Amor A La Mexicana

CAPÍTULO 1| Pa' Conocernos.

Me sudan las manos, tengo pánico y un miedo quejumbroso, mi corazón no para de latir de manera desenfrenada. He tomado una decisión que espero no traiga consecuencias.

Estoy apunto de casarme con una persona que no conosco, todo por el pavor que me produce regresar a mi país. Estoy dispuesta a hacer esto por que no tengo opción, estoy convencida que no soy la misma mujer de antes, esa que se deja humillar y que voltea la vista cada que caen golpes.

Ella lo perdona cada vez que sucede, mientras yo veía y era testigo de semejante salvajismo hacia la persona que me había dado la vida. Soy una mujer que esta dispuesta a vivir mejor y no volver atrás. No tengo por que regresar, mi familia, mi madre lo prefirió a él. Entonces... Que se quede con él.

Toda la vida he sido una cobarde, pero aveces después de tanto dolor y miedo uno resurge y se hace fuerte. Lo digo por que ahora soy valiente, estoy huyendo de la persona que me compro. Es irónico como una mujer que dice ser valiente esta huyendo, pero es cierto, lo hago por que es una forma de demostrarme a mi misma que lo soy, que ahora soy diferente. Soy fuerte. Huir para mí es sinónimo de valentía.

Huí en el momento en que me enteré que fui vendida, la madre que me dio la vida, no dijo sí, pero tampoco no. Solo me veía llorar y mostraba su rostro amoratado neutro. Le supliqué, le pedí que me ayudara pero fue en vano, ella solo observaba y callaba. Es repugnante y avieso sentir que tas sola, que cualquier decisión que tomes no hay nadie mas tratando de orientarte, que cualquier cosa que hagas no hay a quien le importe. Que si morís no hay quien se lamente.

Todo eso me forjó hacer alguien temeraria. Lo soy, me lo repito cuantas veces sea necesario pa' que mi cabeza logre entender. Por que justo ahora a resurgido mi miedo. Tengo miedo por lo que estoy apunto de hacer.

Las mendigas zapatillas que me estoy forzando a usar están tan altas que los pies están matándome, el vestido blanco lo compré de rebaja, el maquillaje me lo hicieron gratis, hay un lugar que ocupa chicas para que ellas practiquen.

El chico, bueno, mas bien el novio, me salió requete carisimo. Tuve que trabajar día y noche pa' poder pagarlo. Junté el dinero y heme aquí, esperando pa' poder hacerle creer al que nos va a casar que nos amamos con locura y que no aguantamos las ganas de casarnos apesar de nuestra nacionalidad. Nuestro amor rompe fronteras.

¡Vaya! Que mentira.

Estoy en el parque llamando la atención de cuanto pelado pasa. Es lo último que quiero hacer, no quiero ser deportada. Pero llevar semejante vestido, zapatillas y maquillaje, no me hace invisible. La agencia con la cual hize el negocio me dijo que espere en este lugar. Nada mas que me dijeron a las dos y ya son las dos y media. Estoy empezando a pensar que fui estafada.

No quiero regresar, no quiero volver a vivir lo mismo.

Media hora todavía mas tarde. ¡Dios! Siento que a estas alturas puedo ser la versión femenina de Ciclope y puedo lanzar rayos láser a toda esa bola de metiches.

Estoy tan metida en mis pensamientos, que no me doy cuenta que un hombre yace tirado en el suelo, ¡se acaba de caer! Me acerco ayudarlo y se levanta dándome una sonrisa. Sus rosas están tiradas y pisoteadas.

¡Wow! ¿Dónde me consigo uno de estos? Probablemente la respuesta estará cuando le quite el zapato y busque en su pie de manera discreta, hasta leer Mattel en su pata.

—Así llego yo —dice riendo y sin importarle que la gente tambien lo haga—. Hola, soy James tu futuro marido —recoge las flores y me las obsequia. Ahora que lo pienso bien, no voy a quitarle nada, ni el zapato.

He quedado muda.

—¿Tú? —digo en voz baja sin creermela. —¿Quieres a alguien más? Iba a venir Alex, pero estaba indispuesto. Comió algo ayer que le hizo daño, de hecho le dije que no lo hiciera, esa comida llevaba un día sin refrigeración pero no me hizo caso, lo comió y luego le dio...

Saben de ese refrán que dice: ¿Calladito te vez mas bonito? Pues creanme, él no lo sabe.

—Ya entendí —digo cortándolo antes que diga exactamente lo que a Alex le había dado—, si no hay mas quien, tengo que conformarme contigo —ruedo los ojos tratando de no darle importancia.

—Es lo que hay —alza sus cejas. ¿En que lío me metí? —Esta bien, vamos. Solo sera unas horas y después cada quien por su lado, ¿entendido?

Se queda pensativo analizando mis palabras. Mientras yo avanzo.

—¿Es la primera vez que te casas?

Nooo, que va, si es esto de matrimoniarse es requeté casual. Me detengo haciendo multiplicación, división, resta, suma, para descifrar el algoritmo de su cuestión. ¡Ah caray! Sumé uno más uno y medio tres. ¡Aquí hay gato encerrado!

—¿A que viene la pregunta? —Es que dices que serán unas horas y luego cada quien se ira como si nunca hubiera pasado lo que va a pasar.

—Al chile, ¿qué quieres decir? Me ve confundido.

—¿Al... Qué? ¿Chile? —Si serás, si serás. Quiero decir: hablame pelado, al grano. Como quieras entenderle, total es lo mismo.

—Ahhh, ya —ríe— ¿No te explicaron, todo este asunto?



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En el texto hay: comedia romantica, romance, humor y romance

Editado: 26.08.2018

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