FERIA UNIVERSITARIA
Stella
—Vamos, Stella, será divertido. —dijo Jess que se encontraba a lado de Leah en mi habitación, intentaba convencerme de ir a la feria que se hace todos los años para celebrar el inicio escolar.
—¿No se sienten agotadas? La semana fue un asco, no tengo nada que celebrar, mi estrés está a mil porque mi mente está tan empeñada en hacerme creer que mañana haré el ridículo en mi presentación y ¿Tú quieres que yo vaya a despejar mi mente fingiendo que mañana no es el Aniversario y todo tiene que salir perfecto? No puedo descuidarme necesito mantenerme en absoluta concentración en mis objetivos cero distracción cuantas veces tengo que explicarlo?
—No harás el ridículo ya repasaste tus líneas cien mil veces no hay probabilidades de que algo salga mal, estás muy tensa necesitas liberarte, si sigues así algo malo podría pasar, sobre pensarlo demasiado no es bueno, si lo dejas ir por un momento te ayudará a tener la mente en calma y todo fluirá naturalmente, créeme necesitas distraerte un poco. —insistió Leah—. Y además Jayden estará ahí quiero escucharlo cantar su voz es hermosa y además es muy guapo.
—Pero si estará mañana en el desfile y la fiesta.
—Lo sé pero ¿Para qué conformarse con una vez si puedo verlo dos?
—No lo sé...
—Por favor, Stella, necesito divertirme un rato, la escuela, dieta y ejercicio fue intenso necesito la emoción de la feria, es mi primer año, realmente quiero ir pero si tu no vas yo no iré, así que por favor, por favor, por favor ¿Sí? —comenzó a hablar jess como niña con ojos super inocentes haciendo puchero.
—Está bien, estaremos solo dos horas, ni un minuto más.
—¡Cuatro! —continuó Leah.
—Con las horas de camino claro.
—¿Tres?— sugirió Jess.
—De acuerdo, pero rápido quiero estar aquí antes de las diez.
—Ya estamos listas. —sueltan ambas al unísono.
—Será mejor que te apures el tiempo corre, tick, tack, tick, tack...
—Si ya entendí, ahora ¿Pueden salir?
—Claro, se rápida, que quieres volver antes de medianoche cenicienta. —se burló Leah antes de salir y cerrar la puerta.
Corrí a darme una ducha rápida ¿Se supone que esto me bajaría el estrés? No parece si me observa corriendo como maniática de un lado para otro por toda la habitación, hasta siento el deja vu de él lunes.
Me subí el jean azul claro, dando saltitos porqué era algo ajustado, me coloque un top negro y unos botines del mismo color, le sumé una chaqueta blanca con bordados en las costuras y una líneas a cada lado de la parte frontal.
No tenía ánimo para un maquillaje elaborado así que solo me hice un delineado apenas visible, sombra y rubor con tonos durazno y un labial mate del mismo color.
Me coloqué unos pequeños aretes triangulares de oro y una perla blanca en el centro, dividí mi flequillo en dos partes y los coloqué tras mi orejas y los presioné con dos broches blancos una a cada lado.
—Bien, estoy lista. —dije a regañadientes, al bajar las escaleras.
—¿Y con ese humor? Si vas a ir así mejor no vayas. — bromeó Leah.
—¿De verdad?
—¡No! —negaron al mismo tiempo y no pudimos evitar reír.
Will nos llevó y esperaría por nosotras, estos viajes me cansan, todo sería más fácil si nos mudáramos a un vecindario cercano, pero no, papá tenía que exagerar por todo.
—¿Y bien? ¿La rueda de la fortuna? —sugirió Jess apenas poniendo un pié fuera del coche.
—¿No se supone que dejas lo mejor para el final?
—Pero realmente quiero subir.
—¿A qué hora se presenta Jayden? Si falta mucho podemos empezar por los juegos primero.
—A las ocho.
—Entonces definitivamente cerramos con su presentación, vamos por los juegos primero.
—¿Intentamos ganar un peluche? —sugirió Leah.
—¿No te sale más barato comprarlo? No creo que seamos buenas jugando.
—Tal vez, pero es más divertido jugar.
—Tienes un punto.
Nos acercamos a uno de los puestos, consistía en disparar con unos dardos a unos globitos de pintura, con cuatro dardos y tienes que pinchar tres para ganar el peluche más grande, era un unicornio bebé muy hermoso.
Estuvimos un par de minutos intentando, ya llevábamos tres rondas cada una y por supuesto que estábamos fallando, justo a como supuse nos salía más barato comprar el peluche pero a como Leah insinuó esto era mucho más divertido, su instinto competidor entró en acción pero al final solo logró dar a dos globos, terminamos rindiendonos, luego pasamos por un puesto de besos había dos chicos y dos chicas muy guapos.
—Jess es tu momento de vivir tu propia película cursi con uno de esos chicos, son lindos, quien sabe tal vez se enamore de ti al final.
—Esto no es una película y no parecen ser mi tipo.
—¿No? ¿Qué clase de estándares tan altos tienes?
—No son altos solo lo tengo bien definido.
—Déjame adivinar ¿Cómo Hugo?
—No exactamente. —Negó por lo que Leah y yo empezamos a reír.
—Espera ¿Ese no es el amigo de Jasper? —señaló a uno de los chicos en el puesto, escuchar su nombre hizo que me tensara un poco.
—No lo recuerdo ¿La que es buena recordando cara no eres tú?
—Estoy casi segura que es él, no lo vi bien pero se me hace muy familiar.
—¿Qué pasa quieres ir? —Sugirió Jess.
—No, paso, no vale la pena el pago.
—¿Estás insinuando que puedes conseguirlo sin el pago?
—No he insinuado nada, no pongas palabras en mi boca ¿Buscamos otro juego? ¿Qué les parece ese de ahí?
Era un puesto que consistía en golpear con un martillo gigante sobre una plataforma, si golpeas lo suficientemente fuerte, para que un cuerpo de metal se eleve hasta tocar la campana, puedes escoger el peluche que quieras.
—Con la fuerza que tenemos, es seguro que no ganaremos nada de nuevo.
—Es por diversión, tienen mucho más dinero que yo, disfrútenlo un poco.