Amar Como Las Estaciones

CAPÍTULO XII: EL CINE

Subieron hasta el cuarto de Bélida. Mery la ayudó a vestirse. Nadie estaba en la casa de ella. Así que, se arreglaron lo más que pudieron, aunque a Bélida no le gustaba arreglarse tanto. Salieron y caminaron hasta el cine.

—Amiga, me encanta este lugar, estoy conociendo las cuadras que nos separan—dijo Mery contenta.

—Lo bueno es que de acá a cinco cuadras está el cine más cercano, y es grande he—

—¿Cuantas veces ya vas al cine?—preguntó.

—Será como unas cinco veces. No tengo tanto tiempo para venir. Además, no me dejan tanto salir en la noche—

—Casi recién nos están dando más libertad. Tienen razón también nuestros padres, es que éramos muy pequeñas—dijo Mery mientras se distraía mirando alrededor.

—Más me gusta ir a los campamentos que ofrece el colegio. No te preocupes, algún día vamos a ir—dijo Bélida mirándola.

—A lo que, sí me gustaría ir bastante, es a una feria—dijo Mery emocionada.

—Tienes razón, este fin de mes hay uno, de ley tenemos que ir juntas—

—Vaya, hay bastante gente caminando. Ya veo desde acá el cine, ¡es enorme!—miraba con mucho asombro.

—Lo ves, te dije que era enorme—

—Uy, hay bastantes chicos, ya me está gustando el lugar—dijo bromeando.

—Tú fijándote en los chicos nada más. Míralos son todos feos y—se burlaba—no es cierto—se avergonzó de un derrepente.

—Por qué te avergüenzas. Espera, hay un chico bien guapo entre ese grupito. No manches, es pelirrojo—dijo Mery mirándola después de mirar al grupito de chicos.

—Al que resalta lo conozco—se escondió detrás de Mery.

—Espera, él es Patrick del que me hablaste. Vaya amiga no tienes malos gustos ¿Eres un imán de pelirrojos? Está guapísimo, ve hablarle—dijo jalándola, ya que estaba en su tras.

—Yo ni loca le hablo, mejor vamos a comprar las entradas rápido—dijo Bélida avergonzada.

—Primero vamos a comprar las palomitas, no crees—dijo Mery mirándola.

—Tienes razón, vamos rápido—dijo jalándola de la mano.

Estaban comprando las palomitas, cuando se pusieron atrás chicos de preparatoria y empezaron a molestarlas.

—Hermosas, ¿cómo se llaman?—dijo el líder del grupo.

—Que te importa—Mery volteó molesta.

—No les hagas caso—Bélida le agarró del brazo.

—Silvándolas—ya no se hagan las difíciles. Sé que están en secundaria, ustedes son fáciles—dijo menospreciándolas.

—Se molestó—Mira idiota, que te hace pensar eso—volteó a enfrentarles.

—Con que agresivas nos salieron las niñas—dijo Josh acercándose a Mery.

—Se puso delante de Mery—No te acerques a mi amiga—dijo Bélida molesta.

—Pobrecitas, las dos débiles se defienden. Que van a hacer he, niñitas—dijo burlándose de ambas.

—Van a llorar—dijeron burlándose el resto del grupo.

—No aguantó más—que te hace pensar que somos débiles—dijo Mery empujándole a Josh.

—Ahora si te pasaste porquería—quiso darle una cachetada a Mery.

Bélida reaccionó y agarró la mano del chico. Este al ver que no le permitió, quiso agarrarle el brazo a Bélida y en ese entonces llegó Patrick.

—Ya basta de tus estupideces Josh. No seas tonto y deja de molestarlas—dijo Patrick agarrándole del brazo.

—Miró sorprendido y molesto a la vez—Patrick, no te metas en asuntos ajenos. Eres un niño, pero eres metido. En cualquier momento te voy a dar tu golpiza—lo miró de forma amenazante.

—¿Niño? Un niño tiene más modales que tú. Sería hasta una ofensa compararte con un animal—sonrió burlándose.

—Agradece que tu papá es alguien importante para el mío, sino hace cuando ya te hubiera hecho mierda—soltó su brazo molesto.

—Si pudieras, lo hubieras hecho —siguió burlándose.

—Maldito infeliz—dijo mirando a la gente a su alrededor. Se retiró con sus amigos.

—¿Se encuentran bien chicas? Ya no las volverá a molestar ¿Bélida, estás bien?—dijo mirándolas y prestando más atención a Bélida.

—Gracias por ayudarnos, te lo agradecemos bastante—estaba asustada y con la mirada agachada.

—Gracias Patrick, en serio eres nuestro héroe. Le diste su pare a ese estúpido—dijo Mery mirándole.

—De nada, pero como es que sabes mi nombre—dijo Patrick mirándola sorprendido.

—Es que Bélida me comentó de ti, de cómo se conocieron—dijo molestándole a Bélida.

—Fue un momento hermoso, nunca lo olvidaría—puso su mano sobre el hombro de Bélida.

—Creo que fue lo mismo para ella—seguía molestando.

—No es cierto—sacó el brazo de Patrick.

—Bueno, quiero que olviden este feo momento. Les doy entradas al cine, ya que tenía reservadas para mí y mis amigos—sonrió amablemente.

—Por mi parte acepto—dijo Mery feliz.

—¿Y qué opinas, Bélida?—se acercó a ella.

—¿Pero tus amigos no se molestarán?—Bélida miró a sus dos amigos que estaban mirándoles desde hace rato.

—Descuida, ellos entienden, ¡son todo unos caballeros!—al mirarlos fingió una sonrisa.

—Sí, nosotros comprendemos—dijo Jael sonriendo fingidamente.

—Ya ves, no te preocupes—

—Okey, acepto—dijo Bélida.

Patrick les dio lugares a las dos y se sentó a lado de Bélida. La película era de terror, era un género que les gustaba a las dos. Patrick esperaba aprovechar la oportunidad, pero al parecer a Bélida no le asustaba tanto. Él fue muy atento con ella, le preguntaba qué quería para que fuera a comprar y ella de vergonzosa no pedía nada, pero el compraba y las invitaba. Hubo un momento de la película en que Patrick se asustó y agarró la mano de Bélida. Ella lo miró sonriendo, él volteó la cara de vergüenza y soltó su mano. Pasaron unos minutos y se acabó la película.

Salieron del cine.

—Wow, sí que estuvo buena la película, cuando otra vez lo repetimos—dijo feliz Mery.

—Por mi normal, cualquier día, avísenme—miró a Bélida.

—Cuando tengamos tiempo, venimos juntos otra vez—dijo Bélida intentado desviar la mirada.




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