Amigos en matrimonio

¿No me recuerdas? #63

 

"¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?"
—Vincent Van Gogh.


 

[Thomas Sinclair]

Llamé a Melissa, estoy preocupado por ella, le pedí a Reese que fuera a buscarla, no quería que se quedara sola con Roman, pero no han regresado, por fín me contesta.

—Hola papá ¿qué pasa?— me pregunta, parece que está ocupada.

—Melissa, quería saber por qué no han regresado ¿Reese te alcanzó?— le pregunté.

Escucho unos ruidos extraños de repente.

—Estoy...— no terminó de hablar cuando escuché un golpe fuerte —. ¡AAAH! Papá, papá ayuda...— gritó antes de que se terminara la llamada.

Mi celular se cayó de mi mano, mi sangre se congela con aquella llamada,levanté mi celular, la desesperación por ir con mi hija me llevó a correr hasta afuera, entré al auto, casi no puedo andar así conduciendo, pero nada me importa más que ir por Melissa, mientras conducía la vista del volante se distorsiona... de repente comienzo a recordar la noche del accidente en donde perdí a mi esposa, tanto sufrimiento me ha traído esto, no he dejado la casa desde que regresé de ese hospital, seco un poco mis lágrimas, conduzco demasiado mal, le marqué a Roman ese desgraciado va a lastimarla, lo voy a matar si algo llega a pasarle a mi hija.

—¡Suegro...! ¿qué quiere?— preguntó de mala manera.

—¿En dónde está Melissa?.

—¿Qué? Yo no lo sé, ella no está conmigo se fue con Reese.

—Escuchame maldito me acaba de llamar parece que alguien la atacó, si algo le pasa...—

—Yo no le hice nada ¿qué le dijo?— me interrumpe.

—Eso no te importa— le contesto.

[Roman]

—¡Váyase al demonio! ¿cómo que atacaron a Melissa?— pregunté preocupado.

Miré la expresión extraña de mi mamá cuando escuchó del ataque, terminé la llamada de inmediato, ella casi se está escapando de mí, Leena me agarró la mano.

—¿Por qué te preguntan a ti de Melissa...? Oye ¿a dónde vas?.

Ignore por completo a Leena, atrape a mi madre, ella me ve enojada.

—Mamá habla— ordeno, sujetando sus hombros, sigue sin responder —. ¡Mamá! ¿qué hiciste?— le pregunto.

Su rostro se volvió pálido, se ve muy asustada, Leena se acercó a mi madre, me ve preocupada.

—Roman ¿por qué estás así?— me pregunta.

—Esto no es asunto tuyo, quiero que te vayas ahora.

Solté a mi madre, esperé a que Leena se vaya, ella se sentó en el sofá.

—Yo no sé nada— niega.

—Te conozco, por la cara que tenías hace un momento no tengo ninguna duda de que sabes todo ¿en dónde está Melissa?.

—No sé, yo estoy aquí, a ella no la he visto desde aquella vez.

—Bien, entonces ahora comienzo a preocuparme por mi conciencia, le hicimos mucho daño a Melissa... creo que tendré que contarle a mi papá.

—No te atrevas, Roman, sería algo muy tonto.

—Le contaré a papá...— insistí.

—¿Contarme sobre qué?— preguntó mi papá al llegar, con mi madre cruzamos miradas.

[Reese]

Me he quedado a escuchar más detalles de la versión de Hailey, esta chica es agradable no es la bruja que Melissa describe, recibo una llamada de mi tío Thomas, le contesto.

—Tío ¿qué pasa?— le pregunto, tiene que ser importante él no llama a nadie.

—¿Cómo no sabes que Melissa desapareció?— me pregunta.

—¿Qué? No, no tío ¿cómo desapareció?— le pregunté preocupado.

—Si me llamó y alguien la atacó, me pidió ayuda, te pedí que la llevaras a casa ¿por qué la dejaste sola?— me pregunta con dolor.

Mis lágrimas caen llevo mi mano a mi cabeza jalando un poco mi cabello.

—Me dijo que ella se iba a ver a Roman, me pidió que me quede aquí, perdón tío, perdóname.

Me siento culpable.

—No es tu culpa hijo.

—Tío tenemos que encontrarla, tenemos que denunciar esto.

Terminó la llamada, Hailey me abrazó, la abracé también.

—Melissa va a volver, tienes que tener esperanzas.

—Es mi culpa, Hailey, debí llevarla a su casa.

—No, Reese, no pienses así te haces daño, tienes que esforzarte en encontrarla, sé que es horrible, pero sólo nos queda esperar, la van a encontrar te lo prometo.

Escuché un celular sonar, Hailey se separa para contestar, me ve.

—Es Edmond.

—Pásame, tiene que saber de Melissa.

Me pasó el celular, me ve preocupada.

—¿Hola?— habló Ed.

—Ed, soy Reese, escucha Melissa... e-ella desapareció.

—¿Qué pasó Melissa se fue otra vez?— preguntó.

—No, no, Ed, mi tío me dijo que la atacaron.

Edmond no dijo nada más, terminó la llamada.

—¿Qué te dijo Ed?— me pregunta, le entrego su celular y negué con la cabeza un par de veces.

—No me dijo nada, le conté y la llamada finalizó.

—Yo creo que no deberíamos haberle avisado, Reese.

—¿Qué... por qué no?— pregunté perplejo.

—Porque Edmond ama demasiado a Melissa, me preocupa que se vaya a poner peor con todo lo que ha estado pasando últimamente, nadie sabe nada y no podemos ayudar con nada.

—No, no estuvo nada mal que le contara, si él regresa será por Melissa, cuando ella regrese serán inseparables, yo quiero que Melissa olvide a Roman, ella y Edmond son el uno para el otro.

—¿A Melissa le pasa algo más con Edmond? No, tienes que estar equivocado, ella no ha dejado de amar a Roman.

Rodé mis ojos mientras me cruzo de brazos.

—Bueno no he negado que Melissa tiene cierta... mmh sensibilidad con Roman aún, pero es imposible que ellos regresen él le hizo mucho daño... ay no la viste todo lo que lloraba por él, por eso creo que debe intentar con Edmond, ella en un par de ocasiones me confesó que estuvo confundida con sus sentimientos hacía él.

[Melissa]

Abro mis ojos sintiendo una brisa fresca en mi piel se comenzó a erizar, me encuentro sentada en la silla con mis brazos amarrados al respaldo, es un salón grande, hermoso estoy junto al ventanal, la puerta negra fue abierta, me duele mucho la cabeza, ni siquiera veo bien, un hombre pasó, viene hacía aquí.



#28405 en Novela romántica
#4704 en Chick lit

En el texto hay: amistad amor y drama

Editado: 14.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.