Amar Como Las Estaciones

CAPÍTULO XXXVII: LA NOCHE DE TEATROS I

Mientras tanto Kamíl con Bélida estaban saliendo del colegio.

—Karen a la cinco nos vemos aquí, para ordenar los vestuarios—

—Está bien, entonces voy adelantando porque mi casa está un poco lejos—dijo Karen sonriendo.

—Le avisas a los demás también. No he tenido tiempo de avisarles—dijo Bélida un poco preocupada viendo que se iba.

—Está bien, yo les aviso—

—Veo que estás un poco apresurada, pero no me vas a dar lo que me prometiste anoche—estab en su tras.

—Perdón por no haberte visto en hora de recreo, pero es que estaba ocupada coordinando con el tutor—dijo volteando y cogiéndole las manos.

—No te preocupes amor, no hay necesidad de que siempre estemos juntos. Sé que va a ver momentos que no vamos a tener tiempo ni de saludarnos y más porque tú adquieres demasiadas responsabilidades—continuaron caminando.

—Ya llegando al portón. Bélida abrió su mochila—eres un pan de Dios Kamíl. Lo que quería entregarte es esto—le entregó un recipiente.

—¿Qué es lo que tiene dentro?—dijo Kamíl sacudiéndolo.

—Recuerdo que me comentaste que te gustan mucho la comida hecha a mano. Ayer con mi mamá preparamos galletas—dijo sonriendo.

—¿En serio?—lo abrió y probó una galleta—¡Dios, está delicioso! Gracias, gracias, gracias—le dio un beso en la frente.

—Descuida, si quieres más me lo pides. Nos vemos en la tarde, cuidate—dijo despidiéndose con un beso en el cachete.

Bélida llegó a su casa, comió y se aseó.

Ya era las tres y media. Decidió ir a la casa de Mery a saludarla, para después irse al colegio.

—Hola don Genaro, vengo a ver a Mery—

—Hola Bélida, adelante. Ella está en su cuarto—dijo indicándole el segundo piso.

—Gracias, ¿Dónde está doña Celeste? —dijo Bélida subiendo las escaleras.

—Está con Justin, lo ha llevado a su academia de básquet—

—¡Mery, vine a visitarte! Ábreme la puerta—estaba por el pasillo.

—¡Amigaaaaa, te extrañé un montón! La puerta está abierta, tú solo empuja—

—Y que es lo que te tiene tan prendida que ni quieres levantar ese trasero de la cama—abrió la puerta.

La vió acostada en su cama con la laptop encima y con una caja de macarón al costado.

—Miraba su laptop—Mi serie nena, ya salió otro capítulo—la miró—¡Diablos!, al fin te atreves ir al colegio con vestido he

—Era el que me gustó—se acercó nerviosa—¿De qué trata el episodio?

—El episodio tendrá que esperar, lo que ahora quiero saber es la marca—guardó su laptop y se acercó a ella.

—Me lo tejió mi abuela—se puso renerviosa.

No le gustaba que se acercaran tanto y más cuando era por algo que llevaba puesto.

—A ver, no me mientas—

Empezó a buscar la etiqueta por toda su ropa.

—¡Ya Mery! No me gusta que me...

—Te da tremendo gay panic jajaja—

—No

—No se porque tienes vergüenza si tienes lo mismo que yo. Solo en diferente proporción—

—¡Mery!

—Olvída eso, lo hago por fastidiar. Y si mejor te cuento mi viaje—

—Soy todo oídos, cuéntame con todo y detalle—se olvidó que estaba nerviosa.

—Dos chicos me pasaron sus números y hoy tengo una cita. Cómo lo ves—

—No que no hablabas con extraños. Que me estás ocultando Mery—

—Jajaja ellos me hablaron y pues tuve que continuar. El de la cita hoy lo verás igual—

—Quiero ver a los chicos que te han pasado su número—

—Está bien, aquí están sus fotos de perfil, ¿Simpáticos o no?—le mostró su celular.

—Sí, están algo bonitos. No son de mis gustos, pero allá tú—dijo Bélida bromeando.

—A ti solo te gusta Kamíl—la molestó.

Sonrió nerviosa.

—Tampoco son de mi gusto. Solo te conté que conocí dos chicos más no que me gustaban —

—Jajajaj y cuéntame cómo lo pasaste con Patrick ¿Se divertieron?—dijo molestándola.

—Se puso nerviosa—Sí, fuimos al acuario, a un parque acuático y otras cosas—

—Está bien, no me cuentes detalles. Que eso quede entre ustedes dos—

—Fingió sonreir—mejor cuéntame lo que ha pasado en estos días que no he estado. Primero, tienes un collar de oro. Segundo, empiezas a cambirte de otra forma—

—Yo solo te voy a decir, que prometí dar mi primer beso con mi primer enamorado. Así que, hoy vas a averiguar quién es. Esté atenta en el teatro—dijo Bélida queriendo que Mery se quede con la duda.

—¡No puede ser!, pero si el personaje principal es Kamíl. A él es el único que besas en la obra. Como crees que no me voy a dar cuenta—

—Bueno, muchas veces se deja caer el cabello de costado y en verdad no se besan—

—A mí no me mientas. Kamíl es tu enamorado ¿Verdad?

—Mmmm Sí—

—Ahhhhhhhhhhhhhh—Gritan las dos—

—¡Chicas pasa algo!—su papá subió las escaleras.

—¡No, nada papá!—

—No griten así, espantan a los vecinos—

—Lo sentimos don Genaro—

Se miraron la una a la otra. Se abrazaron y se tomaron de la mano. Sonreían cómo locas.

Mery le enseñó las fotos y videos que había prometido a Bélida. Así se pasaron conversando y riendo, hasta que Bélida decide irse porque ya iban a ser la cinco de la tarde. El papá de Mery justo ese día se iba a ir de viaje con Justin.

—Amiga tienes que ir hacerme barra he—se dirigía hacia la puerta.

—Descuida voy a llevar un cartel y voy a gritar tú nombre—

—Esperamos ganar, porque vamos a dar todo de nosotros—dijo Bélida con voz baja saliendo por la puerta del cuarto de Mery.

—Le agarra de los hombros y lo voltea mirando hacia ella—Bélida, tú haces creer a otros que pueden lograrlo. Yo no voy a dejar que tú creas que no puedes hacerlo, ¿¡okey!?—dijo Mery subiéndole el ánimo.

—Muchas gracias amiga—la abrazó fuertemente.

—Vamos, que tú puedes—

Bélida se dió la vuelta ya con más confianza. Mery actuó impulsivamente y le dió un lapaso en la nalga.

—Volteó—¡Auch! Que tienes en las manos, está que me arde—se sobó la nalga.




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