Isabelle
Lunes 15 de Febrero de 2016.
Me encontraba en el jardín disfrutando un poco de la naturaleza ya que Alessandro llegaría en cualquier momento para ir a la primera ecografía de nuestro bebé. Acaricio mi vientre aún sin poder creer que estoy embarazada, es algo que no planeamos, pero de todas formas ambos estamos muy emocionados. Después de tantos problemas por lo que hemos pasado por fin formaremos una familia y seremos felices.
De pronto, comienzan a escucharse gritos por lo que decido levantarme del césped para ir a averiguar qué está sucediendo.
Cuando llego al living me encuentro a Aless junto a su madre Lorenza. En los ojos de mi esposo puedo ver furia y parece estar a punto de explotar cuando me ve llegar. Su madre, en cambio, tiene una sonrisa de satisfacción y eso logra darme escalofríos, y una mala sensación se instala en mi pecho. Nunca ha aceptado nuestra relación, en realidad además de su hermana Andrea nadie nos apoya.
— ¡¿Desde cuándo me ves la cara?! —gita fuera de sí apenas me ve a su lado, y yo me quedo paralizada en mi lugar al no saber reaccionar ante el odio con él que me observa — Te hice una pregunta maldita sea —vuelve a gritar asustándome aun más.
—No sé a qué te refieres amour (amor) —le digo confundida ante su actitud, jamás lo había visto fuera de sí. Me acerco un poco para intentar tocarlo, pero en consecuencia, vuelve gritar enfurecido y es cuando me doy cuenta de que su madre ya no está, y no sé en qué momento se ha ido.
—Eres una maldita mentirosa, no vuelvas a llamarme así —me agarra del brazo con fuerza, tanto que duele, pero no digo nada. A estas alturas ya tengo más ganas de llorar que de hablar, pero no lo hago, no pienso permitir que me trate así —¿Pensaste que no me iba a dar cuenta? ¿No era que no te importaba la diferencia de edad? pero te buscaste un amante para satisfacer lo que tu esposo no puede. —aprieta los labios sin dejar de mirarme con furia como si quisiera acabar conmigo en ese mismo instante —No puedo creerlo de ti, pensé que eras diferente, pero eres una pe... —no le doy la oportunidad de que termine la frase, no permitiré que me insulte.
—No te atrevas a faltarme el respeto —le gritó furiosa al tiempo que me alejo de su agarre de un movimiento brusco—No tengo ningún amante, Je t’aime (te amo) ¿Por qué te haría algo así después de que deje todo por ti? —pregunto mientras intento comprender lo que está sucediendo.
—Eso quisiera saber ¿Y dime ese bastardo que llevas en tu vientre es mío o de tu amante? —esas ultimas palabras son las que terminan por romperme, y aunque trato de fingir que no me ha dolido no logro reprimir las lágrimas.
—No vuelvas a hablar así de nuestro bebé. Sabes muy bien que solo he estado contigo. No sé quién te metió eso en la cabeza, pero solo quiere separarnos, tienes que creerme, por favor amour (amor) —digo una última vez intentando de convencerlo mientras lloro desconsolada, pero eso no parece importarle.
De pronto, se acerca a mí e ingenuamente pienso que me va a creer y que me dirá que todo estará bien, pero en cambio, me agarra de mi brazo para comenzar a arrastrarme a fuera de la casa.
—¿Qué haces Aless? —no recibo respuestas de él, esta muy concentrado intentando sacarme de la casa. —No me puedes dejar así, por favor no tengo a donde ir —suplico, pero lo único que consigo de su parte es otra vez esa mirada cargada de odio.
—No te quiero volver a ver en mi vida o atente a las consecuencias. Te haré llegar los papeles del divorcio — diciendo esto se marcha dejándome destrozada.
¿Ahora que haré ?
No tengo a donde ir. No he vuelto a hablar con mi familia desde que descubrieron mi relación con Alessandro y me dijeron que era demasiada la diferencia de edad que solo quería divertirse conmigo, y eso fue ya hace más de un año.
¡Bienvenidos!
Comenzando con la historia de Isabelle y Alessandro.
Nos leemos pronto...
Estefanía...Saludos ❤️