"Le di tanto amor que no supo que hacer con el, le di tanto apoyo que terminó por burlarse de mí, le di tanta confianza que se llevó la mía y le di tanto que me quedé sin nada"
—nostalgias.
[Roman]
Tomé mi celular le mostré en donde estoy viviendo ahora, ella lo ve con una pequeña sonrisa, al verme puedo notar que ya no tiene sus ojos como antes... cambió de tener esa mirada dulce y alegre a tener ahora tristeza e incluso amargura y cansancio, no se ve como antes ¿yo soy el único culpable? No, no lo creo, o sea si tuve mis equivocaciones, pero yo no creo haberla consumido así, éramos felices juntos, será por Edmond que está así de mal, él siempre la hacía sufrir cuando la abandonaba.
—Me alegra que te vaya bien— dijo cerrando un poco su chaqueta.
—¿No quisieras ir o... te invito algo? Creo que tenemos mucho de que hablar.
Melissa me observa seria y desconfiada.
—¿Hablar de que?— preguntó.
Está muy a la defensiva, como si le fuera a hacer daño, las cosas ya no son como antes.
—O hablemos aquí, bueno quiero saber que ha sido de ti Melly en estos meses, hacía todo para coincidir contigo y no resultaba, sé que era inútil intentar llamarte o buscarte porque conociéndote me ibas a ignorar.
—Qué ha sido de mí... ¿a partir de dónde? ¿desde la fiesta?— me preguntó con dolor.
—No hace falta que hablemos de esa fiesta... podemos hablar de tu trabajo, si hiciste algún viaje, más fiestas o algo de eso.
—No he logrado ingresar en un gran restaurante... no me han llamado, no hice ningún viaje, no hice fiestas, sólo me ocupaba en terminar con lo nuestro no te voy a mentir ¿y tú? ¿finalmente Leena se quedó contigo?.
Fruncí el ceño por un momento con una pequeña sonrisa y negué.
—No tengo nada formal con Leena, aún sigo evitandola, me abstengo de ir con Clarissa como sea quiere que esté con la chica.
—Es una niña.
—¡Ya lo sé! Lo mismo le digo a mamá— contesté, Melissa me ve con sospecha por un instante —. ¿Por qué me ves así?.
—Parece que ella no te desagrada del todo, Roman... no importa ¿y tú has tenido viajes, fiestas o algo?— me preguntó cambiando el tema de conversación.
—Sí, no he parado un momento, casi no duermo, no he podido rechazar fiestas, los viajes he tenido unos cuantos... pero en ningún momento de esos dejé de pensarte, Melly— dije intentando tomar su mano, pero ella la apartó —. Te extrañaba mucho y me sentía solo, me hacías mucha falta, comencé a arrepentirme de haber estropeado lo nuestro, no me daba cuenta de lo valiosa que eras en mi vida, yo creía que no me importaría, que sin ti me iría mejor, que tú no me hacías feliz, pero eso lo hice sin tener en cuenta lo buena que eras conmigo, de verdad lo siento.
[Melissa]
Roman se ve enojado, seco mis lágrimas disimuladamente.
—Como si yo fuera tu enemiga me hiciste tanto mal ¿dime por qué me odiabas?— le pregunté sin entender nada.
—Yo no te... odiaba, sólo no te entendía, eras muy complicada en todos los sentidos, si estamos así fue por los dos, no tengo la culpa yo únicamente, quítate un momento la aureola de santa o lo que sea— reclama.
—Yo no me hago la santa, si sé que ambos cometimos errores, pero por dos errores míos tú hacías unos veinte.
—Ah ¿si...? haber nombra veinte errores que he cometido— me reta, me quedé en silencio pensando, Roman se ríe —. Si puedes nombrar aunque sea diez te puedo reconocer que yo y sólo yo arruiné todo— propuso.
—No es lo que quiero ¿sabes? Yo sólo quiero saber ¿por qué a mí? ¿por qué yo? Con todo lo que me tocó atravesar mis padres, el accidente y tú jugando conmigo ¿cuál era tu maldito propósito?— pregunté con mi cara empapada de lágrimas —. Yo sólo te amaba, sólo quería que me amaras también y fui tan necia ese fue mi gran error porque no escuchaba a nadie y mira que todo el mundo me advirtió de ti... de que me ibas a destruir porque es lo único que sabes hacer.
Me detengo a verlo, Roman tomó un respiro, mantiene la cabeza en alto sin verse arrepentido, manteniendo esa postura de que yo lo llevé a equivocarse, me dolía el pecho de que no vea... de que sea tan indiferente a mi sufrimiento.
—Melissa, no tienes que decirme todas esas cosas, no puedes juzgarme tú como si fueras perfecta.
—Es inútil hablar contigo sólo me dices que no tienes la culpa de nada, que te juzgo y tantas estupideces.
—¿Y qué quieres que te diga? Sólo me defiendo— explica.
—Roman me traicionaste, no tuviste ni un poco de remordimiento, te burlaste de mí con todo lo que pasó en la fiesta... la peor humillación de mi vida en presencia de cada persona que conocemos ¿en qué tratas de defenderte...?— pregunté, suspiro —. Ah... ¿sabes qué? Eres insoportable y a estas alturas me doy cuenta de ello— dije.
Salí del auto tan decepcionada, enserio que no lo puedo creer Roman es increíble, es un tonto, camino rápidamente con mis lágrimas nublando mi vista, me agarró del brazo, sé que es él.
—Melly, espera.
—¿Qué quieres?— pregunté alejándome —. Dime ¿qué es lo que quieres ahora?.
—¡Bien! Te lo diré, quiero estar contigo de cualquier manera, sólo dame la oportunidad de recompensarte y quiero recuperarte, Melly.
Me reí señalo mi oído.
—Ajá Roman ¿te escuchaste verdad...? ¿qué te hace pensar que mereces tenerme? Ya olvidalo, no soy tan estúpida, no te dejaría volver a mi vida ni en un millón de años— asegure, miré hacía un costado, Reese vino por mí, le sonrío —. Ya me voy, cuidate— me despedí sin más.
Entré al auto y mientras este marchaba miraba a Roman en el mismo sitio, no puedo sentir lástima por él después de todo, lo más terrible de todo esto es que aún lo amo, será mejor mantenerme lejos de él mientras desaparezco cualquier rastro de afecto hacía Roman.
El amor se tiene que acabar.
*** Hola lectores
Paso a decirles que todavía esto no acaba... hay cosas que resolver aún situaciones que los personajes deben atravesar aún ya verán que nada es en vano, pero al final ustedes eligen y me gusta les juro que trataré de sacar a relucir mi lado dramático en los próximos, gracias!