Amatista

Capítulo 10: Los seres mágicos

Los cuatro jóvenes, junto al ser mágico del jade estaban ahora en la habitación del colorado.

—Eso fue increíble.
 


Dijo Dana, dando un pequeño salto emocionada.

—¿El fragmento de mineral te permite hacer eso?
 


Preguntó Ámbar con curiosidad, mirando a la joven.

—En realidad el fragmento sólo me ayuda a que mis poderes sean más fuertes. 
 


Respondió Crystal, en tono suave.

—Hay muchas cosas que no comprendo.
 


Dijo Ethan interviniendo en la conversación de las chicas. 

—Isaac, el Bajang dijo que atravesó un portal desde el mundo Amatista hasta el nuestro.
 


Explicó mirando con seriedad al ser mágico.

—Que no fue el único, que muchos otros demonios también lo hicieron y que él lo había hecho para encontrar las piedras enteras, no sus fragmentos. 
 


Siguió contando el chico con una expresión de confusión en su rostro.

—De hecho…
 


Habló Ámbar al joven, después de haber escuchado lo que decía.

—...Yo me encontré con un Adze, que es un bruja muy linda llamada Nayade. 
 


Explicó.

Crystal escuchaba atentamente lo que decían la rubia y el castaño, al igual que Dana. 

Darién estaba parado junto a la puerta, recargando su espalda sobre ésta.

—Ese Adze, me dijo que los demonios que atravesaron el portal eran peligrosos y que todos querían conseguir los fragmentos de minerales.
 


Continúo contando la rubia.

—Entonces están todos locos.
 


Dijo Dana, mientras se sentaba en la cama.

—¿Por qué no buscan sus cosas en su mundo?
 


Agregó en modo de reproche.

—Según Nayade, al abrirse el portal, varios de los fragmentos se perdieron acá.
 


Le explicó Ámbar a la rizada.

—Bueno, Isaac decía que era importante encontrarlos.
 


Agregó Ethan, mientras se cruzaba de brazos y llevaba su mirada a Crystal.

—Pero seguro vos podés decirnos algo más.
 


Crystal se puso firme y miró por unos pocos segundos a cada uno de los chicos. Primero a Dana, quien le pareció una chica muy extrovertida y sincera, pero esas eran virtudes que no servían de nada contra los demonios; luego a Ámbar, ella le generaba mucha intriga -sobre todo por el hecho de haberse contactado con un Adze-, después a Ethan, su mirada café le resultaba algo inocente pero valiente, ¿Qué tenía ese chico de especial? Se veía muy normal, y por último a Darién, en él podía ver a un joven vulnerable. 

Le bastó sólo esos segundos para creer que les sería muy difícil comprender en que se estaban metiendo. 

—De acuerdo, les explicaré. 
 


Habló por fin la chica de cabellos grises. 

—En el Mundo Amatista, mi mundo, existen seres mágicos, demonios y seres que controlan el poder de los fragmentos de minerales. 
 


Ethan se quedó de pie escuchando, al igual que Darién, y Ámbar se sentó en la cama junto a Dana.

—Nuestro mundo saca sus fuerzas de distintas fuentes, que originalmente eran piedras naturales, pero hoy en día sólo hay fragmentos de ellas. A esos los llamamos fragmentos de minerales duros, los cuales fueron manipulados por cada ser para aumentar sus capacidades. 
 


Explicó de la forma más clara posible, Crystal.

Ámbar comenzaba a comprender un poco más la importancia de aquellas piedras, mientras que los demás aún necesitaban oír más información para sacar sus conclusiones. 

—Por ejemplo, un grupo de seres mágicos descubrió que podía aumentar sus capacidades gracias a las propiedades de los fragmentos de la Amatista. 
 


Siguió hablando el ser mágico.

—Ese grupo se encargó de ayudar a los demás seres y demonios, de la administración de los fragmentos y del orden. Son básicamente los líderes.
 


Allí fue cuando Ethan recordó que esos seres de Amatista habían convertido a Isaac en un Bajang diferente a otros que pudieran existir.

—Por la administración de ellos, se formaron varios grupos de seres mágicos. Cómo el mío, que nos aferramos a las fuertes y maravillosas propiedades del Jade.
 


Contó Crystal, con algo de entusiasmo mientras tomaba entre sus manos el accesorio de su collar. 

—El Jade me permite aumentar mis poderes al máximo y también hacer cosas que antes no podía. Como por ejemplo sanar heridas. 
 


Agregó.

—¿Y qué es exactamente un ser mágico?
 


Interrumpió Dana, quien se sentía algo perdida con tanta información.

Crystal se quedó en silencio unos minutos mientras pensaba alguna forma de describirse, a ella y al resto de su raza, y que sea entendible para la joven humana.

—Bueno creo que lo más parecido que hay en su mundo a un ser mágico, es un Hada.
 


Respondió algo insegura, porque no se consideraba una. 

—Pero…¿no deberías tener alas y ser chiquita?
 


Preguntó Dana, mientras imaginaba a Campanita de Peter pan.

Crystal se sonrojo levemente y antes de poder hablar, fue interrumpida por el castaño.

—De acuerdo.
 


Dijo Ethan interrumpiendo e ignorando el hecho de que la joven se veía muy bonita ruborizada.

—¿Y qué hay del resto?
 


Preguntó.

—Bueno, el resto son algunos seres que tomaron los fragmentos de minerales para crear su propio poder. 
 


Respondió ahora con seguridad, Crystal.

—Y luego están los demonios, entre ellos los Vampiros, liderados por el señor Radomsky.
 


Agregó con seriedad.

—Sí, algo oímos de él.
 


Dijo Ethan molesto, acababa de recordar al hijo de aquel y volvió a sentir ira en su interior.

—¿Radomsky fue quien abrió el portal?
 


Preguntó Ámbar y Crystal asintió levemente con su cabeza.

—¿Y pudo hacer eso con sólo un par de fragmentos?
 




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