"Fuimos, quizás, un pedazo de instante que quiso ser eterno"
—M. Sierra Villanueva.
[Melissa]
Sábado 03:23 AM.
Mi cumpleaños será horrible, mis padres no están, Roman tampoco, salió ayer al mediodía, dijo que compraría unas cosas para la fiesta y no regresó aún, no he podido dormir, he dado vueltas en la cama toda la noche intentando descansar pero no puedo, me falta él, estoy acostumbrada a tenerlo a mi lado y abrazarlo, no le perdonaré esto, no me gusta que me esté haciendo esto justo cuando están mis primos ¿creé que porque están ellos no le voy a reclamar? Está muy equivocado.
Miro con miedo la puerta de mi habitación ser abierta lentamente, es Roman, que silencioso es el maldito, mañana hablaré con él... no me importa un carajo lo haré ahora. Veamos que hace. Lo veo quitarse su camisa, la deja caer en el suelo, intenta apoyarse en la pared apenas puede mantenerse de pie.
Se acuesta a mi lado con cuidado, besa mi frente, no quiero decirle nada ahora, me doy la vuelta molesta dándole la espalda, su brazo rodea mi cuerpo, me besa la mejilla un par de veces.
—Melissa ¿me dejas darte tu regalo de cumpleaños?.
Que idiota.
—Roman déjame dormir al menos.
—¿No me amas? Hemos estado juntos siempre no sé porque no confías en mi.
—Ya lo hablamos, no quiero ser una mas, no quiero hacerlo ahora.
—Mientes— me doy la vuelta alejo su brazo de mi.
—¿Qué dijiste?.
—Olvidalo, tenías razón debí dejarte dormir, tranquila descansa, no importa.
Le doy un golpe en el hombro, lo señalo con mi dedo.
—Y no quiero que me toques.
Roman se da la vuelta, me da la espalda y no me respondió nada al final ¿aquí la mala soy yo? Él es el que salió y se por dieciséis horas, tengo miedo de que pueda estar con alguien más es que me insiste con eso de tener relaciones pero, yo no me siento preparada.
10:00 AM.
—Eso me dijo, Cassy, yo si lo amo tú no dudas de eso ¿verdad? Lo admito me altera todos mis sentidos pero, yo quiero algo seguro, soy conciente de que nuestro noviazgo puede acabar de un momento a otro, en cambio si ya estamos casados es mas complicado, soy muy sensible, mucho, me dolerá tanto..—
—¿Ya se lo has visto?.
La miro confundida al principio.
—¡Ay Cassidy! No, no te hablo de eso ¿me estás escuchando?.
—Te complicas mucho, Melissa, no te entiendo para nada, sólo es sexo que por cierto no sabes de lo que te pierdes. Pero oye, creo que él no te está engañando, no te insistiría de ser así, creo que puedes confiar en él.
—Pero quiero que sea diferente.
—Bueno Melissa como quieras, si estás tan segura de que te va a esperar tanto pues que te espere.
Escucho el timbre, iba a levantarme pero, Roman camina hacía la puerta.
—Deja, yo abriré— dijo amablemente, lo vemos abrir la puerta e intentar cerrarla por un momento para luego darse la vuelta y alejarse guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón —. Melissa, tu amigo está aquí.
—¿Qué amigo?— pregunté yendo hacía la puerta.
—Hola.
—Edmond.
Me sonríe, toco su mejilla sin poderlo creer, ha regresado, tantos años sin verlo, no ha cambiado nada, no lo pensé mucho lo abracé con todas mis fuerzas, él me abraza también mis pies dejan de tocar el suelo por un momento.
—También te extrañé.
Roman en cuanto nos alejamos de la entrada se fue sólo diciendo que iba a buscar a Clarissa, aprieto su mano, pincho su mejilla con mi dedo.
—Todo esto es culpa tuya, no pareciera que me extrañes de verdad. No sabes lo que fue para mi no volver a verte todos estos años... Edmond ¿qué tienes?.
—Es que no esperaba sentirme así, te ves muy bonita y estoy feliz de verte.
Vuelvo a abrazarlo, Cassy se paró frente a nosotros, sonríe.
—Hola, Cassidy ¿verdad?— ella asiente tomando la mano de mi amigo.
—Cuanta formalidad, Cassy, me sorprende.
Uh, a ella le gustaba Edmond ¿todavía es así?.
[Roman]
11:02 AM.
Entro a mi casa, veo a mi mamá guardando unas cosas, sonrío.
—Mamá.
—Roman ¿qué pasa? Que raro verte con esa sonrisa ¿estás bien?.
—Lo voy a estar mamá ¿sabes quién regresó?.
—Roman, no me asustes, dímelo.
—Edmond.
—¿Y te parecen buenas noticias? ¿te olvidaste que él quiere a Melissa?.
—Mamá, ya verás, vamos.
La ayudo a llevar unas cosas, entramos al auto, ella me ve con curiosidad, sonríe.
—¿Le harás algo a Edmond? Nunca lo quisiste.
—¿Hacerle qué? No mamá, no le haré nada.
—Roman ¿sabes algo? Estoy orgullosa que seas un 85% como yo, el resto eres como tu padre. Necesito que sigas avanzando, por ahora estamos bien pero, no tenemos mucho tiempo, a tu padre le prestaron dinero, en unos meses tiene que pagarlo si no tu tío se llevará todo y no lo podemos permitir.
—Mamá, sabes que me estoy encargando de eso, pronto tendremos mas de lo que teníamos antes pero, me dejarán a mi que me ocupe de la seguridad.
—¿Quieres encargarte por ahí? Me parece perfecto, consigue el dinero y yo hablo con tu padre luego.
—Bien.
—¿Y cómo vas? ¿ya sientes algo por ella?.
—Sí, por supuesto ¿sabes qué? Lástima, es mi mejor amiga, la mujer mas buena que conocí y mira lo que le estoy haciendo. Creo que podría terminar con esto ahora que estoy a tiempo, con tal ya no vivo en tu casa y no me dan ni una mitad de billete, me arreglo solo y ustedes deberían de hacer lo mismo.
—¿Te arreglas solo? Vives en su casa, Roman no me hagas reír, igual yo sé que nos ayudarás, adoras esa empresa que puede darte esa importante parte, será tuya únicamente al final, piénsalo no seas tonto.
—Si mamá, pero no me gusta estar haciéndole eso a Melissa, si lo descubre la pierdo.
—¿Entonces si sientes algo mas por ella?.
—Sí mamá, es mi mejor amiga, la quiero y odio estar haciéndole esto.