Amar Como Las Estaciones

CAPÍTULO XXXVIII: LA NOCHE DE TEATROS II

Llegaron al auditorio. El tutor los estaba esperando algo molesto, pero como lo habían traído todo los materiales no se quejó de nada. Sus compañeros los empezaron a molestar porque habían venido los dos juntitos. Empezaron a llegar el club de cada colegio que iba a competir. Se veía que estaban preparados.

Llegaron el resto de sus compañeros y acabaron más rápido.

A las siete de la noche empezó a llegar la gente. Hicieron el sorteo y ellos eran los terceros de diez grupos concursantes.
Su mamá y Mery, junto con la mamá de Bélida llegaron al teatro. Mery había ido con un vestido negro. Le quedaba hermoso y Bélida se asombró al verla entre la multitud. Ella la buscó con la mirada y la encontró. Se saludaron y sonrieron muy contentas. Bélida memorizó donde se sentaron para que después de la actuación vaya a verlos.

Después de que actuara el primer grupo Bélida tenía calor. Así que, manda a Kamíl que vaya a traer una  botella de agua que se encontraba en su mochila. Abre la mochila y encuentra una caja de regalo dentro de la mochila. Él pensó que se lo iba a regalar después. Así que, no dijo nada.

El segundo grupo era el más fuerte según muchos comentaba. Pusieron especial atención a su actuación y pues como lo habían dicho, sí que eran buenos.

Faltando minutos para que termine su actuación, ya todos estaban vestidos y preparados.

—Chicos lo acepto, estoy temblando. No de miedo, sino de emoción porque ¡esta es su noche de brillar!—

—Esta noche brillaremos profesor—respondieron todos en coro.

Estaban cada uno en el orden que iban a salir.

—Quiero que actuemos de la forma más natural posible. Ahora no debe haber vergüenza porque ya somos pareja y más lo digo por esa escena—le dijo Kamíl al oído en voz baja.

—Eso lo digo por ti. No te vayas a poner nervioso Kamíl—Sonrió.

Cruzaron miradas con mucha tensión, porque ambos en el fondo sabían que sería un momento inolvidable.

Pasaron unos minutos y el momento había llegado. Todos se persignaron y mandaron un beso al cielo. Los nombraron para salir.

—Y ahora el tercer grupo es Sky Actors. ¡Fuertes aplausos para ellos!—

Toda la gente aplaudió y Mery tuvo que cumplir su promesa.

—¡Vamos amiga tú puedes! ¡Belida eres la mejor! ¡van a ganar!—estaba parada gritando en medio de toda la gente agarrado su cartel.

No sabe dónde escondió toda así vergüenza, peor se que lo hizo lo hizo.

—Para no dejarle sola doña linda y su mamá—¡Ustedes pueden, van a ganar!

—¡Sky Actors va a ganar!—gritó Dylan siguiendo la corriente. 

Mery volteó a ver a Dylan y simplemente sonrió feliz. Se sentaron y empezó la función. Patrick se había dado cuenta de lo que había pasado entre Dylan y Mery. Miró a Dylan muy enojado, pero no podía hacer nada porque ya su oportunidad había pasado.

Pasaron los minutos y tenían toda la atención del público. Ya iba a llegar el final y Mery le prestaba especial atención.

—Haber quiero ver que sucede aquí—dijo en su mente.

Y llegó tal momento tan esperado. Bélida estaba nerviosa y empuñaba un poco sus manos. Kamíl sostuvo su mano y la dijo "No que iba a ser yo el nervioso" "solo hazlo", respondió.

—Espera, lo está besando de verdad—dijo doña Linda toda confundida.
—Claro que no, solo es actuación—le respondió la mamá de Mery.

—Ajá solo actuación, descuiden, sabía que estaba con él—dijo en su mente Mery, su cara proyectaba una sonrisa inigualable.

Se cerraron las cortinas y el público aplaudió como loco. Sus compañeros los empezaron a molestar.

—Se nota que practicaron—dijo Will molestándoles.

—Will no seas molestoso—Karen lo reprimió.

—Es que teníamos que hacer todas las escenas perfectas ¿No?—le siguió la corriente Kamíl.

—Kamíl—

Sonido de ambulancia hecha por sus compañeros.

Bélida estaba que se moría de vergüenza. Mery corrió a su camerino y abrazó a Bélida bien fuerte.

—Si supieras que la tensión rozó mi rostro, fué mágico ese momento ¿cierto?—dijo Mery molestándola.

Solo sonrió y su mirada dijo más que mil palabras.

—Creo que no me van a permitir tanto estar aquí. Así que, me voy a mi cita. Después me cuentas y yo también te cuento todo—

—Espera, quiero ir contigo—agarró su mano—Es que quiero hacer unas cosas. Voy a traer mi mochila—

—Aquí lo tengo ¿En serio tienes una cita? ¿Con quién?—dijo Kamíl sosteniendo su mochila.

—Gracias, ahorita regreso. Solo separa un asiento para mí también—se despidió con un beso en el cachete.

—Ya lo sé todo Kamíl. Al fin lo conseguiste y déjame decirte que creo que te estuviste preparando para esta oportunidad, más que nadie—dijo Mery molestándole.

—Es cierto—dijo Kamíl sonriendo—pero no me dejen con la duda—

—No es con el que tú piensas. Vámonos ya—dijo agarrando la mano de Mery.

Kamíl se quedó un poco inquieto porque el regalo lo tenía en esa mochila. Porque no se lo daba ya, o acaso esperaba una bonita oportunidad.

Mery se fué a su cita con Dylan y Bélida se contactó con Patrick y le dijo que se vieran en la losa deportiva.

—Espero que venga rápido—movía las manos impaciente, mientras miraba al cielo.

—Hola—dijo Patrick tocándole el hombro.

—¡Dios! No hagas eso otra vez—

—Que era lo urgente que me querías decir—

—Mery va a tener una cita con Dylan—fué directo al grano.

—Me imaginé que iba a ser con él—su mirada se llenó de cólera e impotencia al mismo tiempo.

—Ve Patrick, yo sé que ella solo ha ido por no quedar mal. Mery no es de las personas que olvida fácil—

—Ni sabría que hacer. No puedo ir y malograr su cita. Así solo lo alejaría de mi—no quería tener ningún error más.

—Yo te voy a ayudar, así como ella te ayudó con el regalo que me diste. Que por cierto estaba hermoso y te lo agradezco mucho. Toma este regalo, ahí está todos sus gustos para que armes el regalo perfecto y la cita perfecta—sacó el regalo de su mochila.




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