Amas o Mueres

Capítulo 6

 

-Jule-

Estaba viendo el cuarto de Sasha, que resulto tener una personalidad muy interesante. Era divertida a su manera y muy maduro, me contó que venía de una familia muy humilde, me di cuenta en el poco tiempo que converse con ella que no se dejaría ver la cara por ningún niño bonito, el cual resultaba ser su pareja, Damián desde mi punto de vista era muy engreído.

-Sabes el tonto de Damián me hizo enojar  y para remediarlo me compro esta máquina-vio con aprecio el artefacto, no parecía ser de las personas que te contaran toda su vida de una pero se sintió en confianza conmigo-Mi madre es costurera  y tenemos unas cuantas maquinas viejas ,es la primera vez que  puedo coser en una maquina tan perfecta como esta-comento viéndome-Es un tonto pero es un buen chico-le tenía cierto grado de apreció ,no porque le comprara cualquier cosa sino porque se había percatado de lo que le gustaba y eso era algo-Y tú qué puedes contarme?-se sentó en su cama que era negra, de hecho todo su cuarto era de un estilo moderno de negro y blanco.

-Digamos que mi compañero es tranquilo, la primera vez que lo vi me hizo enojar, pero ahora nos llevamos mejor, creo-comente sentándome en un mueble del frente.

-Es mejor intentar llevar bien las cosas con tu pareja-dijo distraída-Por cierto, como ya te había dicho estoy estudiando diseño de modas, así que si necesitas alguna prenda no dudes en pedírmela, claro que tienes que traer las telas-me sonrío.

-Gracias lo tendré en cuenta-pasamos conversando toda la tarde, me contó que tenía dos hermanos pequeños y que era de esta ciudad, además de que Damián había comprado todo, aunque ella se negó, era una chica humilde y eso me agradó, cuando la noche llegó cocinamos juntas y comimos con los chicos que estuvieron muy felices jugando videojuegos.

-Parece que se llevan bien-comento Damián mientras mordía un pedazo de carne-Supongo que ya no te debo nada-comentó divertido viendo a Sasha, elevo una ceja.

-Ni lo creas listillo-comento divertida. La cena fue entre anécdotas personales, claro que yo solo escuchaba no tenía muchas cosas buenas que recordar.

Cuando llegó la hora de irse, quedamos en sentarnos juntas en los almuerzos ya que comíamos en la misma cafetería.

Llegamos al departamento un poco cansados y nos sentamos en los muebles.

-Fue un buen día verdad? -me miró.

-Sí, fue un buen día-comenté mirando al techo.

-Mmm qué te parece ver una película? -preguntó rascándose la nuca. Estaba de buen humor y de algún modo me sentía un poco relajada a su lado.

-Está bien, nos bañamos, nos ponemos el pijama y venimos-comenté interesada-Pero que no voy a ver películas de miedo-las detestaba poque me daban pesadillas o los pensamientos de que algo así pudiera pasarme me alarmaba a cada instante.

-Por mi está bien-comento divertido levantándose del mueble-Preparo algunos dulces hasta que elijas la película-Yo asentí.

Me demore media hora en bañarme, ponerme el pijama y sentarme en el mueble en pose indio con una de mis cobijas. Entre las muchas opciones de Netflix elegí Rápidos y Furiosos, me encantaba esa película y no importaba repetírmela, era un clásico.

Nathan dejo un poco de aperitivos en la mesa y se sentó a mi lado de la misma forma que yo, entonces se jalo un poco de mi cobija y se tapó. Lo miré mal, esta era mi cobija.

-Vamos Jule, comparte –me sonrió, eso no funcionaba en mí, pero lo deje pasar por esta vez-Así que Rápidos y Furiosos, todo un clásico pero es muy buena-comento mientras se metía una gomita en la boca.

La película transcurrió sin problemas, a veces nos emocionábamos juntos y otras veces nuestras manos se chocaban en la bandeja de comida, al principio fue incómodo, pero después ya nos acostumbramos. Cuando terminó la película, me levante a lavar el plato, entonces Nathan dijo-Sabes deberíamos hacer esto todos los sábados-era interesante estar con él, pero escondía muchas cosas entre sus sonrisas, pero quién era yo para juzgar, sin pensarlo mucho respondí.

-Claro que sea una tradición-él se puso mucho más feliz con mi respuesta, parecía un niño, sonreí mientras lavaba los platos.

Un mes había pasado, como habíamos quedado con Sasha ahora se sentaba en mí misma mesa, con Zoe y Stevan que eran pareja, esos dos eran muy contrarios el uno era muy infantil y el otro muy serio, además todos los sábados veíamos Nathan y yo películas, nos volvimos mucho más cercanos, como mejores amigos pero aún había un gran muro invisible que nos separaba, los secretos, que nadie estaba dispuesto a decir.

Hoy cuando estaba de camino hacia el departamento, después de haber terminado mis clases, sentí una descarga eléctrica liviana en la mano donde tenía la pulsera, nos separamos demasiado?, eso me pareció raro, hasta ahora no había ocurrido eso.

Entonces llamé por primera vez a Nathan que respondió enseguida-Hola Jule, disculpa creo que me he alejado un poco más de lo debido-dijo apenado, decidí creerle.

-No pasa nada, ya estoy camino al departamento-comente mientras llegaba al edificio. Un silencio se formó al otro lado de la línea- Estas bien?

-Sí, si solo que…-lo pensó un rato-Te lo contare cuando llegues-Y sin más me cerro la llamada.




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