Amar Como Las Estaciones

CAPITULO XLVI: JUSTICIA A MANO PROPIA

El lunes la escuela lo decretó feriado. El martes ya fueron a estudiar. Pasaron cada uno a su aula e hicieron sus clases correspondientes.

Cuando salieron a recreo ellos estaban sentados esperándolas. Se les notaba incómodos.

—Hola chicos ¿Ocurre algo?—Bélida se sentó.

—Mery, no está Dylan en tu salón ¿cierto?—preguntó Patrick.

—Hay rumores de que se retiró—

—El director no hizo nada. No iba a hacer nada de igual modo. Hasta aquí llegó nuestro intento de justicia—Bélida movía sus pies por desesperación.

—No se va a quedar así. Ahora mismo puedo llamar al primo de Demian. El a hackeado hasta bancos—dijo Kamíl.

—Solo di si procedemos o no—Patrick miró a Mery.

—Que pague todo lo que ha hecho—

—Bien—dijeron sonriendo.

—Ya regreso con noticias—Kamíl se fué a un lugar más silencioso a hacer la llamada.

Después de unos minutos regresa con una gran sonrisa en el rostro.

—Ya está, dejémoslo en las manos de Park Min Do—

—En cuanto tiempo tendrá toda la información—dijo Bélida.

—En la noche más seguro, de igual modo no se puede más rápido—

—Perfecto, yo pensé que en tres días—

—Mejor comamos, ya creo que hicimos lo más importante–veía que Mery estaba disociando.

—Nosotros pedimos la comida—Bélida y Kamíl se fueron a hacer los pedidos.

Después de observarla unos segundos.

—Que tanto piensas—

—Movió sus manos—nada—fingió sonreir.

—¿Estás empezando a sentirte culpable?

—No, lo que me indigna es el grado de poder que tiene para poder librarse de todo—

—No de todo, te olvidas de nosotros—

Lo miró y sonrió un poco más reconfortada.

Después de comer sonó la camapana para que regresasen a sus aulas.

Las horas parecían eternas. Miraban a cada rato el reloj anhelando que ya sea la salida.

Ya al tocar la campana salieron enseguida.

—Tenemos que reunirnos en alguna casa para ayudar a Park Min Do—dijo Patrick.

—En la mía, tengo el internet más rápido—

—Okey, ¿A qué hora?—preguntó Bélida.

—Ahora mismo, las vamos a llevar hasta sus casas a que se cambien y después nos vamos a la mía—

—¿¡Qué!?—miró a Mery—está bien, hay que ir ya—su sed por justicia era muy grande.

Al llegar a la casa de Kamíl solo se veían sus sirvientas más no a su mamá. Era una casa sumamente lujosa y con muchas áreas verdes.

—Subamos, en el segundo piso es mi cuarto—los dirigía hacia las escaleras.

Al pasar por el pasillo solo había tres puertas.  Y la de la esquina era el cuarto de Kamíl.

—Puso su código y abrió la puerta—pasen—

—Pero que...esto es cuarto o departamento—miraba asombrada el enorme espacio que tenía.

—Pero si es normal—soltó su mochila en el sillón.

—Kamíl no es tan común tener un gimansio dentro de tu cuarto. Una biblioteca entera dentro de tu cuarto. Una refrigeradora para tus bebidas y un estante lleno de...—miraba con deseo los dulces.

—Coge el que quieras—

—Agarró dos galletas de menta con chocolate—gracias, gracias—le dio un beso en la mejilla.

—¿Y que es esa madera que cubre toda tu pared?—preguntó Mery.

—Es mi ropero—

—¿¡Qué!? Tienes una tienda completa dentro de ese ropero—se dirigió hacia el ropero—¿puedo ver?

—Sí, menos ese cajón pequeño de ahí—indicó con su dedo.

—Okey—abrió las puertas.

Se topó con abrigos para invierno. Abrió otra puerta y era de camisas. Así sucesivamente hasta que se cansó y no había visto ni la mitad.

—Tu ropero es el sueño de todo amante de la ropa. Todo de calidad, ordenado por color y todo conbina ¡Es perfecto!—

—Gracias—sonrió.

—Voy prendiendo tu computadora gamer—dijo Patrick.

—Sí...me voy a cambiar, ya regreso—se metió a un cuarto.

Se acercaron a Patrick.

—Que vamos a hacer nosotras—dijo Mery al costado de él.

—Primero vamos a hacer videollamada con Park—

Entra a la aplicación dónde se iba a dar su reunión. Mery y Bélida se alejaron de la cámara.

—Hi Bro—

—Hola Patrick ¿dónde estar Kamíl?—hablaba lento y como todo principiante.

—Ya viene—

—Hola Park, a los tiempos. Hace unos días también me vi con Demian—

—¿Todo bien?

—Sí, estamos bien ¿practicando español?—

—Obligatorio malla curricular—

—¿Averiguaste algo ya?—dijo Patrick.

—Sí, pero es difícil entrar a su información personal. La mayoría tener miles de claves y mucho virus—

—Entiendo, de que forma te podemos ayudar—dijo Patrick.

—Me faltan manos. Necesito entrar a muchos enlaces que a veces no llevar a nada—

—Tenemos suficientes manos—trajo a Bélida y Mery frente a las cámaras—Park Min Do, ella es Bélida mi enamorada y ella es Mery su mejor amiga y futura enamorada de Patrick—

—Hola señoritas—

—Hola—dijeron ambas.

—En serio tener enamorada Kamíl. Pensé que te ibas a casar con tu reflejo jajaja—

Kamíl lo miró haciendo caras.

—Dos primos y dos mejores amigas, interesante—sonrió—creo que ya empezar o terminar a las tres de la mañana—

Empezó a pasar un montón de links. Cada uno iba abriendo ventana tras ventana para llegar a algo o a nada. Era muy cansado estar pegado a una pantalla hora tras horas sin obtener tanta información.

Ya siendo las siete de la noche. Estaban muy cansados y quisieron algo de comer.

—Bélida se sobó los ojos—necesito lavarme la cara—

—El baño está ahí—apuntó hacia una puerta.

Bélida se levantó y Mery también.

—Ya estamos cerca bro—

—¿Cerca a qué?—lo miró Kamíl.

—A la mejór información—

—Kamíl, ¿te han dejado algo de comer? Ya me cansé de tomar agua—lo miró Patrick.

—Sí, espera voy a traer—

—¿Vas por comida?

—Vamos—sonrió sabiendo que eso es lo que quería.




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