Nunca le he gustado #20

"Sigo tratando de sanar las cosas de las que nunca hablo"

[Melissa]

17:10 PM.

Mis lágrimas caen más y más, seco mis lágrimas con mis manos, entro en la habitación de mi papá, veo a Max, es quien cuida de mi padre, me ve preocupado viniendo hacía aquí.

—Hola, Melissa ¿necesitas algo?.

—Hola, no, Max, gracias, sólo quisiera estar con mi papá, ya puedes irte a casa.

—Está bien, ya me encargué de todo eh.. gracias, que pases una bonita noche.

Max besó mi mejilla antes de irse, el nudo que tengo en la garganta me dificultaba responderle, cierro la puerta, me siento junto a mi papá, tomo su mano con las mías.

—Hola, papá, lamento no estar viniendo con frecuencia, fue una semana difícil para mi, odio sólo venir y contarte sólo sobre mis problemas pero, eso es casi todo lo que tengo. Papá extraño mucho a mamá, estar sin ustedes me hace sentir muy sola, siempre tengo miedo ¿puedo quedarme más sola y desamparada? Aún me cuesta adaptarme, trato de ignorar la situación y de como me siento porque así me duele menos y son estos días, navidad era tan especial e importante tenerlos conmigo y ahora siento que no lo aproveché.

Veo los dedos de mi papá moverse sobre mis manos por un corto tiempo, unos segundos.

—Papá, tienes que despertar y estar conmigo, por favor. Siento que me escuchas, te amo papá, necesito saber que debo hacer. Sabes Roman me pidió ser su esposa.. le dije que sí, fue para mi cumpleaños, fue tan lindo conmigo, no sé por qué estoy pensando en esto pero ya no me siento del todo bien con Roman, hay veces en las que siento que me miente, que me oculta cosas que no debería ocultarme, creo que no nos llevamos bien como pareja, él es distante conmigo, no sé que le pasa y Hailey regresó y tengo miedo de que me deje por ella.

Ojalá pudiera tener una conversación normal con mi padre, pero me doy cuanta que no soy agradecida, al menos sobrevive y existe la posibilidad de que pueda regresar conmigo.

Me siento un poco rara hablando sobre... bueno le conté todo, le hablé de Edmond, ahora que regresó me siento mucho mejor, se está volviendo el mejor, sé que me afectará bastante cuando ya se tenga que ir, sufro verdaderamente, él podría quedarse aquí no sé por qué no lo hace, siempre se va, no me he animado a preguntarle sobre eso, Roman y Edmond tienen algo en común y es que a ambos tienen una vida misteriosa que me ocultan y no sé por qué.

Al menos con Roman si me animé a preguntarle había más confianza y nunca me trató tan raro como aquella vez, me respondió en un mal tono que no era nada, con eso se me quitó un poco el atrevimiento y lo curiosa, ya no quise preguntar sobre ciertas cosas, no quiero preguntarle a Edmond pero dudo que pueda responderme de mala manera, eso nunca lo hizo, desde niño él siempre fue muy educado y amable.

En cambio Roman puede ser tan grosero recuerdo aquella vez tenía ganas de llorar pero, me aguanté eso. Terminaré con Roman ¿cómo pudo dejarme realmente? Me he dado cuenta que él hace lo que le parece en nuestra relación, no se comporta, sale a fiestas solo, aparece en casa al día siguiente, casi no está conmigo.

Al salir del hospital miré el cielo parece que va a llover, no quiero mojarme, sigo caminando y la lluvia comenzó a caer, me estoy congelando, un paraguas se coloca justo arriba de mi, miro hacía la persona que lo sostiene, no era Roman, es Edmond, me alegro de todas formas, lo abrazo fuertemente.

—No esperaba que vinieras.

—No esperaba que supieras del pronóstico del clima ¿y Roman?— preguntó mirando por los lados, me agarro fuerte de su brazo.

—No sabes lo que pasó, Edmond— dije triste.

—¿Qué pasó?.

—Vimos a Hailey, ella regresó y eso no es todo.

—Lo lamento, Mélisse.

Niego con mi cabeza para mirarlo.

—No lo lamentes, terminaré con Roman, es lo correcto, los vi, Edmond, incluso se ven mejor juntos, si hubieras estado, ellos se quien todavía, yo prefiero no intervenir, lo amo y sólo deseo que sea feliz.

Edmond se detiene, me ve algo incrédulo.

—¿Tú como estás?— me pregunta.

—Triste.

Llegamos hasta su auto, Edmond me abre la puerta cuidando que no me moje, él da la vuelta, entra al auto, sacude el paraguas antes de guardarlo, cierra la puerta, me mira, se ve preocupado, estoy bien, triste pero, bien, me quito mi abrigo ya que está mojado, lo dejo en la parte de atrás, mi polera se ve tan pegada a mi cuerpo es muy cálida, muevo mi cabeza hacía un costado encuentro a Edmond viéndome, me sonríe acercándose de repente, me coloca el cinturón de seguridad, es como si fuera lento, mi respiración se acelera ¿qué pasa que no puedo quitar su mirada de la suya?.

Sus ojos miran mis labios por unos segundos para luego alejarse y colocar su cinturón, encendió el auto, mis mejillas están calientes.

¿Qué acaba de pasar?.

—Edmond ¿qué piensas de todo esto? ¿crees que estoy en lo cierto?.

—No sé, han estado juntos por años..—

—Si los años que tú llevas desaparecido.

—Como sea ¿qué pasó cuando la vieron a ella?.

—Roman le preguntó que hacía por ahí, le dijo que regresó y va a quedarse aquí, trabajará en el hospital donde está mi papá como enfermera, yo le pedí que me diera su número y me dijo que se lo pidiera a Roman.

—Así que Roman conserva su número.

—No es el mismo de antes tiene uno nuevo, Edmond, yo creo que ellos nunca dejaron de hablarse, llevame contigo no quiero regresar tan pronto.

—A tus órdenes.

Le sonreí, le doy un golpe en el brazo.

—Oye ¿y qué tal todo? ¿tienes novia?.

—No, no tengo, creo que necesito una.

Le sonreí ampliamente, llevo mi mano a mi pecho, Edmond detiene el auto.

—Bueno yo te ayudaré a conseguirte, oye ¿qué piensas de Cassy? Ella es bella por dentro y por fuera, no ha tenido suerte en el amor y tú podrías hacerla muy feliz.

Lo veo quitarse el cinturón, me ve mientras reposa su brazo en el respaldo de mi asiento.