Amigos en matrimonio

Malentendido #32

Mitad víctimas, mitad cómplices, como todo el mundo"
—J.P. Sartre.

[Edmond]

Domingo 11:30 AM.

Al abrir mis ojos puedo ver a Mackenzie dormida junto a mi, estaba abrazandome, me siento en la cama, no veo a Melissa por aquí ¿se habrá ido?.

—¡Aah! ¿dónde está Melissa?— me pregunta de repente.

—Parece que se ha ido.

Ambos salimos de la cama, ella está con su celular, sus cejas están arqueadas con preocupación, lleva su celular a su oreja.

—Melissa ¿en dónde estás?— pregunta, se pone la mano en la cintura —. Ah... bien, después hablamos, adiós.

—¿En dónde está?.

—Se fue muy temprano con Roman, tú y yo dormimos juntos toda la mañana sin ella aquí.

—¿Eso es malo?.

—No... sé, sólo creí que ella se quedaría, es todo.

—Te tendió una trampa.

—Sí, eso hizo... ya me voy.

—Mackenzie ¿estás ocupada hoy?.

—No— me contesta con una sonrisa.

—¿No quisieras estar conmigo hoy? Si no tienes nada más para hacer.

—¿Solos tú y yo?.

—Sí, quiero conocerte, seré el amigo que has deseado tener.

Su sonrisa se agranda.

—Ok, te invito a tomar algo.

—¿Me invitas?.

—Sí, por estas horas salgo a beber algo en algún café, no he tenido compañía por lo que llevaba un libro o hacía mi trabajo ahí.

La veo colocarse sus zapatillas, me acerco, me cruzo de brazos.

—¿No tenías ni un sólo amigo?.

Ella levanta la cabeza y niega.

—No, tan pronto como comencé a trabajar estaba tan ocupada y comprometida con mis deberes que dejé a mis amistades de lado, luego ellos me devolvieron el favor...— ella presiona sus labios entre si por un momento, vuelve a mirarme —. Te veo allá, luego te paso la dirección— se acerca a mi lentamente, deja un beso en mi mejilla de despedida —, Te veo después.

Me quedé mirándola como un idiota sin poder decirle nada, sólo salió de la habitación cerrando la puerta, que tonto ni siquiera le dije que la podía acompañar a la puerta... ¿y qué estoy esperando?.

Abro la puerta de la habitación, la veo de frente a punto de golpear, ella muerde su labio inferior, lleva su mano a su frente nerviosa y sonríe.

—Sigues aquí iba a ir contigo.

—Ah, sí, yo olvidé mi celular, quisiera... buscarlo.

Me muevo hacía un costado dejando espacio para ella.

—Claro pasa.

Mackenzie al pasar por mi lado su hombro me rozó con sutileza, regresó con su celular, le sonrío.

—Bueno me voy.

—Te acompaño.

Ella baja la mirada al suelo por un momento, se ríe.

—Pero ve a ponerte zapatillas primero.

Bajo la mirada, no puede ser... cierro mis ojos avergonzado un momento, asentí.

—Sí eso iba a hacer.

—Y una chaqueta hace frío.

—Estaría loco si olvidara mi chaqueta.

—Por las dudas.

Ni siquiera recordé eso.

Regresé con ella después de colocarme las zapatillas rápidamente, ahora si pude acompañarla, Mackenzie se fue.

[Mackenzie]

11:45 AM.

Tiemblo un poco en el camino pensando en lo que pasó, eso fue muy emocionante, no puedo creer todo lo que estuvo pasando, me siento como una tonta por haberlo rechazado... Edmond me gusta mucho ¿y si no vuelvo a tener a otra oportunidad? Pero que le quiera no me garantiza que seré feliz con él, si hubiera aceptado tendría que soportar y aceptar  muchas cosas, vaya que el primer amor no se olvida, nada más falta mirar todo lo que pasa, Roman, Melissa, Hailey, Edmond, Joaquín y yo.

Roman no ama a Melissa, ya vi que sólo quiere a Hailey aunque no entiendo ese caso, no tengo idea de por qué está con Melissa y no sólo eso se van a casar.

Luego Joaquín, me dijo que realmente está arrepentido por no haber valorado a Melissa como se merecía, dijo que no ha conseguido a ninguna persona como ella y quisiera poder recuperarla, no sé que estará tramando ese chico, es mi hermano y lo conozco lo suficiente como para saber que no se quedará sin intentar algo.

Melissa... todos están enamorados de ella, se entiende porque es tan hermosa, buena, sólo tiene mala suerte con el amor, ya no sé si todos los hombres engañan, cuando la vi con Roman sólo pude alegrarme desde un principio porque desde hace mucho tiempo los dos deseaban que eso pasara, parecía que él la quería mucho, fingir se le da muy bien.

Edmond está bien pero al igual que yo debería aprender a soltar lo que no es para él y fijarse en lo que conviene.

Decidí hacerle una visita a Melissa antes, ella abre la puerta con una sonrisa, se acerca pone su mano en mi hombro, deja un beso en mi mejilla, me acerqué más a ella para abrazarla, me siento tan mal por Melissa, nadie se merece que le sean infiel, nos separamos, Melissa me deja pasar, cierra la puerta, se acerca a mi pasa su brazo alrededor de mi cuello.

—Vamos a la cocina estoy algo ocupada, invité a Edmond a almorzar.

—¿Y aceptó?.

—Sí, está en camino, de seguro te llamó, me dijo que te iba a avisar.

Al entrar encuentro a mi desagradable primo infiel, cocinando Melissa se separó de mi, él dejó lo que estaba haciendo para acercarse a mi sonriendo.

—Mac— dijo con felicidad fingida. Su brazo rodea mi cuello, besa mi mejilla —. Que bueno que estés aquí.

No esperaba verlo.

—Hola— saludé sin ocultar mi disgusto por tenerlo cerca. Lo alejo de mi, Roman por un momento se muestra extrañado por mi comportamiento —. Melissa ¿estás mejor? Hace algunas horas...— Melissa se da la vuelta para verme, lleva su dedo a sus labios pidiéndome que no diga lo que estaba por decir —, Te veías cansada.

—Estoy muy bien, pude dormir lo suficiente, me pregunto ¿por qué Edmond está tardando?.

—Da igual si no viene— dijo Roman.

Rodé mis ojos, Roman me sonríe. Me quiero ir de aquí.

Con Melissa fuimos al comedor, la ayudé a poner algunas cosas en la mesa.

—Melissa ¿por qué me dejaste esta mañana? ¿estás loca?.



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En el texto hay: amistad amor y drama

Editado: 14.07.2022

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