Amo y mil Canciones

22

CON AMOR: CAMI

Leo

Desde la puerta de mi cuarto podía escuchar a Carla llorando, mi corazón se oprimió, sé que se siente culpable, yo también. Le dije..., le dije que volviera siempre a salvo, ella me lo prometió.

Entré en el cuarto y me senté a su lado, ella se secó las lágrimas.

—Leí algunas cosas, no tuve la valentía para leer todo, pero entre tantas cosas feas... lo lindo empezó el 17 de marzo.—Me mira con una sonrisa rota.

—¿Qué pasó el 17 de marzo?

—El día en el que nos conocimos.—Levanté las cejas sorprendido—. Ella escribió sobre vos.

Da vuelta unas cuantas páginas más y arranca una hoja.

—Tenés que leer esto. Estoy segura que ella lo hubiera querido.

Tocó mi hombro dándome confort, y me dejó solo.

Tragué con fuerza y miré la hoja que estaba entre mis dedos.

8 de mayo de 2023
Carta que nunca le di. Para Leo. Escrita cuando todos dormían, menos mi corazón.

Leo:

Es tarde. Carla duerme a mi lado. La casa está en silencio.
Pero yo no puedo dormir.
No después de lo que pasó esta noche.
No después de ese beso.

Todavía siento tus labios en los míos.
Como si me hubieras devuelto el aliento que no sabía que había perdido.
Como si, por un instante, todo el mundo se hubiese detenido… menos nosotros.

Quisiera poder decirte todo esto de frente. Mirarte a los ojos. Usar mi voz.
Pero vos sabés que eso todavía no puedo hacerlo.
O no me animo.
O no me sale.
Así que te lo escribo, como todo lo importante que tengo dentro.

Desde el día en que te conocí… me siento mejor, más viva, más feliz.
Me acuerdo el impacto de mi cuerpo chocando tu pecho, tu mirada, tu sonrisa. No te importó mi silencio, y a mí no me importó que no te conocía, porque para mi corazón, vos ya no eras un desconocido. Pensaba que si el universo tuviese rostro, sería el tuyo.
Hay personas que cuando se enamoran nunca saben por qué, o tardan en descubrirlo, pero yo, tardé segundos en saberlo, fue porque vos fuiste el primero en hacer que mi corazón latiera de esa manera, fuiste el primero que me generó deseos de escribir en mi cuaderno por un chico. Ese día, fue la primera vez que me sentí feliz, después de diez años, me sentí feliz.

Mi corazón latió como si fuera consciente de que mi historia estaba a punto de cambiar.

Y cambió.

No por magia.
Sino por vos.

Por cómo me mirabas, como si realmente vieras lo que soy por dentro.
Por cómo te sentabas a mi lado sin exigirme nada.
Por cómo me hablabas aun cuando sabías que no podía responderte.
Por cómo leías lo que yo escribía con una devoción que ni yo tenía por mí misma.

Me enamoré de vos muy rápido.
Primero de tus ojos, después tu sonrisa. Después los silencios que compartíamos, aunque podía notar que te hacía sentir incómodo, pero sin embargo, lo hacías para no incomodarme a mí.
Tu ternura y la forma en que me mirabas fue lo que terminó de romperme, en el buen sentido, porque me mirabas, quizás no con amor, pero me mirabas como si no estuviese rota.
Y esta noche… esta noche todo se desbordó.
No fue solo un beso.
Fue el momento exacto en que mi alma se atrevió a tocar la tuya. Salí corriendo por miedo, porque temía romperme frente a vos, y que veas que no era fuerte.

Ojalá pudiera decirte que no tengo miedo.
Pero lo tengo. Mucho.
Tengo miedo de no ser suficiente.
De que descubras todo lo que cargo, lo que escondo, lo que me hicieron… y que eso te aleje.

Pero también tengo algo más fuerte que el miedo.
Y es esto que siento.

Amor.

No del que duele.
No del que obliga.
Sino del que repara.
Del que me hace pensar que todavía hay partes de mí que pueden salvarse.

Por eso te escribo.
Para dejarlo acá, aunque nunca te lo diga.
Para que, si un día yo ya no estoy, sepas que existió una chica que te amó en silencio.
Con todo su corazón roto.
Con toda su alma callada.
Con toda la luz que le quedaba.

Y que ese amor fuiste vos.

Siempre vos. Desde el mismísimo segundo en que evitaste que un auto terminara con este dolor.

Por eso te amo. Y aunque el fin del mundo llegue, quiero que recuerdes que fuiste el primer y único amor que tuve. Y que esperaría mil años más para volver a verte si quiera un segundo, solamente por eso, valió la pena todo lo que pasó y está por pasar.

Con amor: Cami.

Un corazón delicado estaba dibujado al lado de su nombre. Apreté la hoja entre mis manos mientras se mojaba por las lágrimas que sin querer dejé salir. No pienso perderla, no pienso dejarla sola, prometió que iba a volver siempre a salvo, y yo prometí cuidarla, aunque no se lo haya dicho, prometí no dejar que sufra, prometí amarla aunque sea en silencio, prometí... prometo, que voy a terminar con ese bastardo y esa bruja, esto no se va a quedar así. Lo que le hicieron no va a quedar impune.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.