Amigos en matrimonio

No vamos a estar juntos #31

"Lo que él no sabe es que ella es feliz con tan sólo verlo"
—Avenida 749.
 

[Melissa]

04:48 AM.

Abro mis ojos de repente, tengo ganas de vomitar, estamos quietos... digo el auto no está en marcha, tuve que tragarme mis náuseas, maldita sea, es la mejor vista que haya tenido hasta el momento, así se hace, esto es tan emocionante, Edmond y Mackenzie se besaron finalmente, podría gritar de alegría.

De repente Edmond se va alejando, ni se te ocurra arruinarlo, ya es tiempo de que dejes de pasar oportunidades, lo voy a golpear si dice algo mal.

—¿Llegué a tiempo?— le preguntó.

Me dolía esa pregunta, eso fue por lo que le pasó conmigo, llegó muy tarde, ya estaba con Roman hasta ese entonces con quien siempre soñé estar.

Mackenzie dile que sí te lo ruego.

Ella vuelve a mirarlo, pasó su mano por su mejilla secando una lágrima.

—No estoy segura, estoy confundida.

Pero si lo besó también ¿de qué confusión habla?.

—¿Confundida? No entiendo.

Ella suspira, esto no creo que sea bueno, de tan bonitos que los encontré, yo no debería estar aquí, maldito Roman se deshace de mi en cuanto puede.

—Estás enamorado de Melissa, hace un momento me dijiste que no querías usarme para olvidarte de ella, ahora me besaste y me preguntas eso, no intentes jugar conmigo porque tanto como a ti se te nota que en lo único que piensas es en Melissa así se me nota a mi que tú me gustas, pero lamentablemente no puedo, aunque yo te quiera de esa manera debo decirte que no estamos preparados para estar juntos.

—Ya lo acepté, me llevó tiempo hacerlo, entendí que ella no es para mi.

—¿Y cuándo lo entendiste exactamente? En la fiesta tuve que verlos juntos en todo momento, yo estaba ahí y no me notabas.

—Sólo la cuidaba, me hubiera gustado estar contigo, Mackenzie créeme, tú si me gustas.

Edmond le agarra la mano, Mackenzie le quita su mano fríamente.

—No trates de convencerme, puedo creer que deseas que todo lo que me estás diciendo fuera realidad, lo que no puedo creer que primero de un momento a otro decidiste dejar de sentir aquellos sentimientos por ella que siempre estuvieron y segundo que me estés haciendo esto ¿por qué tienes que lastimarme así? No vamos a estar juntos, seremos amigos a lo mejor.

Una lágrima cae por mi mejilla, siempre llega tarde, le dije que tenía que ir por ella.

Mis náuseas regresan, ya no puedo más, salí del auto apurada, vomité en el césped, los veo salir del auto también, paso mi mano por mis labios limpiandome un poco.

Es tan incómodo.

Edmond viene hacía mi, me sujeta, refriega mi espalda.

—¿Estás bien?.

Los miré por un momento, negué un par de veces, abro mis brazos, comienzo a llorar.

—No chicos, vengan, necesito un abrazo, doy vergüenza, bebí de más, soy una irresponsable.

Conseguí juntarlos, ambos le dan unas palmadas a mi espalda.

—Tranquila, a todos nos pasó alguna vez.

—Chicos ¿podemos estar un ratito más?.

—¿Qué?— preguntaron Mackenzie y Edmond.

—Por favor.

Logré convencerlos, tuve que actuar como si estuviera ebria y llorar merezco que se queden conmigo a conversar un poco, entramos en la habitación de Edmond en silencio... bueno casi, tiré un cuadro que estaba en la pared por lo que tuvimos que correr a su habitación, a su mamá no le parece bien que nos quedemos a dormir, Edmond está conversando con Rose, claro escuchó el ruido, con Mackenzie estamos escondidas detrás de la puerta.

—Melissa espero que sea importante— murmura Mackenzie.

—Si lo es.

—¿Te quedarás aquí?— me pregunta.

—Nos quedaremos.

Debí anticiparme, cubro sus labios con mi mano, estaba a punto de levantar la voz, tiene esos desequilibrios puede pasar de estar murmurando a gritar eso es de familia, Roman y su madre son así.

—No, no, estás loca, tengo que regresar.

—Por favor, no puedes dejarme aquí sola con Edmond, quedaría mal, me estoy por casar en seis días, creerán que estoy engañando a Roman y no quiero tener problemas con él.

Mackenzie rodó sus ojos, se ve enojada de repente ¿qué le pasa? Quiero acercarlos, que lo intenten al menos.

—Está bien.

Abrazo a Mackenzie, ella me abraza también, Edmond regresa, cierra la puerta.

—Bien estoy arriesgando demasiado hoy.

Los miré, Mackenzie lo ignora, ella se queda junto a mi, los tres nos sentamos en la cama, estamos dispersos.

—Que fiesta tan rara, Mackenzie ¿tú invitaste a Joaquín?.

—No, él me invitó a mi.

—¿Pasó algo?— pregunta Edmond.

—Consiguió que Roman y yo discutieramos un poco, creo que él planeó todo... Jake no invitaría a Hailey si nos invitó a nosotros.

—Me invitó a mi ¿creés que él no lo planeó? Yo no sabía que estarían ustedes, todos saben que a Roman le molesta mi existencia.

—Pero si invitó a Hailey ya es algo muy serio, es la ex de Roman, las veces que rompimos por ella.

—¿Creés que Joaquín lo hizo?.

—Sí completamente, Joaquín es muy de él hacer esas maldades, no sé como él y Mackenzie pueden ser hermanos, Mac es muy buena— miro a Mackenzie acariciando su cabello, mirando sus puntas en silencio —. Mackenzie estás muy callada.

Ella levanta la mirada, también está muy seria.

—Joaquín invitó a Hailey, también lo creo— dijo.

Ella esconde algo... sé que algo le pasa, no es tanto por Edmond que esté así quedaron como amigos, la he notado enojada antes y con Roman.

—No entiendo por qué quieren arruinar mi relación con Roman, ya superamos muchos conflictos estos años, ya no hay desconfianza en nuestra relación, estamos en nuestro mejor momento y a la gente parece molestarle nuestra felicidad— ambos se quedan con la mirada baja —. Chicos no puedo con lo mucho que hablan en serio.

Mackenzie ha estado bostezando todo un minuto.

—Melissa no doy más, tengo mucho sueño, hablamos mañana ¿si?— dijo Mackenzie.



#28416 en Novela romántica
#4709 en Chick lit

En el texto hay: amistad amor y drama

Editado: 14.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.