Capitulo 48. El funeral

Celeste

Lunes 17 de octubre del 2039. Mi funeral. Eran las 11:00 de la mañana.

“Celeste Cóllar, un pilar de la amistad y una gran amante de la cocina, la mejor hija del mundo”—Estaba escrito en mi lápida.

Todos habían venido, hasta mi ex pareja. Todos vestidos con ropa negra… Era un día triste hasta para mí, y eso que yo ya no siento nada.

—¿No me volverás ha hablar?

—De momento no—No entendía nada, ¿Albino y Mar se pelearon? ¿Por qué?

—Vi, ¿cómo estás? ¿Qué te ha dicho el médico?—Preguntó Mauro.

—Estoy bien, dentro de lo que cabe, me ha dicho que si, efectivamente estoy embarazada pero que todavía es muy pronto para saber el sexo del bebe, así que toca esperar.

—¿Has pensado en nombres?

—Si es una niña se llamará Lila, en honor a mi hermana, y si es niño se llamará Oriol, en su honor.

—Qué bonito—Sol se unió a la conversación al escuchar los nombres.

—Sol, la tengo aquí—No supe a que se referían pero las gemelas estaban tramando algo. Luna cerró su bolso y entraron las últimas a la iglesia.

Un hombre de bata blanca con un pañuelo largo y de color añil se presentó delante de todos los que asistieron a mi funeral.

—Estamos aquí reunidos, hoy, en esta iglesia, para despedir a una hija, amiga, y creyente. Celeste Cóllar. Una gran persona, voluntaria en muchas organizaciones y amada por aquellos que compartieron su vida con ella. Ahora, Mar Lorenzo saldrá a decir unas palabras.

—Ejem. Celeste no solo era una amiga con quien podía confiar, si no, era como la hermana que nunca tuve, le podías confiar cualquier secreto, el que sea, que te lo guardaba, incluso si era malo. Eso sí, te tiraba cada comentario… pero solo por tu bien, para que tú hicieras algo.

Celeste no ha sido solo una amiga y compañera de clase,  ha sido mucho más, un pilar en la amistad, ella quería que estuvieras bien, y protegía a los suyos, sin importar las consecuencias que tuvieran hacia ella.

Un claro ejemplo fue la decisión que tomo al instante al ver el camión… Se ha ido, pero su sacrifico… no ha sido en vano, ha salvado dos vidas. Celeste Cóllar es una heroína.

—Gracias Mar.

No puede ser, me van a hacer llorar, veía a todos con lágrimas en los ojos. Después de estar un buen rato en la iglesia, se terminó todo y salieron fuera. Mis padres lloraron muchísimo al mirar mi foto enmarcada. Era reciente, esa foto me la hicieron cuando me salió un plato que llevaba tiempo practicando, con mi gorro de cocinera.

—Les acompaño en el sentimiento—Dijo el hombre a mis padres.

Todos estaban tristes pero se podía ver que dentro de lo que había, estaban bien. Blanca hablaba con Arún, Esmeralda y Violeta. Rosa estaba en otra parte hablando con Mar, Rufo y las gemelas. ¿Qué les ha pasado? ¿Siguen enfadadas?

—Tenemos que hablar—Bruno le habló a Albino, estaban algo separados de los demás.

—No se dé que quieres hablar, ya lo dijiste todo ayer.

—No podía ocultarlo, sabes que soy una persona muy honesta y no me gusta mentir, sobre todo a la madre de mi hijo.

—Si no querías hacerlo ¿Por qué te lanzaste?

—¿Lanzarme yo? Te lanzaste tú.

—Es igual ya está hecho y mi matrimonio prende de un hilo por tu declaración.

—Yo estoy igual que tu, también estoy casado y con un hijo.

—Pero no es lo mismo, yo no iba a decirle nada, pero tú te empeñaste. El caso es que es mejor que nos dejemos de ver durante un tiempo, hasta que se calmen las cosas.

—¿Eso crees? ¿Eso es lo mejor?

—Es mejor para los dos y para nuestras familias Bruno.

¿Pero qué está pasando aquí? Todo se está desmoronando por momentos, quiero una explicación.

—Me he enterado de todo, vamos a ver, pero ¿yo no os dije que si lo hacíais, lo hicieseis los dos a la vez?—Mauro vino tranquilamente.

—Fue él, yo no quería decirlo.

—Me sentía culpable.

—Estos temas son muy complicados…—Unos susurros llegaron hasta donde estaban los tres, alguien había venido, y no era precisamente de mi circulo de mi vida. ¿¡Que hace ella aquí?! La que se va a liar ahora, lo va a empeorar todo, como siempre.

—¿Amber?—Preguntó Rosa.

—Rosa, perdona por no haber podido venir antes, me surgió un problema en el trabajo.