Amigos en matrimonio

Despidete #2

[Roman]

09:30 AM.

—Pero ¿y entonces que le digo? No soy bueno con las palabras, Lisa, pero tú si.

—No es complicado, sólo escríbele, dile como te sientes al respecto y que si pueden estar juntos un poco más que te lo diga.

—Bueno, le escribo pero tú dime si voy bien— ella asiente, me acerco un poco, comencé a escribir —. Bien, comienza con "Hailey, tengo que verte una vez más, no pude decirte nada y necesito que me escuches" ¿así está bien?— asiente sonriendo —, ¿Qué?.

Melissa se ríe al abrazarme.

—Es que mi amigo es todo un romántico— la abrazo igual de fuerte riendo.

—Hola.

Con Melissa vemos a Joaquín en la habitación junto a mi mamá, ella me sonríe, con calma me alejo de Melissa y salgo de la cama, mi mamá se acerca a Melissa deja unas bolsas en la silla.

—Querida volveré luego— dijo mi mamá.

No te apures.

Mi mamá se va, Joaquín abraza a Melissa.

—Bueno yo estaré afuera— dije saliendo de la habitación.

Le envío el mensaje a Hailey, escribo un segundo mensaje diciéndole donde y a que hora vernos y que la espero.

—No sé si podré— me contesta.

—Por favor, tengo que verte, Hailey.

—No me odies si no llego, lo intentaré, Roman, me tengo que ir.

—Te amo.

Apago mi celular apretandolo en mi mano, espero no me falle,  si nos vemos esta noche le diré, no me cansaré de pedirle que no se vaya. Veo a Joaquín salir, cerró la puerta, viene hacía mi, se ve enojado.

—¿Acostado con mi novia, Roman?.

Negué con algo de decepción, él es mi primo no tenía esas intenciones, Melissa es mi amiga, también me enfurece porque Melissa no es esa clase de chica ¿por qué nadie lo entiende?.

—Yo no la veo de esa manera, Joaquín, sabes que no hay nada más que amistad. Que pienses así de ella me molesta más de esto, que idiota.

—No quiero que sigas en medio de nosotros, Roman.

—¿De qué me hablas? Yo no estoy entre ustedes, no soy así.

Decido dejarlo e ir con Melissa, abro la puerta, tenía un pie adentro de la habitación cuando Joaquín me sujetó del brazo, me doy la vuelta quitándole mi brazo.

—Chicos— dijo Melissa.

No haré una escenita con ella aquí y con todo lo que está pasando, tuve que reírme y fingir que no pasaba nada.

—Oye madura estamos en un hospital, no molestes— dije calmando a Melissa.

—Oigan compórtense.

Saqué a Joaquín lo empujo.

—Escuchame bien, no te estoy dando una paliza por ella, enserio no sé como mierda se te ocurre hablar de algo así cuando ella está así de mal, su mamá acaba de morir y tú estás  buscando problemas, te pido por favor que te comportes y si con esto no tienes suficiente cualquier otro día arreglaremos esto.

Regreso con Melissa, ella me ve con sospecha.

—¿De qué hablan tanto?.

Me siento en el sofá, negué con una sonrisa.

—Cosas de primos.

—Oh okey, cosas de primos, eres un idiota, Roman— dijo ofendida —. Recordaré eso.

[Melissa]

17:05 PM.

La señora Clarissa me trajo ropa, terminé de cambiarme la ropa, entramos al auto con Roman, todos estábamos en silencio, al llegar al cementerio,  los padres de Roman salieron, él me abraza y besa mi frente con ternura al verme llorar, su mano en mi mejilla seca mis lágrimas.

—Vamos no te separes de mi.

—Yo no sé si pueda estar ahí, no puedo, mi mamá se fue.

Roman con dificultad pasa su saliva, me separa en ese momento sosteniendo mis mejillas quitando mis lágrimas con sus pulgares, levanto la mirada, encuentro unas lágrimas en sus mejillas también.

—Si podrás, Melissa, se fuerte por ella, por tu papá y por mi ¿lo harás?— asentí.

Roman me toma de la mano, abre la puerta del auto, sale sin soltarme y me ayuda a salir, cierro la puerta, veo a Joaquín llegar en su motocicleta, Roman me suelta la mano y se aparta un poco, Joaquín al venir me abraza, llegamos, sólo estaba la familia y amigos de mi madre, solté a Joaquín y me dirigí al ataúd, no me permitieron abrirlo, me desesperaba, quiero verla, aún no lo puedo creer, todo se siente irreal un hombre se puso en frente seguro un empleado o algo parecido.

—Te he dicho que no, su cuerpo no está..— Roman aparece a mi lado pasando su brazo por mi espalda.

—Cállate— le dijo al hombre con enfado, esperó a que se fuera —. Mels no podrás verla ahora, no hay nada que se pueda hacer, lo lamento.

Puse mi mano sobre el ataúd rendida, Roman pone su mano encima de la mía la cubre con su gran tamaño.

—Déjala ir, despidete de ella, nunca más te sentirás así de cerca, despidete— asentí.

Mis lágrimas parecían no tener límite, Roman tiene razón, me tengo que despedir aunque me duela, tengo que ser fuerte.

—Adiós mamá.

Es todo lo que pude decir me siento pérdida, todo se distorsiona, acabo de perderme a mi misma, lo último que pude ver fue a Roman atraparme.

(...)

Abro mis ojos, estoy en la cama de Roman, estoy sola, me doy la vuelta, desde la ventana veo el nublado atardecer, esto es tan injusto, no entiendo por qué cosas como estas pasan, lo tenía todo hace días y ahora como si nada no tengo a nadie.

—Mamá, papá los necesito.

Me levanto de la cama, me coloco mis zapatos, salgo de la habitación, bajo la escalera veo a Roman con Joaquín alejados con sus celulares.

—¿Estamos solos?— pregunté llamándoles la atención.

Joaquín viene hacía mi, me lleva a sentarme.

—¿Cómo te sientes? Me tienes muy preocupado, te has desmayado.

—Me duele un poco la cabeza, pero no quiero estar acostada.

Miraba a Roman pero él sólo miraba su celular ¿qué le pasa? Él no es así. Veo a Clarissa llegar, se acerca a Roman lo abraza por detrás y besa su mejilla, él casi tira su celular por ocultarlo de ella.

—Oye cuidado ¿qué estabas haciendo?.

—Nada mamá.

Ella lo matará si sabe de Hailey.



#3485 en Novela romántica
#1068 en Chick lit

En el texto hay: amistad amor y drama

Editado: 14.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.