Al día siguiente levantaron con todo los ánimos del mundo. Las aves cantaban a la luz de un nuevo día. Se bañaron y esperaron la campana que anuncia los desayunos.
Sonó la campana y se dirigieron al comedor. Patrick y Kamíl las llamaron para que desayunaran juntos.
—Hey, vengan acá—dijo Patrick levantando las manos llamándolas.
—Hola amor—se puso de pie y le dio un beso en la cara a Bélida.
—Hola—dijo Bélida tratando de no sonrojarse porque muchos estudiantes los miraban.
—Hola chicos, ¿saben que visitaremos hoy?—dijo Mery.
—Si seguimos a los guías no va a ser divertido. Además, solo te llevan a los lugares más recorridos—dijo Patrick.
—Bueno, les tenemos una propuesta. Nosotros vamos a ser su guías. Conocemos todos los lugares más bonitos y estos están reservados para los de clase alta—
—Tanto tiempo han estado viniendo aquí—dijo Bélida asombrada.
—Por tres años ha sido nuestro mejor lugar de vacaciones en familia, pero nos aburrimos y ahora es otro—dijo Patrick sonriendo.
—Qué bueno es ser rico. Bélida y yo solo salíamos a lugares no tan lejanos—dijo Mery.
—O a veces ni salíamos—dijo Bélida riéndose.
—Si quieren acompañarnos, terminando de desayunar las vamos a dar estas pulseras. Cuando quieran prohibirnos lo vean y no nos digan nada— Kamíl mostró la pulsera en su muñeca.
—Cuenten conmigo, si tenemos pases legales, porque negarse—Bélida miró a Mery.
—Vale, me apunto—dijo Mery convenciéndose.
Desayunaron y se fueron cada uno a su cuarto a alistar un mochila con la ropa que se iban a cambiar. Se encontraron en la entrada del lugar donde dormían.
—Hemos alquilado unas cuatrimotos para ir hasta la oficina donde van a poner sus nombres en la lista de personas con VIP—se dirigió a las cuatrimotos.
—Pero van a llamar lista dentro de una hora—dijo Bélida preocupada.
—Si vamos ahorita mismo ya ni estarán nuestros nombres en la lista común—
—Espero no arrepentirme de esto—Mery se acercó.
—¿Subes?—Patrick la miró mientras estaba encima de la cuatrimoto.
Bélida con Kamíl se resistían a molestar para no malograr la escena. Mery avergonzada simplemente subió a la cuatrimoto y Patrick estaba más feliz que nunca. Avanzaron hasta llegar a esa oficina y se encontraron con los más ricos de su escuela y de otras escuelas.
Esperaron sus turno he hicieron todos los papeles correspondientes. Salieron de la oficina lo más rápido posible porque había tanto por conocer.
—Piénsenlo detenidamente, nos vamos al lago de los cisnes o al pico del diablo—Kamíl quería que escogieran la segunda opción.
—En el primero se pasea en botes, todo tranquilo y romántico. En el segundo es más la adrenalina. Es un río con una tremenda poza y árboles alrededor de dónde cuelgan columpios para que te puedas lanzar al agua...—explicaba Patrick.
—Me convencieron con los columpios—dijo Mery sonriendo.
—Igual, suena más divertido el pico del diablo—apoyó Bélida.
—Que esperamos—Kamíl estaba emocionadísimo.
Manejaron hasta el lugar. Dejaron sus cuatrimotos en el estacionamiento. Caminaron hasta un árbol gigante que servía de sombra. Debajo del árbol había mesas y asientos.
—Esto es majestuoso—Bélida miraba con asombro todas las ramas del viejo árbol.
—Necesito una cámara de calidad para tomar foto a esto. Mi celular es una desgracia—miraba con decepción su celular.
—Toma el mío, toma fotos muy nitidas—Patrick le entregó su celular.
—¿Tiene contraseña?—agarró el celular.
—No—
—En serio gracias, más rato te lo devuelvo. Acompáñame Bélida—fué a su asiento.
—Ya volvemos—
Ambas se fueron muy contentas a tomar foto a cualquier cosa que les parezca hermoso.
Después de unos minutos regresaron. Ellos ya habían pedido bebidas para que tomaran.
—¿Cómo les fué? —preguntó Kamíl.
—Mery tomó las mejores fotos. Tu papá estaría orgulloso de ti—sonrió.
—Espero que les guste los que les pedimos—dijo sonriendo Patrick.
—¡Piña colada!—dijeron ambas emocionadas.
Bebieron la piña colada y se alistaron para ir al río que estaba a unos metros de ahí. Tenían que ponerse traje de baño y caminar un poco hasta llegar. Bélida tenía vergüenza de salir, así que salió con un polera larga y ploma encima. Mery salió normal es que ya había perdido la vergüenza.
—¿Bélida?—la miró.
—¿Sí?
—Sácate esa polera, por algo nos vamos al río en ropa de baño—
—Me da vergüenza, me lo saco antes de entrar el río—
—No lo vas a hacer—
—Sí—
—Sácate eso...—forzejeaba con ella para quitarle la polera.
—¿Pasa algo?—Kamíl se acercó junto con Patrick.
Las chicas voltearon a mirarlos.
—Es que...—Mery se quedó muda.
—Oh shit—
Se miraron y volvieron a mirarlos. Los chicos estaban solo con un short de baño. Se podía apreciar su anatomía al rojo vivo.
—Sean más disimuladas no—alzó las cejas Patrick.
Bajaron la mirada he hicieron como si nada hubiera pasado. Caminaron hasta al río. Cuando ya estaban a punto de entrar ven a los mimos chicos que grababan a lado del río.
—Esta es el pico del diablo, voy a saltar desde ahí por pura diversión. Acompáñame en esta aventura—
—Dejó de grabar—ya quedó Demian—
—¿Dijo Demian?—miró a Patrick.
—Son ellos—dijo Patrick.
Los chicos estaban por su lado.
—Demian, Adib tanto tiempo sin verlos—dijo Kamíl.
Voltearon confundidos, pero los reconocieron.
—No puede ser, pero si son los primos Wallet—se acercó.
—Han crecido demasiado—Adib los miró asombrado.
—¿No nos presentas?—Demian miró a las chicas.
—Demian, Adib ella es Bélida mi enamorada y ella es Mery su mejor amiga y futura enamorada de Patrick—
—Un placer señoritas—Adib les dio la mano.