Amigos en matrimonio

¿No recuerdas? #10

"Ahora tengo que aprender a llevarte en el corazón y no de la mano"
—Marcus Versus.

[Roman]

Lunes 12:42 PM.

Dejo un beso en la mejilla de mi mamá al llegar.

—Oye mamá.

—¿Qué pasa?— por su tono me doy cuenta que sigue molesta por lo de anoche.

Me apoyo en la mesada, tomé un paquete de maní.

—¿No creés que ya estoy un poco mayor para mudarme?.

Se ríe como si de un chiste se tratase.

—Roman, no digas tonterías, no puedes dejar a tu madre abandonada tan pronto, adoro tenerte aquí y ahora que Melissa está aquí... no, no lo creo.

Dejé el maní molesto llamando la atención de mamá.

—No quiero casarme con..—

—Shh— mi mamá cubrió mi boca con su mano —. Creí que ya había un acuerdo ¿por qué tienes que hacerlo tan complicado?.

—Es lo menos que te mereces.

—Basta.

—¿Y dónde está mi futura esposa?.

—Está en su habitación, no salió de ahí ¿qué le hiciste?.

—Nada que yo recuerde.

—Que sea la última vez que esto pase, Roman, deja de avergonzarme, odio que bebas.

—Te da vergüenza que beba, pero no te ha dado vergüenza alejarme de Hailey porque no tiene dinero y me obligues a casarme con Melissa para recuperar tu estable y dichosa  economía.

Mi mamá me da una bofetada.

—¿Cómo te atreves? Yo te he dado todo, hice todo por ti y ahora me reclamas por pedirte que madures y te unas a alguien que te hará feliz, créeme que esa chica no tenía nada, no era para ti.

Sólo decidí irme a buscar a Melissa, mi mamá siempre señala mis errores, ella cree que no hace nada mal, que todo es por el bien de la familia y no le creo, toqué la puerta, Melissa abre, veo su rostro rojo sus mejillas con lágrimas, avanzo entrando en la habitación, ella retrocede, cierro la puerta a mi espalda, intenté acariciar su mejilla y no me lo permitió.

—Melissa— la veo sentarse en la cama, abraza a su almohada y me mira desde ahí —. ¿Qué te pasa?— me quedé en mi sitio sintiendo su evasión, no desea que me acerque, entonces la veo bajar la mirada —, ¿Por qué lloras? Responde.

—Por todo.

—¿Todo?.

—Sí.

—¿Eso me incluye?.

—Por supuesto que si.

La veo con una sonrisa ésta vez al verla secar sus lágrimas de la misma manera como cuando era una niña.

—Eres fea cuando lloras.

Fue justo lo que le dije cuando la vi llorar por primera vez.

La veo acostarse boca abajo, mueve sus pies descalzos por la orilla de la cama, quisiera acercarme.

—¿No recuerdas?— me pregunta dando algunas vueltas por la cama.

—No recuerdo nada, Melly ¿qué fue lo que hice?.

Se detiene a mirarme.

—Estabas ebrio cuando llegamos.

—¿Llegamos?.

—Con Edmond.

—¿Entonces yo hice algo peor que tú?— me ve con sorpresa —. ¿Por qué fuiste por mi si estabas con él?.

—Porque yo estaba con él en su auto cuando tu madre me llamó y me pidió que te llevara a casa.

—¿Y qué pasó?.

—Te encontramos sentado con una chica en tus piernas riendo y bebiendo.

—¿Y te dije algo?.

—Edmond fue por ti, yo me fui al auto.

Mierda.

Ahora también estoy enojado con ella por lo de anoche, sin embargo me acerco, me acomodo encima de Melissa y soy testigo de como su respiración se altera de tenerme así de cerca, sus ojos celestes no se despegan de los míos y sus pupilas aumentan de tamaño, sus mejillas se ruborizan.

—¿Me perdonas? Yo no recuerdo nada y lo lamento.

—¿Y puedo ser tu novia?.

Dijo poniéndose más roja todavía y quitando su mirada de la mía, no siento lo mismo, con todo esto y sólo puedo sentir un golpe en el pecho al recordar a mi verdadera novia. Beso su frente, asentí un par de veces.

—¿Quieres ser mi novia?.

Melissa sonríe contenta, rodea sus brazos a mi cuello para luego besar mis labios, mi ceño se frunce deseando abrir mis ojos y ver a Hailey, pero sé que no pasará.

¿Por qué Hailey permanece clavada a mi de esa manera? Pues a ella es a quien iba a pedirle matrimonio, en ese tiempo sólo quería irme de aquí, casándome con Hailey sólo seríamos nosotros lejos de las personas que nos alejaron tanto como pudieron, entonces esto pasó y me siento muy culpable por todo, quizás si no hubiera dejado pasar oportunidades todo sería diferente ahora.

[Melissa]

13:00 PM.

Sus labios, sus besos tan dulces y tiernos me encantan, nos besamos después de días sin hacerlo, me mataba de tristeza, a pesar de que Edmond estuvo conmigo estuve algo triste, Roman había dejado de besarme de la nada, no se lo pedí por cuidar mi dignidad y por vergüenza o miedo quizás para que a la final sea yo quien le dijera sobre ser novios, justamente sobre eso me hablaba mamá.

—No persigas al amor, sólo  brindas y esperas a que llegue el correcto.

También me dijo sepa comportarme y dejara de ser una niña, me llamó melosa lo modificas un poquito y es "Melissa" pero es verdad, como novia fui muy apegada y cariñosa, Roman me conoce, me ha visto como era con Joaquín, así que sabe en que tipo de relación acaba de meterse, lo quiero llenar de besos cada vez que lo veo.

—Roman me voy.

Me levanto y salgo de la cama llamando su atención, me toma la mano deteniendo mis pasos.

—¿A dónde vamos?.

Me doy la vuelta para verlo con una sonrisa, es la segunda mejor pregunta que me hizo en la vida, me atrae hacía él, me sienta en su pierna, paso mi brazo por su cuello.

—A un paseo con Edmond.

Arquea su ceja haciéndolo ver más serio y hermoso.

—¿Qué hay entre ustedes?.

—Nada.

—¿Ya te dijo que le gustas?.

—Yo no le gusto, es más le estoy ayudando a conseguir a una buena novia, pronto se irá y quiero estar con él tanto como pueda.

—Entonces ve, no quiero ir.

—¿Sientes celos de Edmond?.

—Más o menos.

—¿Más o menos, Roman?.

—Ya acabo de admitirlo conformate, niña.



#28393 en Novela romántica
#4703 en Chick lit

En el texto hay: amistad amor y drama

Editado: 14.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.