Huye #39

"Mi soledad no depende de la presencia o ausencia de gente... odio a quien roba mi soledad sin, a cambio, ofrecerme verdadera compañía"

—Friedrich Nietzsche.

[Melissa]

Lunes 19:33 p.m.

Cuando desperté me encontré con que Roman no estaba en la habitación, entonces salí a dar un paseo, en eso comí un cono de helado, necesitaba pensar en tantas cosas además se rompió mi celular, quiero hablar con alguien sobre esto pero, no tengo con quien por ahora sola Emma pero, estará ocupada estos días, un rato después decidí regresar a la habitación, apenas cerré la puerta Roman llegó a mí con un abrazo. 

—Melissa, estaba preocupado ¿dónde estabas? Estuviste llorando. 

Me separé de él pasé por su lado.

—Estoy bien no lloré.

—Tu mirada decaida te delata.
Me dirigí al baño a lavarme la cara, como lo esperaba Roman me siguió hasta aquí, él puede ser muy parlanchin ciertamente y es algo irritante en situaciones así en las que se "preocupa" por mí. 

—No puedes hacerme eso de nuevo, no llevaste tu celular, no pude encontrarte, por un momento pensé que estarías con Emma pero, lo descarto me dijiste que ella estará ocupada y que el jueves la veríamos, entonces creo que saliste a caminar como siempre haces cuando quieres pensar o tomar decisiones o sólo lamentarte nada más puedo saber que no es nada bueno, mira yo sólo salí a comprar caramelos...— 

—Roman. 

—Ah si— dijo y se acercó a secarme —. Preciosa, no me dejes sólo, no quiero que te separes de mí. Ah en la tienda había un señor raro pero muy gracioso con bigotes así...— con sus manos señalaba el tamaño y la forma de los bigotes del señor y sonríe como si nada pasara —. Y cubierto casi por completo, tuve que usar Google para traducir así es como compré caramelos, oye dejó de gustarme la ropa que traje, cuando salí miré a los demás y visten muy bien, deberíamos salir de compras y eso, siento que tenemos muchas cosas por hacer por cierto ¿cuándo iremos a la playa? A éste paso no terminaré de conocer este lugar en absoluto y de tanto que llevo en ésta habitación ya hasta puedo saber cuantos cerámicos hay aquí, no quiero apurarte sé que estabas cansada y algo triste por la boda pero...— 

—Estás hablando demasiado, controlate. 

—Hagamos algo más interesante entonces y prometo mantenerme callado ¿qué tal algo en lo que sólo nuestras respiraciones agitadas con tus gemidos de placer sea todo lo que se escuche? ¿te doy una pista? Podemos empezar en la cama. 

A Roman lo tengo muy cerca acariciando mi cuerpo y susurrando cerca de mí cuello. 

—Roman...— 

Estoy muy nerviosa con esto no dejo de temblar. 

—No me digas que no quieres, Melissa, una vez que lo hagas no querrás parar créeme. 

La idea de pensar con cuantas estuvo me quemaba el rostro siendo invadida por los celos lo empujé. 

—No estoy lista.

Intenté irme pero él me agarró el brazo se queda detrás de mí sujetandome y apoyando su cuerpo contra el mío. 

—No, esto no es lo que me dijiste, tú me dijiste que ya estando casados te entregarías a mí, eres mi esposa Melissa ¿para qué crees que se casan si no? Haber si con eso nos empezamos a llevar mejor. 

Roman aún sujetandome por detrás me lleva hacía la cama no logro librarme, puse mis manos sobre la cama resistiendo. 

—Roman hoy no quiero. 

—Me agrada mucho esa posición, pero si es por primera vez... no quisiera lastimarte— dijo sujetandome la cintura, ash esa posición. Roman me soltó, me di la vuelta y me senté en la cama —. Está bien pero estoy dispuesto a escuchar alguna explicación sobre de por qué diablos no quieres hacerlo. 

[Clarissa] 

20:01 p.m.

Al abrir la puerta encuentro a Hailey en la entrada, me enferma esta idiota. 

—¿Qué demonios quieres? ¿si sabes que Roman se fue con Melissa muy lejos?. 

—No pude contactar a Melissa con lo que me costó conseguir su número. 

—¿Qué tienes que decirle? ¿rogarle que Roman la deje? ¿convencerla de que Roman la engañó contigo? Vete al demonio Hailey ¿no ves que nadie te quiere aquí? Eres un estorbo. 

La idiota se atrevía a sonreír.

—Clarissa, esto es algo que todos deben saber, estoy embarazada, y si, si es de Roman, él ya lo sabe y dudo que se lo haya comentado viendo su expresión... de eso tengo que hablar con nuestra linda Melly, haré que todos sepan de est...— 

No soporto nada de esta zorra. 

Le di una bofetada, agarré su insoportable cara. 

—Huye Hailey, huye mientras te lo permito, porque te arrepentirás de hacer lo contrario y haz con tu vida y con ese bebé lo que se te de la gana pero lejos de aquí. 

—¿Cómo puede ser tan mala persona?. 

Sólo le sonreí y dejé que se fuera de mi casa, me di la vuelta para regresar adentro azoté la puerta realmente no puedo con lo enojada que estoy, mataré a Roman, todo lo hace mal. 

[Edmond] 

22:00 p.m. 

Otra noche más sin verla, no he podido hacer nada en éste tiempo, sólo estar acostado aquí, lloré un poco pensando que la perdí y que nunca podré estar con ella como siempre lo he querido, me enloquece pensar en que él... no, no quiero imaginarlo, me hago tanto daño al pensar así, lo horrible que es que ella conociendo mis sentimientos lo eligió a él, llegué tarde, esperé demasiado, me fui en vez de pelear por ella y esto es lo que pasa, esto me lo gané por idiota. 

Ya no sé nada de ella eso es muy raro, estoy preocupado porque la llamé, le mandé mensajes y no ha contestado puede que su celular esté apagado o tal vez se rompió o lo perdió, espero que ella esté bien ¿cómo ella puede estar tanto en mi mente? No dejo de pensaría ¿por qué la quiero tanto?. 

No quiero a ninguna más, me gusta todo de ella, es perfecta pero, está prohibida para mí, está casada y me guste o no debo respetar eso, tengo que conformarme con ser su amigo, la última vez que la vi a penas podía recordarme que está casada ¿cómo pensaría ella de mí si no la respeto... si no me contengo? Siento que podría perderla ésta vez. 

Eso no es fácil porque hay una parte de mí que tiene miedo de tomar riesgos con ella y otra parte que me hace pensar que ella está con la persona equivocada y que lo intente una última vez pero no es el momento. 

No hay forma de que no me sienta mal conmigo mismo.