"Cada quien se engaña con la mentira que más le gusta"
[Mackenzie]
Al despertar me remuevo quitando el edredón de mi cara, me duele el cuerpo, veo a Laurent acostado a mi lado, está dormido, me siento en la cama... ay mi habitación es un desastre, abrazo mis piernas, pongo mi mano sobre su hombro, lo sacudo, quiero que se largue, Laurent se sienta en la cama exaltado, respira agitado.
—Eh ¿por qué me mueves así?— pregunta.
Llevo mi mano a mi cabeza apoyándome comienzo a llorar.
—Te tienes que ir... vete ya.
La puerta de mí habitación fue abierta por mi mamá, ella nos vio asustada y salió rápidamente cerró la puerta.
—¿Ella sabe de tu novio?— pregunta señalando hacía la puerta como si ella siguiese ahí, asentí, ambos salimos de la cama, Laurent recoge su ropa del suelo, comienza a vestirse —. Oye no diré nada de esto... no sé, Mackenzie, yo no he podido olvidarte, si lo tuyo con él no funciona podríamos intentarlo.
—Laurent...
—Ya me tengo que ir ¿estarás bien?— preguntó tocando mi hombro, asentí, pero comencé a llorar mucho en cuanto levanté la mirada, Laurent me abrazó.
—No estuvo bien lo que hice, déjame sola, no quiero verte— dije empujandolo.
Laurent sólo se fue sin decir nada, me tardé horas en darme una ducha, vestirme y cepillar mi cabello, Edmond me llamó no pude contestarle la llamada, sólo le envíe un mensaje diciendo que no saldré hoy que será otro día, me quedé en mi cama sentada llorando y cepillando mi cabello, golpearon la puerta.
—Pase— dije.
Seco mis lágrimas rápidamente, vuelvo a cepillar mi cabello, la puerta se abre lentamente, Roman entra, desde aquí puedo oler su perfume, es nuevo, no es el que escogió Melissa para él que usó por tantos años, él se quedó apoyando su espalda contra la puerta, dejo mi cepillo, él me sonríe viene hacía aquí, se sienta en la cama.
—¡Lo hiciste...! Edmond se lo merece, deben tener claro que con nosotros nadie juega, bien hecho— dijo pillizcando mi mejilla.
—¿Qué? ¿cómo haces para no sentirte mal? No, Roman es horrible.
Roman levanta sus hombros.
—Melissa, tiene la culpa de lo que hago, si ella prefiere pasar tiempo con Edmond para todo, yo prefiero salir a fiestas, beber y estar con otras que no me desaprovechan.
—Eso está mal... es la primera vez que Edmond me dejó por ella.
—Tolerancia cero, Mac y no es la primera vez, antes te lo hacía siempre.
—Hablo de ahora que es mi novio, no de cuando éramos amigos, tengo que hablar con él y decirle la verdad, me siento tan culpable ahora.
—¿No lo perderás con eso?.
—Tal vez... pero me duele que no se lo merecía porque él ha sido tan dulce y atento conmigo, no puedo vivir con esto, no soy como tú.
—Ah bueno delito culposo— bromeó.
—Roman, ya no quieres a Melissa ¿cierto?— con la pregunta lo vi fruncir su ceño, sus ojos se oscurecen y brillan, desvió la mirada —. No te entiendo.
Niega con la cabeza, una lágrima cae por su mejilla, él a mí no me va a mentir.
—Melissa no debería importar, mi mamá me envió con ella a sacarle dinero, amarla o no da igual— confiesa.
—Que horrible, Roman ¿por qué aceptaste?.
—Me avergonzaba pedirle dinero, pero ahora mi mamá está rara, sabe que Melissa regresó y no la invitó a su casa, no fue a verla, se vio muy desinteresada.
—Noté que a mi tía le agrada Leena.
—Ah si, si ¿pero?— me pregunta.
—Tal vez mi tía Clarissa ya tiene preparando un plan b en caso de que las cosas con Melissa no resulten ¿no creés?.
La expresión de Roman era como si con mis palabras todas las cosas de repente tomaran sentido.
—Leena.
—No me respondiste ¿amas a Melissa?— insisto.
Roman me da una mirada triste, lo veo cerrar sus ojos por un momento, gira su celular en sus manos inquieto.
—No te puedo responder eso porque ni siquiera yo lo sé, tengo dudas, Mac.
—¿Cómo no lo sabes?— pregunté confundida.
Roman sólo se quedó en silencio sin responder a mi curiosidad, de verdad necesito saber de ellos, pero es un misterio.
[Melissa]
Me veo en el espejo mientras coloco un poco de brillo en mis labios, acomodo el broche en mi cabello, por el reflejo veo a Edmond acostado en mi cama abrazando una almohada, se ve muy desanimado.
—¿No tenías una cita con Mackenzie?— le pregunto.
Camino hacía la cama, me siento para ponerme unas bellas sandalias que me regaló Emma.
—Algo así, pero canceló, me dijo que no nos veremos hoy y que podía hacer lo que quisiera.
—Bueno Ed, quizás estará ocupada, si quieres puedes salir conmigo, iré a buscar a Cassy y Reese quieren estar en la fiesta.
—No sé... quisiera quedarme aquí un rato, estoy—
—Desanimado, si, se te nota, bueno regresaré en una hora más o menos ¿te quedarás aquí?.
—Ajá.
¿Tanto quería verla?.
Lo miré por unos segundos ¿finalmente dejó de sentir por mí? No sé como sentirme con eso.
Me levanté sin más, Edmond ni siquiera volvió a mirarme o a decirme nada, le pedí a Emma que me acompañe, no me gusta salir sola, ella se pone sus gafas al entrar al auto.
—Cuanto me sorprende que no estés con Edmond, lo vi en tu habitación...— dijo, la miré enseguida ¿por qué entró a mi habitación? —. Oye, tranquila no me veas así, no me acerqué a él si eso te preocupa, sólo tomé mis gafas que olvidé en tu habitación.
—Está bien, Edmond tiene novia procura no intervenir ¿bien?— dije arrancando.
—Sólo cuando tú intervienes entre ellos está bien ¿verdad?— preguntó sin alguna dificultad.
Emma siempre dice las cosas como a ella le parecen.
—Yo apoyo mucho su relación con Mackenzie, la idea de que ellos estén juntos ha sido mía, yo amo a Roman y por eso estoy con él por el momento.
—Por el momento... ¿está pasando algo entre ustedes?— me pregunta.
La miré por un momento para luego colocarme las gafas oscuras para ocultar un poco mi sentir en estos momentos, se volvió muy difícil todo esto.