Finales del verano de 2019. El verano no fue nada especial, solo dibujo, música. Días grises monótonos, día tras día y nada cambiaba, absolutamente nada. No estoy acostumbrado, siempre he vivido así... aunque hubo un período que comenzó tan bien y terminó... No importa, después.
31 de agosto. El último día antes de la escuela, no quiero volver a eso, la falta de sueño, las clases con el 90% de información que nunca será útil en la vida, y lo más importante, la gente que me rodea allí. Me odio a mí mismo, y todos ellos me odian.
No debería haber estudiado allí otros 2 años. Ese año, después del 9º grado, aprobé los exámenes y fui aceptado en la institución donde quería estudiar. Solo necesitaba recoger los documentos de la escuela, y finalmente tendría una nueva vida. Mi madre decidió lo contrario, prohibió recoger los documentos. Dijo que solo perdería el tiempo, porque personas como yo no son necesarias para nadie, que estaría desempleado y pobre. Dijo que necesitaba una educación superior y estudiar en un campo que siempre sería necesario, como economía o medicina. No la escuché y fui a recoger los documentos de la escuela por mí mismo, pero no me los dieron. Expliqué toda la situación, aunque fue en vano. Mi madre los había advertido que era una decisión "impulsiva" y "problemática". Por eso no me los dieron. Así que me quedé en la escuela.
Mañana empieza el 10º grado, aún quedan 2 años de sufrimiento. Aunque, después de terminar la escuela, el sufrimiento no desaparecerá. La vida es sufrimiento. Gracias a Dios, la vida no es para siempre.