Amar Como Las Estaciones

CAPÍTULO XLV: ÚLTIMO DÍA EN EL CAMPAMENTO

Ellos desapercibidamente salieron del lugar para irse a sus cuartos para que se alisten para ir a la fiesta.

Pasaron las horas y ya era las siete de la noche cuando ellos salieron en un auto que les había mandado Demian. Los cuatro estaban vestidos como en los ochenta y se veían increíbles.

Ya al llegar a la fiesta se encuentran con un montón de jóvenes. Ver el lugar te hacía sentir como si hubieras viajado al pasado. Cada detalle de la decoración era hermosa. Demian era el anfitrión y estaba en la entrada conversando con todo el mundo.

—¡Oh Dios!, pero que bellezas han llegado—dijo Demian acercándose a ellos—buenas noches señoritas—besó la mano de cada una.

Kamíl se quedó mirándole serio. Él sabía muy bien que desde chico era bastante coqueto.

—Buenas noches joven—jaló su mano para querer besarlo.

—Demian—quitó su mano rápidamente.

—Es que te veía serio, pensé que también querías—sonrió.

Los demás fingieron no reírse.

Entraron a la fiesta. En medio de la pista de baile había esferas de luces y todo el lugar estaba lleno de color. Adib era el que atendía en la cantina. Estaba practicando para bartender.

—Adib sírvenos tu mejor bebida—dijo Demian sentándose.

—Hola—los miró.

Empieza a hacer las bebidas.

—Vaya, sí que se vistieron para la ocasión—dijo Demian mirándolas.

—Queríamos sorprender al público—dijo Mery sonriendo.

—Me encanta sus outfits chicas. Son las que más resaltan entre todos. Pienso que...—dijo Demian mirándolas fijamente.

—No vas a opinar nada de nuestros atuendos—Patrick quiso interrumpir.

—No se pongan celosos, también tengo ojos para ustedes. Se ven divinos, hombres tallados por los mismos ángeles—se acerca.

—Queremos respuestas serias—dijo Kamíl atajándole con su mano.

Las chicas se quedaron mirando sorprendidas a Demian y luego sonrieron.

—Es una broma, no se me pongan nerviosos. De verdad se ven bien, me encantaría medir lo mismo que ustedes—

Demian era coreanojapones. Tenía los ojos rasgados y su cabello siempre lo mantuvo largo hasta su nuca. Es de tez blanca y mide 1.75. En cambio Adib era totalmente coreano y medía 1.82.

—Terminé de hacer sus bebidas, pruébenlo-—dijo Adib nervioso y orgulloso de su trabajo a la vez.

Probaron su bebida.

—Dios mío, está excelente—lo miró Kamíl.

—Para mí también, está exquisito—dijo Patrick.

—Yo no soy de bebidas, pero esto lo tomaría y bastante—dijo Mery sonriendo.

—¿Se puede repetir?—Bélida terminó su último sorbo.

Los miró muy ilusionado por sus halagos. Se veía como un niño muy orgulloso de su trabajo.

El Dj empezó a animar la fiesta con música de los 80's y todos empezaron a salir a la pista de baile.

Mery y Patrick iban cada rato a la cantina a pedirse una bebida diferente cada vez. Bélida y Kamíl solo bailaban en la pista.

Llegó la ocasión en que Demian puso una canción romántica "Georgie Michael-Careless Whisper" para que bailara con una chica esa noche.

—¿Me permite esta pieza, señorita?—dijo Kamíl estirando la mano.

—Porque no, joven—dijo tomando su mano.

Paralelamente con Mery y Patrick que se encontraban a unos metros.

—¿Me permites mostrarte cuánto mejoré?—estiró su mano para invitarla.

—Aun así, no me igualarás—dijo tomando su mano.

Ambos chicos las tomaron por la cintura para apegarlas a su cuerpo y empezaron a mirarse fijamente mientras bailaban lentamente. Se sentían atrapados en la mirada del otro. Hablaban por medio de sus cuerpos.

Ya por terminar la canción terminaron con la mano en la cintura de su pareja.

—Tengo sed ¿Vamos por agua? —dijo mirándole.

—Vamos—la siguió.

De la nada agarra la mano de Bélida y la detiene. Ella volteó a mirarlo. Él agarra su cachete y la voltea mirando al frente.

—Se emocionó—No puede ser, debemos grabarlo, ¿tienes tú celular ahí?—

—Está en tu cartera, voy a traerlo—se fué rápidamente.

Con Mery y Patrick.

—Mejoraste en el baile—dijo sonriendo nerviosa porque Patrick no dejaba de mirarla fijamente—creo que ya se acabó la música, mejor hay que ...—quiso sacar las manos de Patrick.

—Apretándola más—desde aquel día en que viajamos por el concurso he tenido unas benditas ganas de hacer esto...

Se acercó despacio hacia su rostro. Miraba con deseo sus labios. Pero notó que Mery se había quedado paralizada y pensó que la estaba incomodando.

—Perdón—se alejó un poco.

—No pidas perdón, por algo que yo también quiero—

Agarró su camisa y lo acercó hacia ella. Milimetros era lo que los separaba. Eso hizo crecer su deseo para que sucediera más rápido. Sus labios se juntaron en el desenfreno de su paciencia. Al fin dos corazones se correspondieron mutuamente y disfrutaron del dulce sabor del amor.

Paralelamente a lo que había ocurrido, Bélida con Kamíl estaba re emocionados.

—Ocurrió, ocurrió—dijo sacudiéndole a Kamíl—no lo puedo creer—quería gritar.

—Al fin pasó lo que debió pasar hace mucho tiempo y está grabado—tenía su celular a la mano.

Mery y Patrick se miraron, se avergonzaron y mejor buscaron con la mirada a Bélida y a Kamíl. Ellos se hicieron los que no vieron nada.

—Ahí están—Mery los vió sentados en la cantina.

Se acercaron.

—¿Sucedió algo?—dijo Mery acercándose a su amiga.

—No, todo bien ¿sucedió algo con ustedes?—

—No—intentó no mirarla a los ojos.

—Dame un abrazo—la abrazó—lo he visto todo Mery—la dijo al oído.

—¿¡Qué!?—sonrió disimuladamente—acompáñame al baño—

La llevó de la mano al baño sin antes pasar por su bolso que había dejado encargado.

Patrick con Kamíl se quedan solos.

—Y primo ¿lo disfrutaste?—dijo molestándole.

—Nos vieron—tocó sus labios—me encantó...ahora no sé cómo declararme, pero tengo que hacerlo—dijo nervioso.




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