por el miedo y no pude enfrentarlo.

—No pensé encontrarte aquí ¿Eres de primer año?

Sentí la tentación de mirarle, su voz sonaba animada lo contrario a lo que esperaba pero aún así no podía despegar mi vista de Leah... tenía miedo de estar imaginando cosas y que al final duela cuando no encuentre lo que creo.

No sabia que decir, que palabra soltar de mi boca, la pregunta era simple.

—No...

—Segundo —contestó Leah por mí—. La verdad es que tenemos que irnos ya, la siguiente clase empieza en unos minutos—dice mirando su reloj.

Se levantó y tomó mi mano y tiró de mí para que me levantara.

—Seguro tienen mucho de qué hablar— suelta dirigiéndose a Jasper que la miraba confuso—. Stella podrá hacerlo más tarde eh... después de las clases, en el pabellón de la entrada.

—Si, claro ¡estaré esperando!

Pude escucharlo aunque Leah tiró de mí corriendo hasta el aula. El maestro aún no había llegado, por suerte los dioses habían decidido que ya había tenido suficiente por hoy.

—Estás idiotizada.

—¿Qué? No.

—Necesitas alejarte de Jessica, ya hueles a romance y todas esas cursilerías—habla aguantando la risa—. Acabas de conocerlo ¿me puedes explicar que te pasa?

—No tengo un enamoramiento, solo me parece muy guapo.

—Stella te han gustado muchos chicos y nunca te he visto siendo una romántica empedernida, ni siquiera con Fer y eso que tenías una pequeña obsesión con él.

—No estaba obsesionada con Fer, y deja de acusarme, no soy ninguna romántica empedernida porque ni siquiera le hablé.

—¡Exacto! ¿Por qué no lo hiciste Stella? ¿Por qué te importa tanto? Lo acabas de conocer, no digo que esta mal que te guste pero ¿que sabes de él?

—Estás exagerando.

—Que sea agradable y no te haya hecho pasar un mal rato no lo hace el amor de tu vida ¿Que hay de su familia? ¿Sabes algo de ella?

—¡Leah! Te estás preocupando por nada, no voy a salir con él, solo no quiero que piense mal de mi.

—¿Te estás escuchando?

—Si estabas tan preocupada ¿Por qué le dijiste que me esperara a la salida?

—Porque era obvio que lo querías, además que si está lindo, no me opondría a que salgáis un par de veces mientras sepas que es temporal como lo has sabido siempre, pero actúas muy extraño y yo a él no lo reconozco de nada así que dudo mucho que a tus padres les guste alguien fuera de él círculo.

—No estoy pensando casarme con él ¿Puedes calmarte?

—Solo no quiero que sufras Stella... escuché que Jason vendría, y tus padres están un poco obsesionados con las relaciones por negocio y aunque nunca pensé decir esto, pero creo que lo mejor sería que sepas un poco más de él y que tanto te conviene en todos los aspectos antes de intentar tirarte al acantilado del amor.

—Tengo mis pies en la tierra Leah, solo me ha parecido guapo y me agrada mucho como para querer que crea que lo estoy evitando o ignorando a propósito.

» Siempre he sabido mi lugar, sobre todo lo he sabido desde el día en que inicié a desafiarlos por mi futuro y lo que quería hacer por el resto de mi vida, ya es difícil, te aseguro que planeo arruinarlo.



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En el texto hay: amor, amistad, mentira

Editado: 10.06.2022

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