01: UN ÚLTIMO AÑO

Las hojas comenzaban a caer de los árboles con la brisa suave de octubre. El campus aún dormía bajo el cielo matutino, mientras Amanda Walters caminaba por la vereda con su mochila colgando de un solo hombro y una taza de café entre las manos. Su cabello castaño, ligeramente alborotado por el viento, se agitaba con cada paso decidido que daba hacia la universidad.

Su expresión era serena, pero detrás de esos ojos atentos habitaban semanas de cansancio. El último curso de medicina no le estaba dando tregua, pero ella sabía que cada noche sin dormir estaba por rendir frutos: el año estaba por terminar, y la graduación era solo cuestión de tiempo.

—¡Amanda! —gritó una voz desde la esquina.

Giró la cabeza y sonrió al ver a Julie Adams, su mejor amiga, trotar hacia ella con su característica energía inagotable. Vestía su habitual chaqueta amarilla y traía un cuaderno apretado contra el pecho.

—¿No dormiste otra vez, verdad? —dijo Julie, al llegar a su lado.

—Tres horas... con café y desesperación —bromeó Amanda, levantando la taza con ironía.

—Entonces es oficial: estás lista para ser doctora.

Rieron juntas y siguieron caminando. A mitad de camino, se desviaron hacia un pequeño edificio residencial donde vivía su otra compañera de estudios.

Samantha Wartz, organizada y puntual como siempre, ya las esperaba en la entrada con sus auriculares colgando del cuello y una carpeta ordenada bajo el brazo.

—Buenos días, futuras médicas del país —saludó con una sonrisa sarcástica.

—A este paso, futuras zombis —respondió Amanda mientras la abrazaba.

Las tres emprendieron el camino hacia el campus, compartiendo historias del internado, anécdotas de profesores intensos y recordando los nervios del primer día de clase. Cada paso que daban sentía más definitivo. El futuro estaba a la vuelta de la esquina, y ninguna sabía que ese día marcaría el verdadero comienzo de una historia que cambiaría el curso de sus vidas… y del universo.

Porque en algún lugar, muy cerca, algo antiguo despertaba.